Alrededor de 900 yemenitas murieron o resultaron heridos en Saada
La coalición saudita bombardea con fuego de artillería y los misiles el distrito fronterizo de Shada, al oeste de gobernación de Saada, desde la firma del acuerdo de tregua de la ONU a principios del mes de abril pasado.
Más de 900 ciudadanos, incluidos inmigrantes africanos, resultaron muertos o heridos como consecuencia de los ataques con artillería y misiles de la coalición saudita en las zonas fronterizas de la gobernación de Saada, al norte de Yemen, desde principios del pasado mes de abril, informó el corresponsal de Al Mayadeen.
Según declaraciones a la agencia de noticias Saba del director del hospital del distrito rural de Razeh, Abdullah Musreh, el centro recibió 111 mártires y 796 heridos desde el inicio de la tregua humanitaria y militar firmada con la ONU.
En opinión del funcionario, la gobernación de Saada presencia una escalada continua de la alianza enemiga por medio del bombardeo de casas, granjas, además de propiedades públicas y privadas.
Las víctimas de la agresión son transferidas a centros asistenciales de Saná, la capital del país, debido a la incapacidad de la clínica local para brindar los servicios necesarios para casos críticos.
Por su parte, el hospital del distrito rural de Munabbih, acogió a 169 mártires y atendió a mil 833 heridos durante el año en curso.
Ali al-Ayashi, director de la unidad médica, denunció los continuos crímenes contra la población civil.
La mayoría de los lesionados tratados fueron víctimas de la metralla de mortero y ametralladora pesadas, descargas eléctricas y tortura con ácido, comentó.
El bloqueo impuesto al pueblo yemenita es un crimen de guerra
En ese contexto, el viceministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Saná, Hussein El-Ezzi, condenó el bloqueo impuesto al pueblo yemenita y lo consideró un crimen de guerra.
A juicio del diplomático, el Secretario General de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad y los países europeos tratan estos crímenes como si fueran un derecho natural de las naciones agresoras.
Por su parte, el miembro del buró político del movimiento Ansar Allah, Ali al-Qahoum, acusó a Estados Unidos y al Reino Unido -junto Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos- por negarse a detener la agresión, levantar el bloqueo e implementar derechos en los expedientes humanitarios.