Verstappen gana GP de Canadá
Sainz acaba segundo en Canadá tras Verstappen después de una agónica persecución. Lewis tercero y Alonso noveno tras una sanción cuando luchó por el podio.
Se acercaba Sainz más que nunca antes de la horquilla, a Verstappen y a su primera victoria en la Fórmula 1. Pero en la tracción el Red Bull desaparecía, Max no concedía ni medio intento en las frenadas y resistía las acometidas de Carlos aun con DRS. Lo intentó en su mejor carrera de la temporada, hasta el punto de ser el más rápido en la pista. Pero no es fácil adelantar en el Gilles Villeneuve porque solo las rectas ofrecen oportunidades, y el coche más rápido en las rectas lo conduce Verstappen. El campeón conquistó así un sufrido triunfo en el GP de Canadá, quizás el más disputado del año para él, acompañado por Sainz y un digno Hamilton en el podio. Dos campeones de muchísimos quilates junto a un renacido que ya está aquí, dispuesto a ganar carreras. Está ahí, a la vuelta de la esquina.
En la salida, Verstappen arrancó y se marchó solo. Sainz pasó a Alonso cuando se abrió el DRS y se estableció como alternativa. El neerlandés aprovechó un coche de seguridad virtual a las ocho vueltas, provocado por una avería en la caja de cambios de Pérez, para efectuar su primera parada. Carlos se quedó fuera, primero. En la 20, el Haas roto de Mick permitió a Ferrari cambiar las gomas del madrileño para que pudiera presionar al Red Bull. Y la presión surtió efecto, a 27 vueltas del final Verstappen tenía que hacer su segunda parada y se situaba 9 segundos por detrás del español. Era más rápido, sí, pero tenía que alcanzarle y después adelantarle. Lamentablemente, un accidente de Tsunoda forzó la salida de un coche de seguridad que reagrupó el pelotón, obligó a Carlos a parar y salir tras Max y le despojó de su principal ventaja hasta entonces: la posición en pista.
Se relanzó con 15 vueltas para la conclusión y Sainz las peleó todas, no se le escapó Verstappen. Pero tampoco se acercó lo suficiente como para tirarle el coche a la desesperada. Lástima. El resultado soñado tiene que esperar pero la mejor noticia para el muro de Ferrari es otra: su primer piloto de 2021 ya está aquí. Max cruzó la meta por delante de Sainz (0.993) y Hamilton (6.013) y su ventaja en el Mundial se dispara, porque abandonó Checo, el segundo de la tabla, Leclerc remontó hasta el quinto, que ya está bien, pero no es suficiente. En el bonito podio de Montreal, por cierto, ocho títulos.
Alonso, del sueño al noveno
Lástima por Alonso, que en las primeras vueltas vio las peleas en primera fila, llegó a rodar a la estela de Carlos y luchó, en teoría, por el tercer puesto contra los Mercedes. Pero el primer ‘VSC’ favoreció a Hamilton y el segundo benefició a Russell. Fernando no pudo cambiar los neumáticos en ninguno de de los dos casos, hizo una parada convencional y cayó al séptimo puesto. Luego quedó atascado tras Ocon, quien se supone que iba en una estrategia más lenta y ni aun así le dejó pasar. Finalmente, los dos Alpine estrenaron gomas con el coche de seguridad final y Alonso se quedó más o menos como estaba y con problemas en el motor. Leclerc se merendó a los dos, claro. Así que Fernando fue séptimo tras los Mercedes, Charles y Esteban. Buenos puntos en teoría para el equipo, manida frase oficialista para justificar un podio que debió ser factible y no lo fue. Y menos aún cuando después de la carrera el asturiano recibió una penalización de cinco segundos que lo bajó al noveno lugar por zigzaguear frente a Bottas.