El primer ministro en funciones del Líbano, Najib Mikati, condenó la agresión contra el suburbio sur de Beirut que provocó la muerte del subjefe del Buró Político del movimiento de resistencia palestino Hamas, Saleh Al-Arouri.

Mikati advirtió a la clase política israelí sobre la posibilidad de trasladar sus fracasos en Gaza hacia la frontera libanesa-palestina para buscar imponer nuevas realidades y reglas de enfrentamiento.

También consideró esta agresión como un intento de implicar a país en una escalada y entorpecer los esfuerzos para mantener el fantasma de la guerra en Gaza lejos del Líbano.

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Por su parte, el Partido Comunista Libanés calificó este acto como una flagrante violación de la soberanía nacional y la continuación de los crímenes israelíes contra el pueblo palestino.

En Yemen, la oficina política del movimiento Ansar Allah condenó el asesinato despiadado perpetrado por “Israel” contra el dirigente de Hamas, Saleh Al-Arouri, y dos comandantes de las Brigadas Al-Qassam.

Asimismo, consideró la acción un reflejo de la bancarrota, la decadencia y la criminalidad del ocupante israelí.

La ocupación israelí, respaldada por Estados Unidos, cometió ese crimen debido a su incapacidad militar para enfrentar a los combatientes de Gaza, señaló el comunicado de la Resistencia de Irak.

En este sentido, el secretario general del Partido de la Acción Islámica en Jordania, Murad Al-Adailah, apuntó que el ataque cobarde no detendrá al pueblo palestino.

Por su lado, el Observatorio Marroquí contra la Normalización con “Israel” consideró el atentado contra Al-Arouri el combustible renovado en las venas de la resistencia.