Movimiento juvenil “Generación Z 212” continúa protestas en Marruecos
El movimiento “Generación Z 212” canaliza el descontento social juvenil en Marruecos, con demandas centradas en salud, educación y lucha contra la corrupción.
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Movimiento Gen Z 212 continúa protesta contra corrupción en Marruecos (Foto: Anadolu)
El movimiento juvenil “Generación Z 212” continúa sus protestas en diversas ciudades de Marruecos para exigir mejoras urgentes en los servicios de salud y educación, una lucha efectiva contra la corrupción y la dimisión del primer ministro Aziz Akhannouch.
Las manifestaciones, lideradas por jóvenes y activas desde hace aproximadamente una semana, surgieron como respuesta a una serie de crisis sociales acumuladas.
Aunque el movimiento guarda similitudes con expresiones juveniles en otros países, sus demandas se centran en problemáticas locales, vinculadas a la situación económica y social en Marruecos.
La chispa inicial se encendió en la ciudad de Agadir, al sur del país, tras la muerte de ocho mujeres embarazadas en menos de un mes en un hospital público.
Este hecho generó indignación y desencadenó una ola de protestas que se extendió rápidamente a otras regiones.
Algunas de las protestas pacíficas fueron enfrentadas por las autoridades con restricciones, represión y detenciones, derivando en disturbios que dejaron tres fallecidos y decenas de heridos.
Los activistas de “Generación Z” se desvincularon de los actos violentos y reiteraron su llamado a mantener la protesta pacífica.
Analistas políticos consideran que el surgimiento del movimiento refleja una profunda asfixia social y una pérdida de confianza en las instituciones tradicionales.
Observadores señalan que la mayoría de los jóvenes marroquíes dejaron de creer en los partidos políticos, a los que acusan de haber perdido credibilidad.
La debilitación de los sindicatos contribuyó también a un vacío de representación que los jóvenes han ocupado mediante redes sociales y plataformas digitales.
Según datos del Alto Comisionado para el Plan, la tasa de desempleo en Marruecos alcanza el 12.8 por ciento, mientras que entre los jóvenes asciende al 35.8 por ciento, y entre los graduados universitarios al 19 por ciento.
El profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Abdelmalek Essaadi de Tánger, Mohammed Amrani Boukhobza, explicó que un tercio de la población marroquí está compuesta por jóvenes de entre 15 y 35 años, lo que evidencia una transición demográfica significativa.
También señaló que la realidad económica y social, junto con el deterioro de los servicios públicos y la débil confianza en las instituciones tradicionales, formó una "bomba de tiempo" que llevó al estallido de las protestas.
Por su parte, el profesor de Ciencias Políticas y Derecho Constitucional, Ahmed El Bouz, insistió en que lo que se requiere son "reformas urgentes y tangibles, especialmente en educación, salud y empleo, garantizando la libertad de expresión y el derecho a la protesta".
Advirtió que, sin estos cambios, cualquier intento de diálogo por parte del gobierno podría ser percibido como una estrategia para ganar tiempo.
En respuesta, el gobierno marroquí expresó su comprensión ante las demandas del movimiento juvenil y manifestó su disposición a abrir canales de diálogo con los manifestantes.