La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió que enfrenta este año una situación de incertidumbre en cuanto al financiamiento de sus operaciones en Siria.

A falta de recursos financieros adecuados y confiables, la agencia no podría ser capaz de mantener su apoyo a las organizaciones locales que brindan asistencia crucial a los refugiados.

Como parte de su labor, la ACNUR ofrece junto con sus socios una amplia gama de servicios, como el transporte de refugiados desde países vecinos hacia Siria, asesoramiento e información, ayuda para su reintegración, además de asistencia humanitaria y reparación de viviendas dañadas.

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Hay 5.5 millones de refugiados sirios en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto, además de aproximadamente 1.4 millones más en otros países, principalmente en Europa.

De acuerdo con la ACNUR, estos refugiados no pueden ser ignorados ni abandonados y tampoco deben ser forzados a regresar a Siria contra su voluntad.

Cualquier decisión sobre los retornos debe ser tomada únicamente por los propios refugiados para garantizar un regreso duradero y sostenible.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados señaló que la Unión Europea organizará en los próximos días una conferencia en Bruselas para abordar las diversas necesidades en Siria.

Expresó su esperanza de que los participantes comprendan la urgencia de actuar y consideren las posibles consecuencias si no se abordan estas cuestiones a tiempo.