Protestas y demandas marcan la vida en Perú
La Coordinadora Nacional Unitaria de Lucha (CNUL), rechazó el diálogo con la mandataria Dina Boluarte, a la vez que repudió a los gobernadores y alcaldes de Perú, quienes asistieron a una reunión con la mandataria.
Las organizaciones sociales demandantes de la renuncia de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, ratificaron este lunes la decisión de continuar las protestas diarias y rechazaron tajantemente un diálogo convocado por la mandataria.
La Coordinadora Nacional Unitaria de Lucha (CNUL) difundió un cronograma de movilizaciones en Lima y en todas las regiones, inclusive durante las fiestas por el 202 aniversario de la independencia el próximo 28 de julio.
No cabe ningún diálogo con el régimen cívico-militar; dice el comunicado, ni con un gobierno ilegítimo, usurpador y asesino, en referencia a la propuesta de pláticas condicionadas a no tratar su renuncia y otras demandas políticas de la protesta.
Además, tampoco puede haber diálogo alguno con el Congreso repudiado por más de 90 por ciento del pueblo peruano y “convertido en nido de mafiosos, delincuentes, corruptos y entreguistas, los cuales permitieron el ingreso de tropas norteamericanas abdicando a la soberanía nacional.
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La movilización nacional del 19 de julio, indicó el logro de como cada vez más la mayoría absoluta de los peruanos reclama e identifica con las demandas, según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
El sondeo verificó que el 80 por ciento piden la renuncia de la presidenta Boluarte, elecciones generales adelantadas, el cierre del Parlamento y cerca del 70 por ciento, una asamblea constituyente, los mismos planteamientos de la coordinadora.
Lo que exigimos es que renuncie”, manifestó Lucio Callo, dirigente de la región surandina de Puno, bastión de las protestas y donde la población bloqueó como rechazo a Boluarte, el puente que comunica la capital regional con la frontera con Bolivia.
También condenaron la represión contra la demostración realizada en Lima el sábado último, acción policial que, afirmaron, evidenció su contenido racista, al ensañarse con los participantes indígenas llegados a la capital para sumarse a la manifestación.
De igual forma la CNUL repudió a los gobernadores y alcaldes de Perú, quienes asistieron a una reunión con la mandataria la víspera de la protesta del 19 de julio último.
Es escandaloso como esas autoridades vendieron su dignidad a un régimen dictatorial y asesino, dijeron.