Siria: Occidente ignora las capacidades nucleares de "Israel"
El ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal al-Miqdad, condenó el silencio internacional ante las declaraciones de funcionarios israelíes sobre la posibilidad de "utilizar una bomba nuclear" contra el pueblo palestino en Gaza.
El ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal al-Miqdad, criticó el flagrante desprecio de los países occidentales por la posesión de "Israel" de capacidades nucleares fuera del marco del Tratado de No Proliferación Nuclear y el Acuerdo de Salvaguardias Integrales.
Durante su intervención vía internet ante la Conferencia de Desarme en Ginebra, Suiza, el canciller sirio condenó el silencio internacional ante las declaraciones de funcionarios israelíes sobre la posibilidad de "utilizar una bomba nuclear" contra el pueblo palestino en Gaza.
En ese sentido, describió de "erosionados" los compromisos de Occidente a nivel regional e internacional, debido al enfoque encaminado a continuar su hegemonía y superioridad militar a expensas de la seguridad, la estabilidad y la existencia de otros países y pueblos.
Al respecto, el titular enfatizó que “las palabras de Occidente no se corresponden con sus acciones”.
El jefe de la diplomacia del gobierno de Damasco responsabilizó a Estados Unidos y sus aliados por la cobertura política a "Israel" y aseguró que la bárbara agresión contra el indefenso y asediado pueblo palestino en la Franja de Gaza no habría continuado durante el quinto mes sin su apoyo.
“Siria confirma que la conferencia de las Naciones Unidas para establecer una zona libre de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva en Medio Oriente, en la que Estados Unidos e Israel se niegan a participar, no constituye una alternativa camino hacia la resolución correspondiente emitida en 1995”, reafirmó.
Igualmente, comentó sobre el doble rasero de Occidente por alentar a las organizaciones terroristas a poseer armas químicas, desarrollarlas y utilizarlas contra civiles y el ejército árabe sirios.
A su vez, recordó que Occidente adoptó la narrativa del terrorismo y la utilizó como pretexto para una agresión militar contra Siria.