Tribunal israelí prolonga detención de esposa del mártir Walid Daqqa
El Club de Prisioneros Palestinos denuncia la prolongación de la detención de Sanaa Salama como una venganza sistemática contra la familia del mártir Walid Daqqa.
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Activista Sanaa Salama, esposa del mártir Walid Daqqa.
El Club de Prisioneros Palestinos condenó la decisión del tribunal israelí de Haifa de prorrogar hasta el próximo martes la detención de la luchadora Sanaa Salama, esposa del mártir Walid Daqqa.
Las fuerzas de ocupación israelíes arrestaron el jueves por la noche a la activista cuando regresaba de Ramallah a los territorios palestinos ocupados desde 1948. Estaba acompañada de su hija, Milad Walid Daqqa, y otra niña.
Según un comunicado de la organización, esta prolongación representa "un nuevo capítulo en la venganza sistemática y el terrorismo organizado que continúa practicando la ocupación contra el mártir Walid Daqqa y su familia".
Las fuerzas israelíes arrestaron en la noche del jueves a la activista Sanaa Salama Daqqa, esposa del prisionero mártir Walid Daqqa.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) May 30, 2025
El arresto tuvo lugar en un puesto de control militar mientras regresaba de Ramallah, en Cisjordania, a los territorios palestinos ocupados en… pic.twitter.com/4kU2dphVs9
Declaró que la decisión del tribunal no era "sorprendente", especialmente a la luz de "la incitación sistemática contra la activista Daqqa, la más reciente de las cuales fue el llamado del ministro fascista Ben Gvir a deportarla y revocar su ciudadanía".
Asimismo, destacó que la incitación se convirtió en "una herramienta fundamental para imponer mayor control, censura y represión" contra las familias de los mártires y prisioneros palestinos.
En esa línea, denunció que las autoridades israelíes intensifican la persecución de miles de familias de detenidos y mártires mediante acoso, amenazas, vigilancia y detenciones sistemáticas.
Sanaa Salama es la viuda del prisionero mártir Walid Daqqa, figura destacada del movimiento de presos palestinos, quien falleció en abril del año pasado.
El mártir pasó 38 años en cárceles israelíes, sufriendo tortura sistemática y continua, negligencia médica y duras condiciones de castigo.
A pesar de su martirio, las autoridades de ocupación siguen reteniendo su cuerpo y se niegan a entregarlo a su familia, una medida ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos.