Ni "Israel" ni Trump son serios respecto al alto al fuego en Gaza
La revista estadounidense Foreign Policy cuestiona si Washington y "Tel Aviv" no harán que el acuerdo se derrumbará en las próximas semanas.
La revista estadounidense Foreign Policy recordó que el 19 de enero de 2024 comenzó la primera fase del acuerdo entre "Israel" y Hamas, y cuestionó si es realmente un alto el fuego, o simplemente una tregua que se derrumbará en las próximas semanas.
Por lo general, señaló la publicación, se considera que un alto el fuego es permanente cuando las partes tienen una intención clara y declarada de no reanudar las hostilidades. En cambio, una tregua es lo opuesto: temporal y frágil.
El 88 por ciento de las escuelas en Gaza fueron destruidas en los últimos 15 meses durante la agresión israelí, denunció hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa).
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) January 24, 2025
En su cuenta en la red social X, el organismo destacó que unos… pic.twitter.com/aliNGEYJ1s
Desde la perspectiva de Hamas, la situación es relativamente sencilla, pues la organización necesita un cese de las hostilidades y declaró su intención de cumplir con las tres fases del acuerdo.
Sin embargo, para "Israel" es completamente diferente. En la primera fase del acuerdo no se estipula una retirada del "ejército".
Incluso si todos los soldados abandonaran Gaza, "Israel" seguirá como una potencia ocupante, tal como lo estableció la Corte Internacional de Justicia.
Pero el asunto clave es si hay intención real de cesar los combates, y hay señales claras que indican lo contrario, afirmó la revista.
Horas después de que Trump reasumiera la presidencia, expresó su gran desconfianza en mantener la tregua. Además, funcionarios de su administración, como el asesor de seguridad nacional y el secretario de Defensa, manifestaron su apoyo a los objetivos israelíes, que, por definición, eliminarían completamente la posibilidad de un alto el fuego.
De acuerdo con Foreign Policy, las declaraciones públicas de varios ministros israelíes en los últimos días son contundentes. Por ejemplo, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, afirmó que él y su partido permanecerán en el gobierno debido a las garantías recibidas —según él— del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de continuar con la guerra en Gaza.
De hecho, Smotrich subrayó que "Israel" tiene la intención de controlar Gaza y hacerla inhabitable, y de eliminar las restricciones impuestas por la administración Biden.
Según Foreign Policy, Smotrich considera que la fase dos del acuerdo, y mucho menos la tercera (que implicaría la reconstrucción de Gaza), nunca sucederán. Este supuesto compromiso de Netanyahu, según Smotrich, le impidió abandonar el gobierno.
Para Smotrich, "la destrucción total de Hamas en Gaza es un objetivo de guerra necesario y aún no se logró".
El propio Netanyahu habló directamente con la prensa israelí y occidental y dejó claro que el alto el fuego es "temporal" e "Israel" cuenta con el apoyo total para reanudar la guerra en Gaza "con una fuerza abrumadora".
Además, Netanyahu ya comenzó a violar el acuerdo. El 20 de enero, un día después de que se iniciara el alto al fuego, varios palestinos fueron asesinados.
Un componente clave del pacto, según diversas filtraciones, era el reposicionamiento de las fuerzas israelíes del corredor de Filadelfia, a lo largo de la frontera con Egipto, durante la primera fase, trasladándolas a otras partes de Gaza.
Sin embargo, en vísperas de la entrada en vigor del convenio, Netanyahu declaró que "Israel" no reduciría su presencia en el corredor de Filadelfia; al contrario, aumentaría la cantidad de fuerzas en esa zona, violando no solo este marco propuesto, sino también los Acuerdos de Camp David con Egipto.
"Un aumento de disturbios en Cisjordania es inevitable"
En este contexto, Foreign Policy destacó que Netanyahu parece estar equilibrando entre satisfacer el deseo de la administración Trump de mostrar que alcanzó un acuerdo y sus propios cálculos sobre las razones para continuar la guerra.
Resaltó que el genocidio en Gaza es parte integral de un conflicto más amplio, que incluye la ocupación de Jerusalén Este y Cisjordania.
En Cisjordania, las perspectivas también son sombrías. El 17 de enero, el ministro de Seguridad (Guerra), Yisrael Katz, anunció la cancelación de las detenciones administrativas de colonos judíos detenidos actualmente en "Israel" por planificar y cometer ataques terroristas contra palestinos en los territorios ocupados.
Según un funcionario israelí, esta decisión se tomó por consideraciones políticas internas.
Asimismo, es casi seguro un aumento de los disturbios en Cisjordania, y está claro que la administración Trump apoya los movimientos israelíes para acelerar esta situación.
Foreign Policy concluyó que el acuerdo y el verdadero alto al fuego solo se sostendrán si Estados Unidos utiliza su inmensa presión e influencia sobre "Israel" para garantizar el cumplimiento de los términos, pero hay pocas señales de la administración Trump al respecto, resaltó.
En cambio, es probable que aumente la inestabilidad, especialmente si se descarta permanentemente la posibilidad de un Estado palestino, si "Israel" anexa territorios de Cisjordania o si se reanudan los asentamientos en Gaza.
Cualquiera de estos desarrollos tendría graves consecuencias para toda la región.
Trump expresó su intención de expandir los Acuerdos de Abraham e incluir a Arabia Saudita como el próximo país árabe en normalizar relaciones con "Israel". Sin embargo, el gobierno saudita dejó claro que Riad tiene requisitos previos para regularizar los nexos con la entidad sionista.
Entre ellos, dejó claro que uno de ellos es el establecimiento de un Estado palestino, una postura basada en la Iniciativa de Paz Árabe.
Foreign Policy concluyó que, si Trump realmente quiere ver la plena normalización de "Israel" en la región, el éxito duradero de este alto el fuego es un primer paso esencial.