Europa intenta reducir influencia de Rusia en nuevo gobierno de Siria
La Unión Europea busca fortalecer su influencia ante el nuevo régimen, y envió a los cancilleres de Alemania y Francia a Damasco para condicionar su participación en la reconstrucción de esa nación árabe y ofrecer alternativas a las importaciones rusas.
La Unión Europea procura comunicarse con los nuevos líderes del gobierno en Siria con dos propósitos centrales, al decir del periódico Bloomberg: garantizar su presencia en el reajuste de esa nación árabe y reducir la influencia de Rusia en la misma.
Como parte de estos esfuerzos, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, y su homólogo francés, Jean-Noël Barrot, viajaron este viernes a Damasco para mantener conversaciones con el jefe de la administración siria, Ahmed Al-Sharaa (Al-Golani).
Al decir de Bloomberg, esta es la primera visita de funcionarios occidentales de alto nivel a Siria desde el derrocamiento del gobierno de Bashar Al Assad, y es evidente la intención de la Unión Europea de encontrar una fórmula de cooperación con el nuevo liderazgo.
La canciller alemana aseguró el interés de la Unión de ayudar a Siria a lograr una transferencia de poder pacífica y completa, además de participar en su reconstrucción, pero advirtió sobre un camino "lleno de baches" para lograrlo.
De acuerdo con Baerbock, para Berlín la relación con el grupo Hay'at Tahrir al-Sham tiene una importancia adicional, porque pretenden intencionar el regreso de buena parte de los sirios emigrados a Alemania bajo el gobierno de Bashar Al Assad (casi un millón).
“Sabemos de dónde viene ideológicamente Hay’at Tahrir al-Sham y lo que ha hecho en el pasado, y a pesar de todas las dudas, no debemos perder la oportunidad de apoyar al pueblo sirio en esta importante encrucijada”, puntualizó la diplomática alemana.
Fuentes informadas también señalaron a Bloomberg el interés de algunos países del G7 y sus aliados de facilitar a Siria alternativas a las importaciones rusas de petróleo y alimentos, para reducir la influencia de Moscú en Damasco.
En ese contexto, la visitante alemana acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de encubrir crímenes cometidos por el régimen de Assad durante la guerra civil siria.
Además reafirmó el compromiso de su país y otros socios internacionales de garantizar que el proceso político interno sirio "no se vea perturbado desde el exterior".