EE. UU. no dio toda la información sobre ataque terrorista en Moscú
Un reporte del diario The New York Times señala que la “relación de confrontación entre Washington y Moscú impidió a los funcionarios estadounidenses compartir cualquier información sobre el complot más allá de lo necesario".
Estados Unidos no compartió toda la información que tenía sobre un complot terrorista en Rusia antes del tiroteo en una sala de conciertos en las afueras de Moscú que mató a más de 140 personas, informó el jueves The New York Times.
De acuerdo con la publicación, la “relación de confrontación entre Washington y Moscú impidió a los funcionarios estadounidenses compartir cualquier información sobre el complot más allá de lo necesario, por temor a que las autoridades rusas pudieran conocer sus fuentes o métodos de inteligencia”.
En respuesta al informe, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que desconocía que la inteligencia de Estados Unidos estuviera reteniendo información sobre el complot terrorista.
De igual forma, expresó sus dudas sobre el informe. "La información de The New York Times, citando fuentes, es una información que debe ser tratada con mucha cautela", afirmó.
La Embajada de Estados Unidos en Moscú emitió una advertencia pública el 7 de marzo a los estadounidenses en Rusia que “los extremistas tenían planes inminentes de atacar grandes reuniones en Moscú, incluido conciertos”.
Al respecto, instó a los ciudadanos a evitar grandes reuniones durante 48 horas y transmitió la advertencia a Rusia en privado, según el jefe del FSB, Aleksandr Bortnikov, era “de naturaleza general”.
Las fuentes informaron al Times que Rusia reforzó la seguridad después de la advertencia, pero es posible que la haya relajado después de que no se produjo un ataque en el período de 48 horas.
El informe indicó que no estaba claro si la inteligencia estadounidense se equivocó sobre el momento del ataque o si los perpetradores notaron el aumento de la seguridad y decidieron esperar.
ISIS-K, la filial del Estado Islámico con sede en Afganistán, se atribuyó el mérito de la masacre y Estados Unidos respaldó su afirmación.
Rusia responsabilizó a los “extremistas islamistas”, pero afirmó que existe un vínculo con Ucrania y, por extensión, con Estados Unidos y Reino Unido.
Tanto Estados Unidos como Ucrania negaron cualquier participación en el ataque, pero el Comité de Investigación Ruso aseguró el jueves que los atacantes tenían vínculos con “nacionalistas ucranianos”.
Cuatro tayikos fueron acusados en Rusia por llevar a cabo el tiroteo.