Grupo Paramilitar de Sudán utilizó comida para forzar reclutamiento
Cerca de 700 hombres y 65 niños fueron incorporados durante los últimos tres meses a las Fuerzas de Acción Rápidas en el estado de Al Jazirah, mediante hambre, tortura y terror, reveló investigación de la cadena CNN.
Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), grupo paramilitar de Sudán, obligaron en 2023 a cientos de hombres y decenas de niños a unirse por la fuerza a sus filas para luchar contra el ejército sudanés.
Así lo reveló una investigación realizada por la red informativa de Estados Unidos CNN, y confirmó el uso de alimentos como "arma” para lograr su propósito, según testimonios brindados por 30 testigos.
El pasado año, el grupo paramilitar lideró una campaña para esclavizar a hombres y mujeres, además de otras atrocidades cometidas con sus milicias aliadas en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, demostró el estudio del medio norteño.
La publicación constató que cerca de 700 hombres y 65 niños fueron reclutados por la fuerza durante los últimos tres meses, y verificó las identidades de 750 adultos arrestados por el grupo, sólo en el estado de Al Jazirah.
Según la investigación, los testimonios revelaron el hambre como motivo para aceptar en la mayoría de los casos (600 adultos y 50 menores).
Otros 150, entre ellos 15 niños, fueron incorporados por la fuerza al oeste del estado, aunque trabajaban con anterioridad como agricultores o comerciantes.
Testigos oculares detallaron al medio una variedad de métodos coercitivos para obligar a unirse a las filas de las FAR, incluidos intimidación, tortura, ejecuciones sumarias y retención de alimentos y asistencia médica.
Supervivientes y familiares de las víctimas, y otros testigos presenciales, también narraron las represalias cuando 20 jóvenes residentes se negaron a entrar a la milicia.
Los paramilitares establecieron una base en el estado y lanzaron una campaña de terror: saquearon viviendas, quemaron supermercados y almacenes de materiales y alimentos y se marcharon con más de 30 vehículos robados.
También, según confirmaron 13 testigos presenciales, rechazar cualquier advertencia de esas Fuerzas se paga con la comida, el hogar y la seguridad.
Pero el control sobre los suministros de alimentos es sólo una parte de un sistema de coerción en expansión en el estado de Al Jazirah.
Al cabo de casi un año de guerra, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia calculó en alrededor de 19 millones de niños sudaneses sin escolarizar.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas advirtió a principios de este mes acerca de unos 25 millones de personas en Sudán, el vecino Sudán del Sur y Chad “atrapadas en una espiral de deterioro de la seguridad alimentaria”.
Además, los más necesitados de ayuda están varados en zonas inaccesibles, debido a la violencia continua y la injerencia de las partes en conflicto.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó la semana pasada sobre unos 220 mil niños aquejados de desnutrición aguda, y más de siete mil nuevas madres pueden morir en Sudán si no les llega asistencia en los próximos meses.
Alrededor de 3,7 millones de niños sufren desnutrición en todo el país y ya hay informes de muertes por esa razón, incluso en Darfur, afirmó el informe.
Naciones Unidas lanzó un llamado para recaudar dos mil 700 millones de dólares este año para satisfacer las necesidades humanitarias de Sudán, pero hasta el momento, sólo han logrado el cinco por ciento de esa cifra.