¿Cómo es Aston Martin?
El equipo de Alonso desde 2023, propiedad de Lawrence Stroll, prepara una nueva fábrica y ha fichado a ingenieros estrella en Red Bull y Mercedes, publicó el diario deportivo AS.
¿Dónde va Alonso en 2023? De entrada, al mejor hospitality del paddock, en Aston Martin las cosas son grandes y llaman la atención. Fernando será compañero de Lance Stroll en el AMR23 a partir del año que viene con un contrato plurianual que el asturiano, de 41 años, puede extender o finalizar al final de cada temporada, según las fuentes de este medio.
Una salida sorprendente que se explica por el discreto ofrecimiento de Alpine al bicampeón español: le propusieron un contrato de un año más otro opcional. Ante el volantazo, se puede comenzar con lo anecdótico: el coche de empresa de Alonso a partir de enero será un imponente deportivo como los que conduce James Bond. En eso sale ganando.
El propietario de la escudería es Lawrence Stroll (Canadá, 63 años), un empresario que hizo fortuna importando ropa y se inició en el automovilismo para que su hijo Lance pudiera desarrollarse como piloto. Compró Prema, un gigante de la F3 y la F2; luego invirtió en Williams y a partir de 2018 lideró un consorcio de empresas canadienses que adquirió toda la deuda de Force India para hacerse con el control del equipo y denominarlo Racing Point.
De forma paralela, compró un 15% de la firma de automóviles de lujo Aston Martin Lagonda y desde 2021 renombró así al equipo, con el empaque comercial que sugiere un fabricante de coches icónico.
Pero este equipo tiene más historia. Aunque Aston Martin compitió como oficial en 1959 y 1960, la estructura actual fue fundada como Jordan en 1991. Así se denominó hasta 2005, con cuatro victorias, 19 podios y el debut de Michael Schumacher entre sus hitos. Luego fue Midland (capital ruso), después Spyker (bandera holandesa); finalmente Force India, que entre 2008 y 2018 progresó del 10º al 4º puesto en constructores y firmó una pole y seis podios con uno de los presupuestos más raquíticos de la parrilla.
Su anterior propietario acabó con causas judiciales y la deuda arreciaba cuando Stroll acudió con la solución. Ya pintados de rosa, como Racing Point, ganaron el GP de Sakhir en 2020 con Checo Pérez y firmaron a Vettel para el año siguiente. El último podio lo logró Seb en Azerbaiyán 2021. La retirada del tetracampeón alemán abrió una puerta insospechada para Alonso.
Fábrica, fichajes y patrocinadores
En el plano deportivo, mucho que mejorar. Este año marchan novenos de diez en el campeonato de constructores, si bien el Aston Martin puntúa regularmente (ocho de las últimas diez carreras). Arrastran un mal inicio de curso, no entendieron bien las nuevas normas, igual que McLaren o Williams.
Hasta ahora se habían caracterizado por la ingeniería inversa, la copia (a Mercedes en 2020), y en este curso cada vez se parecen más al Red Bull que ideó el propio Fallows antes de cambiar de empresa. Es un hecho que están por debajo de Alpine; en 2021 fueron séptimos con la mitad de puntos que la escudería de Enstone y por ahora suman 20 por los 99 de Alpine, el cuarto coche de 2022. Como compañero, Stroll, 23 años, será fácil de batir, pero no cómodo. Poco consistente, con buenos detalles de vez en cuando (dicen que es uno de los que mejor arranca). Una pole y tres podios en su haber con coches siempre menores.
Están construyendo una fábrica vanguardista en Silverstone que aspira a ser la más avanzada tecnológicamente de toda la parrilla. Han fichado perfiles claves en el paddock: Dan Fallows, anterior ingeniero jefe de aerodinámica de Red Bull; o Eric Blandin, mismo cargo en Mercedes. Hasta ahora se han comportado como buenos clientes de Brackley (utilizan su motor y su túnel de viento, entre otras piezas), pero cada vez se desarrollan de manera más independiente.
Se dice que las cuentas en la empresa matriz no son boyantes, como en casi ningún fabricante automovilístico después de la pandemia y la crisis de los microchips. Pero Aston Martin Racing tiene recursos, el coche está repleto de patrocinadores de peso y entre ellos destaca Aramco, socio prioritario de la F1. La petrolera saudí es la empresa más valiosa del planeta en la actualidad, por encima de Apple. Además, es un hecho que la llegada de Alonso impulsará más acuerdos comerciales.