A bordo del rompehielos Arctic Sunrise, la organización ecologista Greenpeace realizó acciones en el puerto de Avilés, España, contra los combustibles fósiles.  

Como parte de una gira internacional, el navío denunció el encarecimiento de la factura, la contribución de estos recursos al cambio climático y su freno a la transición energética.  

Según la campaña emprendida, estos productos no son naturales ni necesarios, sino sucios y contaminantes.

Todo ello continuó a pesar del compromiso adoptado por los gobiernos durante la COP28 para su abandono definitivo. 

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El tour también evitará la utilización del público o de las personas o entidades consumidoras, para rescatar o sostener a las empresas. 

Asimismo, Greenpeace aseguró que en España, las emisiones de las plantas de gas alcanzaron en 2024 las 58,4 millones de toneladas de dióxido de carbono, es decir 20 por ciento del total.

También señaló la elevada inversión en este sector: el año pasado, el gasto fue de 58, 527 millones de euros, una cifra similar al gasto en educación, de 63 mil 380 millones de euros.

“Nuestra excesiva dependencia provoca enfermedades, muertes, destrucción de la naturaleza y caos climático”, sentenció.

De otro lado, ponderó la detención de todas las subvenciones a plantas de combustibles fósiles y las importaciones de gas.