¿Cuál es el límite de cualquier aventura militar de Trump en el Medio Oriente?
La mayoría de los observadores estadounidense hablan de la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lleve a cabo una acción militar contra Irán y el Eje de Resistencia o contra una de las partes de este eje. Este ataque, según expertos, pudiera ocurrir antes 20 de enero de 2021, fecha prevista para el fin del de mandato del presidente Trump tras su derrota en las elecciones presidenciales.
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¿Cuál es el límite de cualquier aventura militar de Trump en el Medio Oriente?
Mientras tanto, durante todo su primer y último mandato, el presidente norteamericano se alejó de tomar una decisión similar, a pesar del alto nivel de tensión en las relaciones entre Estados Unidos e Irán o cuando ese nivel de tensión era en muchas ocasiones suficiente para que estallara una guerra, o al menos un gran enfrentamiento entre las dos partes, por varios razones.
Por ejemplo podemos mencionar el incidente del derribo del avión estadounidense (Q1) o el ataque estadounidense que provocó la muerte del teniente general Qassem Suleimani y el oficial de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi Al-Muhandis, y lo que siguió de una respuesta iraní al bombardear la base estadounidense de Ain Al-Assad en Iraq.
Tomando en cuenta todo lo anterior, entonces no hay otra razón para explicar el esperado ataque estadounidense contra Irán bajo orden de Trump que no sea su pérdida de las elecciones, como si Irán y su Eje fueran responsables de liderar la campaña electoral de Biden, o como si fueran ellos quienes manejaron el voto estadounidense directo el día de las elecciones. O como si los actores del Eje de la Resistencia, como Hizbullah en El Líbano o Ansar Allah en Yemen, fueran responsables de la administración corrupta de Trump y sus decisiones confusas y su fracaso en enfrentar la pandemia del Covid-19.
Por lo tanto, las razones reales y directas de esta pérdida siguen siendo numerosas y claras, incluidas las internas y externas, y por supuesto, directamente relacionadas con la mentalidad y personalidad del presidente Trump.
De todos modos, y sean cuales sean las razones por las que Trump pierde las elecciones, ¿existe la posibilidad de que emprenda una acción militar contra Irán y el Eje de la Resistencia, antes de que el mandatario deje su cargo a principios del próximo año? ¿Cuáles son los datos que determinan la naturaleza de una acción militar estadounidense ahora en la región?
Datos relacionados con el liderazgo de EE.UU.
Al observar la trayectoria del gobierno del presidente Trump en los últimos cuatro años, parece haber estado llena de contradicciones de liderazgo, comenzando con el nombramiento de la mayoría de los miembros de su personal y luego sus despidos rápidamente, además de su retirada de la mayoría de los acuerdos internacionales o cuasi-internacionales que las sucesivas administraciones estadounidenses antes que él se habían comprometido, llegando a su postura extraña como presidente del país más poderoso del mundo hacia a varios expedientes y asuntos; especialmente el más reciente de la cuales su reacción loca, infantil y débil de no aceptar el resultado electoral.
Todo esto no le permite (mentalmente) tomar una decisión estratégica deliberada respecto a la agresión contra Irán, cuyas repercusiones serán inevitablemente enormes, con una gran posibilidad de que las cosas conduzcan hacia una devastadora guerra global.
El estado profundo en Estados Unidos, que durante mucho tiempo ha desempeñado el papel de guía, garante y organizador de las decisiones presidenciales, ya que el presidente según la constitución estadounidense tiene amplios poderes, capaces de cambiar la faz del mundo si lo quisiera, este (estado profundo) no permitirá que ningún presidente con una mentalidad y personalidad similar a Trump tome una decisión tan sensible, peligrosa y crucial como esta.
Datos militares
Militarmente, en la actualidad nada ha cambiado respecto al pasado, especialmente en la posición de cada parte en cualquier enfrentamiento. En primer lugar, respecto a la ecuación de disuasión iraní, cuyos componentes se refuerzan y se vuelven más efectivos e incluyentes, donde sus maniobras de misiles aéreos, espaciales, marítimos o balísticos son la mejor muestra de esto. Mientras, Washington toma en consideración este asunto, y básicamente (Washington) está presionando y apuntando contra Teherán precisamente por esa razón, porque las capacidades que Irán han demostrado son suficientes para instar a cualquier presidente o comandante militar estadounidense a pensar bien antes de involucrarse en cualquier aventura.
En segundo lugar, respecto a (Israel), que fue y seguirá siendo el punto de debilidad más sensible en cualquier enfrentamiento o ataque contra Irán o contra una de las partes del Eje de la Resistencia.
Este punto representa un gran peligro para (Israel), y tiene sus elementos, datos y estudios prácticos y de campo precisos, lejos de los caprichos y las molestias de Trump por su derrota en las elecciones.
Mientras tanto, si las estadísticas sobre las recientes elecciones estadounidenses son ciertas, con respecto a un gran porcentaje de judíos estadounidenses que votaron por Biden y alejaron de Trump, el hombre que no dejó nada que no hiciera por (Israel), entonces esto es suficiente para que (Israel) tema cualquier aventura militar de Trump en la región, mientras todo el mundo conoce la capacidad del estado sionista para influir en las decisiones de la Casa Blanca.
Otros datos
La destitución del secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, no significa nada práctico sobre este tema. Más bien tomar una decisión de guerra por parte de cualquier presidente estadounidense, a pesar de la importancia y necesidad de las propuestas y datos del Pentágono. Esta decisión no se vería afectada por las posiciones de los oficiales militares o sus sugerencias, donde estos mismos siempre sugirieron (desde sus responsabilidades y cargo) a varios expresidentes no ir a la guerra, y a pesar de esto no fueron despedidos.
Sin embargo, si el presidente logra superar el mayor y único obstáculo constitucional en cuanto a la oposición del Congreso, definitivamente no le importará la oposición del ministro de Defensa y los militares.
Por otro lado, la retirada de uno de los mayores destructores y portaaviones del Golfo, para protegerlo de los ataques de misiles iraníes si estallara una guerra, no constituye una indicación concluyente de la existencia de una decisión de lanzar una guerra en el Golfo. Más bien, porque cientos de sitios, bases e intereses estadounidenses todavía están en la región, y son conocidos en el Golfo o en la región en general, y estarán al alcance de los misiles y drones iraníes.
Al final, es cierto que los datos mencionados anteriormente casi excluyen la posibilidad de que Trump tome una decisión de guerra, pero la prisa y la personalidad sospechosa de Trump a la hora de tomar decisiones imprudentes, jugarán un papel en la posibilidad de tomar decisiones precipitadas y locas.