Un nuevo estudio analítico mostró que las principales compañías petroleras gastaron 445 millones de dólares durante la última campaña electoral para influir en Donald Trump y el Congreso de Estados Unidos.

Según un reporte de The Guardian Newspaper, la cantidad incluye fondos de enero de 2023 y noviembre de 2024 para donaciones políticas, presión y publicidad, y para apoyar a los funcionarios electos y las políticas específicas.

El sector de combustibles fósiles bombeó 96 millones en una campaña de reelección de Donald Trump y sus comités de acción política. Mucho de este aporte fue cubiertos por multimillonarios donantes.

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Otras contribuciones provienen de intereses de petróleo y gas menos conocidos, incluidos fondos de cobertura que comercian con combustibles fósiles, empresas mineras y productores de barcos y tanques de combustible en alta mar.

Además, estas compañías y sus grupos comerciales también gastaron 243 millones de dólares para influir en el Congreso, aseguró el medio de prensa.

Según se espera, estos donantes se beneficiarán de las prioridades identificadas por los designados en el Senado aprobados por Trump, como el director ejecutivo de la empresa de fracturación hidráulica, Chris Wright, quien fue elegido para encabezar el Departamento de Energía; y el exrepresentante de Nueva York, Lee Zeldin, quien aceptó más de 400 mil dólares en donaciones de la campaña ligada a los combustibles fósiles, encabezada por la EPA.

De acuerdo con el informe, estas inversiones "probablemente den frutos", en tanto los republicanos controlan la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado, así como algunos estados clave.