Kiryat Shmona, ciudad fantasma en el norte de Palestina ocupada
Ante el impacto del bombardeo sistemático de la Resistencia libanesa, la población ya ha dicho que no piensa regresar cuando termine la guerra.
El asentamiento Kiryat Shmona, al norte de la Palestina ocupada, es el mayor centro de población evacuado después del 7 de octubre de 2023, confirmó el periódico israelí Jerusalem Post.
A consecuencia de las operaciones de la Resistencia de Líbano (Hizbullah) en apoyo a Gaza y como respuesta a los ataques israelíes contra el sur de la nación levantina, Kiryat Shmona fue descrita por ese medio como "una ciudad fantasma".
Ya no quedan trabajadores de los servicios de emergencia, y el tráfico es tan ligero que el municipio dejó de operar los semáforos; solo hay un supermercado operativo y hasta mediodía, apuntó.
De acuerdo con las fuentes del medio israelí, ante tal estado de abandono humano, los lobos y otros animales salvajes cercanos deambulan por el asentamiento por la noche.
En este sentido, indicó que la mayoría de los colonos evacuados de esa zona decidieron no regresar, y cuanto más dure la incertidumbre de la escalada contra Líbano, mayores serán las posibilidades de que los israelíes se muden permanentemente del asentamiento.
A la luz de los lanzamientos diarios de misiles desde Líbano, el gobierno de ocupación evacuó 43 comunidades a cinco kilómetros de la frontera, desde el mar Mediterráneo en el oeste hasta los Altos del Golán en el este.
Por primera vez en décadas, resaltó la prensa local, esto condujo al establecimiento de una zona de seguridad dentro de "Israel" a lo largo de toda la frontera norte”.
Según el Jerusalem Post, más de 60 mil israelíes fueron espantados del norte desde el inicio de la epopeya palestina Diluvio de Al Aqsa, y ahora viven en hoteles, con familiares y amigos o en viviendas de alquiler.
Funcionarios del gobierno israelí mantuvieron conversaciones con alcaldes del norte, sobre la posibilidad de no abrir el año escolar el 1 de septiembre, debido a la “tensión constante y la posibilidad de una escalada importante”.
En valoración del alcalde del asentamiento de Metulla, David Azoulay, cada dos días cae un proyectil sobre una casa, y los misiles antitanques Kornet fueron especialmente mortíferos, pues 130 de las 600 viviendas del asentamiento resultaron dañadas y algunas quedaron completamente destruidas.