Joe Biden anunció construcción de un puerto para ayudar a Gaza
Durante su tercer discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente de los Estados Unidos y potencial candidato demócrata para un nuevo mandato, ponderó las ventajas de una tregua favorable a "Israel", sin hablar de alto al fuego definitivo. Además abordó cuestiones internas medulares y la política exterior de su administración.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este jueves en la noche la decisión de encargarle a su ejército la construcción de un puerto temporal en la costa de Gaza para garantizar la entrega de un mayor volumen de ayuda humanitaria a esa población palestina, bajo el asedio y la agresión israelí desde hace 154 días.
Durante su tercer discurso del Estado de la Unión, el mandatario garantizó que las fuerzas estadounidenses no pisarán la Franja: sólo recibirán los barcos grandes con alimentos, agua, medicinas y refugios temporales.
No obstante esa facilidad, advirtió Biden, el gobierno de “Israel” debe cumplir su papel y permitir la entrada de más ayuda a Gaza por otras vías, además de garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios.
Según manejó en su discurso, este apoyo no puede ser una simple consideración secundaria o una carta de negociación, y por ello "Estados Unidos lidera los esfuerzos internacionales para llevar más ayuda humanitaria a Gaza".
Biden mencionó el asesinato en estos cinco meses de más de 30 mil palestinos, la mayoría no pertenecientes a Hamas, con miles de mujeres y niños entre las víctimas.
También calificó de "trágica" la destrucción de casas, barrios y ciudades en Gaza, las decenas de miles de familias sin acceso a alimentos, agua o medicinas, así como los niños huérfanos debido a la guerra.
Sin embargo, desvió su discurso para afirmar que "Israel” tiene derecho a combatir a Hamas, aunque tenga la responsabilidad de proteger a los civiles inocentes.
A juicio del presidente norteamericano, Hamas puede poner fin al conflicto hoy mismo, si libera a los prisioneros, depone las armas y entrega a los responsables de los eventos del 7 de octubre.
En cuanto a la discusión sobre un alto al fuego, consideró suficientes seis semanas para liberar a los israelíes retenidos por la Resistencia y a aliviar la crisis humanitaria, y con esos objetivos su administración "trabaja sin descanso".
De todas formas, el aspirante a retener el cargo se autodenominó "partidario de por vida de Israel", y reiteró como "verdadera solución" el reconocimiento de dos Estados: el israelí y otro palestino, para lograr la paz en beneficio de su aliado y sus relaciones en el área.
Por su parte, el director de la oficina de la red Al Mayadeen en Washington, Monther Sleiman, destacó la ausencia, en el discurso del presidente, de una real exigencia de alto al fuego en Gaza, y destacó en sus palabras apenas una solicitud a “Israel” de proteger a los civiles.
Esta "advertencia suavizada" refleja la incapacidad de llegar a un consenso para lograr un alto al fuego, aseveró el colega desde la capital norteña.
La aproximación de Biden al tema de Gaza es muy limitada, apuntó Sleiman. En realidad, todo su discurso sobre el sufrimiento humano y otros asuntos sería innecesario si su gestión se adhiriera al derecho internacional.
Mientras esperaban el discurso, centenares de manifestantes se concentraron frente a la Casa Blanca y cerca del Capitolio, con consignas y pancartas donde culpaban a la administración estadounidense de complicidad por el genocidio sionista en la Franja de Gaza.
Crisis internas, conflictos externos
El discurso del "Estado de la Unión" es una tradición anual de los presidentes en EE.UU., presentado durante una sesión conjunta del Congreso en el Capitolio.
Las declaraciones de Biden en ese contexto suscitaron un gran interés en la sociedad estadounidense, en tanto abordó no solo temas actuales de política exterior, sino también cuestiones internas cruciales para las elecciones presidenciales del venidero noviembre.
Desde su punto de vista, la libertad y la democracia estan "bajo ataque", e invitó a los votantes a mirar hacia un segundo mandato suyo para protegerlas.
En su retórica, Biden propuso liderar al país con "visión de futuro" y sabiduría, sin importar su edad, y ofreció desde una oportunidad más justa para la clase media hasta salvar al planeta de la crisis climática y la violencia armada.
"Somos los Estados Unidos de América y no hay nada más allá de nuestra capacidad cuando actuamos juntos", arengó a los presentes y a la teleaudiencia.
Respecto a la guerra en Europa, expresó su disposición a proporcionar "cuanto Ucrania necesita" para derrotar a Rusia, pero sin enviar sus tropas allí, insistió.
Al evaluar la naturaleza de las relaciones con China, propuso "competir de manera positiva y ganarles en este siglo", sin incentivar el conflicto económico con prácticas injustas, de lo cual acusó al gigante asiático.
No obstante, admitió su interés en revitalizar alianzas en el Asia-Pacífico y actuar "en defensa de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán".
También se jactó de proscribir las tecnologías estadounidenses en las armas chinas; un paso que su predecesor (y actual contendiente, Donald Trump), nunca dio, "a pesar de su retórica" sobre el tema.
Sobre la violencia interna y los tiroteos, dijo estar orgulloso por firmar la Ley de Seguridad de Armas más significativa en más de 30 años, y exigió una prohibición de los rifles de asalto y de alta capacidad al alcance de los civiles.
Con la mira puesta en las elecciones presidenciales, resaltó metas "encaminadas" con su aprobación, como un incremento del salario mínimo federal; la Ley de igualdad de géneros y la acogida a ciudadanos de cualquier país o credo.
“No demonizaré a los inmigrantes diciendo que envenenan la sangre de nuestro país. No voy a separar familias. No voy a impedir a personas que entren al país en virtud de su fe. Introduje un plan completo para asegurar la frontera. Pero a diferencia de mi predecesor, yo sé quiénes somos como estadounidenses..", reflexionó.
De cara al futuro, propuso un impuesto mínimo para los millonarios de 25 por ciento (lo cual generaría 500 mil millones de dólares en los próximos 10 años, aseguró), y reducir los costos de la salud, pues "los estadounidenses pagamos más por los fármacos o medicinas que cualquier otro país del mundo".
En materia económica, consideró estos tres años de mandato como beneficiosos, por el recorte del déficit federal, la recaudación de 650 mil millones de dólares en energía limpia, la reducción de la inflación de nueve a tres por ciento y la generación de 15 millones de nuevos empleos, entre otros logros mencionados.