Unión Europea rechaza clasificación de la UNRWA como terrorista
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, aseveró que la tragedia en la Franja de Gaza superó todos los límites y su curso actual es inaceptable.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ratificó este lunes su rechazo a cualquier intento de clasificar como organización terrorista a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA).
Durante una rueda de prensa, el diplomático advirtió que la tragedia en la Franja de Gaza superó todos los límites, y su curso actual es inaceptable.
También condenó los repetidos ataques de los colonos israelíes a los convoyes de ayuda humanitaria dirigidos a la Franja de Gaza.
Con anterioridad, el Comisionado General de la Agencia, Philippe Lazzarini, denunció los esfuerzos de “Israel” para neutralizar las acciones a favor del pueblo palestino mediante maniobras como esa.
Al mismo tiempo, advirtió sobre las consecuencias del pretendido desmantelamiento, lo cual conduciría al colapso del trabajo humanitario y millones de personas pagarían por ello.
Lazzarini aseveró que no hay alternativa a la agencia en la Franja, porque es la base de los esfuerzos de respuesta humanitaria en ese enclave, donde toda la infraestuctura social fue destruida y más de dos millones de personas “están atrapadas en el infierno".
En su criterio, los ataques de los colonos israelíes, las incursiones militares y la destrucción de hogares y servicios vitales son parte del sistema de opresión sionista.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, coincidió en que no hay alternativa a la UNRWA para apoyar al pueblo gazatí, y aseguró trabajar en todos los frentes, porque “es momento de poner fin a esta terrible guerra”.
La agencia se creó en 1949 para ocuparse de los asuntos de los refugiados, provocados por la ocupación israelí de los territorios palestinos en 1948 y el desplazamiento sistemático de sus tierras desde entonces.
En su mayoría, esas familias fueron desplazadas hacia Cisjordania y la Franja de Gaza, o a países vecinos como Jordania, Líbano y Siria, donde viven en campamentos seguidos de cerca por la ONU.