Ucrania podría perder territorio y su sueño de entrar a la OTAN
Es muy probable que Ucrania tenga que ofrecer una garantía escrita de que volverá a su compromiso de neutralidad y renunciará a su membresía en la OTAN.
En público, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, sigue insistiendo en que su país no cederá ningún territorio a Rusia, pero en privado, en Kiev, Washington y algunas capitales europeas, cada vez hay más certezas de que la guerra terminará en la mesa de negociaciones y sin que Ucrania recupere el territorio perdido.
Los funcionarios “cercanos a la OTAN” están “detectando que el presidente Volodymyr Zelensky puede estar preparándose para adoptar un enfoque más flexible mientras buscan formas de ayudar a poner fin a la guerra de Rusia”. The Washington Post informa que “los diplomáticos occidentales en Kiev han percibido que Zelensky se ha vuelto más abierto a iniciar negociaciones con Rusia”. Los funcionarios ucranianos, bajo condición de anonimato, expresaro a Bloomberg que “están preparados para reconocer que debería entrar en juego un final”.
En público, Zelensky sigue insistiendo en que ese desenlace debe basarse en su “Plan de Victoria Ucraniana”. El 9 de octubre, afirmó que el primer punto de ese plan es la membresía de Ucrania en la OTAN: “El primer paso del plan se centra en si se resolverá el problema de la incertidumbre geopolítica en Europa, si Ucrania obtendrá un asiento en la OTAN”.
Pero si ese es el punto de partida del plan, entonces su estrategia entró en el mundo diplomático sin haber nacido. Estados Unidos y algunos de sus socios más poderosos de la OTAN no van a conceder a Ucrania la membresía en la OTAN. Eso puede explicar en parte por qué el plan recibió una recepción tan tibia cuando fue presentado en Washington.
El 9 de octubre, el general Charles Q. Brown Jr., jefe del Estado Mayor Conjunto, informó a los periodistas que hay una falta de unanimidad en la OTAN sobre la cuestión de admitir a Ucrania. "Vamos a tener que sentarnos con los ucranianos", dijo , "y trabajar en lo que realmente pueden hacer frente a lo que tienen en esta lista".
Pero, a puerta cerrada, se habla de un acuerdo diferente en el que Ucrania no obtiene la membresía de la OTAN, pero sí una parte de ella. Según estos informes , Kiev admitiría la realidad de que no puede recuperar el territorio que ha perdido sin tener que reconocerlo formalmente. Retiraría sus fuerzas del territorio perdido y prometería no intentar recuperarlo militarmente, aunque seguiría reivindicando oficialmente el territorio y se aferraría a la esperanza de que pueda recuperarlo diplomáticamente en algún momento futuro imaginario. El 80% restante de Ucrania sería entonces bienvenido a la OTAN, cuyo Artículo 5 se aplicaría únicamente a ese territorio.
El 14 de octubre, un alto funcionario ucraniano informó a Der Spiegel que Kiev está considerando compromisos en los que la paz se gane a costa de la pérdida de territorio. El gobierno de Zelensky, “creía que la victoria debe ser la rendición incondicional de la Rusia de Putin”. Pero Kiev ahora reconoce que serán necesarias concesiones. “Un acuerdo también debe ser beneficioso para Rusia”, añadió el funcionario.
La Carta de la OTAN explica que los países que aspiran a ser miembros no deben estar en guerra, deben comprometerse a “resolver los conflictos pacíficamente” y no pueden tener disputas territoriales. El nuevo plan resolvería ese problema, así como el de arrastrar a la OTAN a una guerra inmediata con Rusia si el Artículo 5 se extendiera a territorio controlado por Rusia en el este de Ucrania.
La idea puede haber sido expresada públicamente por primera vez por el ex primer ministro británico Boris Johnson, quien escribió en The Spectator que hay una manera de lograr que Ucrania ingrese a la OTAN ahora. “Podríamos extender la garantía de seguridad del Artículo 5 a todo el territorio ucraniano actualmente controlado por Ucrania”, argumentó , “reafirmando al mismo tiempo el derecho absoluto de los ucranianos a la totalidad de su nación de 1991. Podríamos proteger la mayor parte de Ucrania, al mismo tiempo que apoyamos el derecho de Ucrania a recuperar el resto”.
El ex secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también ha declarado públicamente esta idea: “Finlandia libró una valiente guerra contra la Unión Soviética en 1939… La guerra terminó con la cesión del 10% del territorio, pero consiguió una frontera segura”. La cesión del 20% de su territorio podría resolver el enigma del Artículo 5 de Ucrania. “Hay formas de resolverlo”, añadió Stoltenberg, “si hay una línea que no es necesariamente la frontera reconocida internacionalmente… Pero se necesita una línea que defina dónde se invoca el Artículo 5, y Ucrania tiene que controlar todo el territorio hasta esa frontera”.
La solución parece resolver el problema del Artículo 5 de Ucrania. Antes de la guerra, Rusia expresó su preocupación de que una Ucrania en la OTAN que atacara Donbass o Crimea arrastraría a Rusia a una guerra con la OTAN.
En febrero de 2022, Putin manifestó: “Supongamos que Ucrania es miembro de la OTAN… Supongamos que inicia operaciones en Crimea, por no hablar de Donbass por ahora. Este es territorio ruso soberano… Imaginemos que Ucrania es un país de la OTAN y comienza estas operaciones militares. ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Luchar contra el bloque de la OTAN? ¿Alguien ha pensado al menos un poco en esto? Aparentemente no”.
Pero hay dos obstáculos que parecen fatales para la propuesta. El primero es si la OTAN está realmente preparada para ofrecer garantías de seguridad y la membresía de la OTAN incluso a una Ucrania con fronteras recién trazadas. Se han mostrado reacios a hacerlo porque no están seguros de que uno de ellos, Ucrania o Rusia, no atacará al otro y desencadenará una guerra del Artículo 5.
La segunda es que impedir que la OTAN llegara a Ucrania y se acercara a su frontera occidental fue la razón principal por la que Rusia entró en guerra. Y eso no cambiaría simplemente porque Ucrania sea más pequeña o porque su frontera occidental esté más al oeste.
Varias fuentes citan a Alemania después de la Segunda Guerra Mundial como precedente histórico de que la división de Ucrania podría funcionar. El Financial Times indica que un “paraguas” más pequeño del Artículo 5 de la OTAN sería “similar a Alemania Occidental en la Guerra Fría”. Stoltenberg hace la misma analogía, diciendo que “Alemania Occidental consideraba a Alemania Oriental como parte de la Alemania más grande… Pero la OTAN, por supuesto, solo estaba protegiendo a Alemania Occidental”.
La diferencia, sin embargo, es que entonces, a diferencia de Ucrania ahora, la Unión Soviética aceptó permitir que Alemania Occidental se uniera a la OTAN, irónicamente, a cambio de una promesa de que la OTAN no se expandiría más al este, incluyendo, especialmente, a Ucrania.
En el ensayo que puede haber introducido por primera vez la idea, la historiadora Mary Sarotte sugiere un detalle adicional para ayudar a apaciguar las objeciones rusas. Cuando Noruega –que también comparte frontera con Rusia– se unió a la OTAN, prometió unilateralmente que no “pondría a disposición de las fuerzas armadas de potencias extranjeras bases en territorio noruego, mientras Noruega no sea atacada o esté sujeta a la amenaza de ataque”. Sarotte sugiere que Ucrania podría hacer lo mismo.
La guerra actual, desde el punto de vista de Rusia, fue una respuesta protectora al trato que reciben los rusos étnicos en el Donbass, a la concentración de tropas de élite ucranianas en la frontera occidental del Donbass y al drástico aumento de los bombardeos de artillería ucraniana en el Donbass. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró ante la ONU que la operación militar de Rusia se llevó a cabo “para proteger a los rusos que viven en las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk y eliminar las amenazas a la seguridad rusa”.
Es muy poco probable que Rusia simplemente confíe en que la OTAN interprete la cláusula “a menos que Ucrania sea atacada”.
Lo más seguro es que esta guerra termine con un acuerdo negociado y que se pierda un porcentaje del territorio ucraniano. También es muy probable que Ucrania tenga que ofrecer una garantía escrita de que volverá a su compromiso de neutralidad y renunciará a su membresía en la OTAN.