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El pueblo ecuatoriano debe mirarse hoy en el espejo de Bolivia, donde un gobierno de izquierda fue blanco de las maquinaciones instrumentadas por Estados Unidos para evitar su permanencia en el poder y  mediante un llamado golpe de Estado “blando” se sumió en el caos.

Aunque no es el caso luego de la traición del presidente Lenin Moreno a los seguidores del expresidente Rafael Correa, ahora los ecuatorianos enfrentan los planes para evitar puedan tomar en sus manos los destinos del país.

Eso pudiera ocurrir el próximo 7 de febrero cuando asistan a las urnas en medio de una terrible pandemia causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2  pero, aunque ese es el peligro que se ve, otros no menos amenazantes se mueven en la sombra para descarrilar los intentos de la izquierda para elegir un  gobierno que no se pliegue a la política de Washington.

Cuando el 20 de octubre, pese a las manipulaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), cara visible de los estadounidenses, los bolivianos eligieron nuevamente a Evo Morales a la presidencia, Washington y la derecha local continuaron el plan para desconocer el resultado y posteriormente, con el apoyo de la policía y el ejército, lo sacaron del poder.

Bolivia pasó de ser la vitrina de desarrollo de Latinoamérica a una etapa de crisis económica y desgobierno, algo que pudiera entronizarse en Ecuador si prosperan aprestos dirigidos por organizaciones estadounidenses para evitar la llegada al gobierno de un gobierno popular de izquierda.

El tiempo y diversos estudios de fuentes independientes, principalmente de Estados Unidos, certificaron que Morales venció, algo que anticiparon durante meses encuestas de opinión.

En la actualidad pero con un presidente (Moreno) calificado de traidor por la izquierda,  se recrea un escenario para impedir que el movimiento popular regrese al poder.

Los sondeos anticipan que el candidato  progresista Andrés Arauz, de Unión por la Esperanza, lidera la mayoría de las encuestas a escasos días de los comicios generales.

Un total de nueve empresas dedicadas a sondeos de intención de votos coincidieron en dar como ganador a Arauz, de cara a la apertura de las urnas  el venidero 7 de febrero, y en la mayoría de los casos ubicaron en segunda posición a Guillermo Lasso, de la Alianza CREO, y dejaron para el tercer puesto a Yaku Pérez, quien representa a Pachakutik.

El promedio del contendiente de Unión por la Esperanza es 37,9 por ciento, después de alcanzar entre 32,5 y 41,4 puntos porcentuales, mientras que el representante de CREO acumuló el 24, 4 por ciento y el de Pachakutik 15,1.

El resto de las posiciones, entre los 16 contrincantes al Palacio de Carondelet, sede de la presidencia, las ocupan Xavier Hervás, de Izquierda Democrática, el expresidente Lucio Gutiérrez, de Sociedad Patriótica, Isidro Romero (Avanza) y Ximena Peña, de Alianza PAIS y la única mujer en la contienda, en ese orden.

La lógica indica que el próximo  presidente y el  vicemandatario de la República quedarán electos en primera vuelta y serán el binomio de la Unión por la Esperanza, que completa el comunicador Carlos Rabascall.  Sin embargo, si no triunfa una de las 16 duplas, el balotaje o segunda vuelta de comicios está pactada para el 11 de abril próximo.

Son 13 millones 99 mil 150 los ecuatorianos los que deben ir a las urnas, para elegir además a los 137 miembros de la Asamblea Nacional y los cinco parlamentarios andinos, cuya selección, ahora ya no será el domingo 7, pues las papeletas con los nominados no se imprimieron, por recursos pendientes de solucionar sobre algunas candidaturas.

Eso, un proceso presuntamente democrático, es lo que está en juego pero… Realidades que enfrentan los ecuatorianos.

Sobre Ecuador vuela una Águila marcada por las estrellas y las barras que planea en las sombras un desenlace manipulado luego de privar al expresidente Correa de su derecho a participar en las elecciones.

Juan Sebastián González, el nuevo director de Asuntos Hemisféricos en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Estados Unidos, de origen colombiano y criado en ese país,  forma parte del nefasto entramado para evitar que los ecuatorianos decidan su destino.

Desde que se anunció la candidatura de Arauz, una figura cercana a Correa,  la arremetida no se hizo esperar, tanto de los medios de comunicación, como por parte de los partidos de derecha y sus candidatos, además de instituciones internas y externas financiadas por Washington.

Con referente cercano en lo que ocurrió en Bolivia y antes en naciones como Brasil y Paraguay, entre otros, la derecha fiel y guiada por Washington hace aprestos contra el proceso que pudiera traer al poder un gobierno que no seguiría sus dictados y se preocuparía por recuperar la función estatal de orientar la economía y poner los recursos estatales a servicio de la población en general.

Hoy los ecuatorianos necesitan de un nuevo proyecto de país basado en un serio análisis de la realidad actual, en la cual el gobierno electo debe estar orientado a hacer retroceder el hambre, la miseria y la pobreza que aumentó en 20 por  ciento en los últimos  4 años.

Eso está en peligro según denunció  José A. Amesty R,  Teólogo, Formador Sociopolítico, Articulista político y teológico venezolano,  en la publicación www.alainet.org al señalar que desde el Interamerican Institute for Democracy (IID), con sede en Miami, está en marcha un plan para boicotear el proceso electoral ecuatoriano encargado por el Departamento de Estado norteamericano.

En tal empeño,  plantea la fuente, encomendaron al boliviano Carlos Sánchez Berzain, exministro de gobierno de Bolivia y promotor del golpe de Estado contra Evo Morales, organizar y dirigir las acciones de esta institución en Ecuador. Es la recreación de lo que ya hicieron.

Para este propósito, además del financiamiento oficial del gobierno de EEUU, el IID recibió dinero adicional canalizado por el gobierno colombiano, el cual fue empleado fundamentalmente en las campañas mediáticas contra el expresidente Rafael Correa, en función de justificar su enjuiciamiento e inhabilitación en el proceso electoral, y los candidatos de la izquierda, precisó Amesty.

Señaló el teólogo que el  IID, es considerado una de las casas de retiro de los Agentes de la Central de Inteligencia Americana (CIA) latinoamericanos, donde también están en su órbita agentes de la poderosa MOSAD israelí que hicieron de Ecuador un centro de sus acciones en la región.

Sostiene  el denunciante que entre los que figuran en la plantilla del IID se encuentran nombres como Tomás Regalado, exdirector de Radio y Tv Martí,  William Kaliman, excomandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia,  ahora millonario y residente en Miami, quien funge como vicedirector de esa; Carlos Alberto Montaner y Olaf Halvorssen (amigo personal de John Bolton, exconsejero de seguridad nacional de EEUU, además, de ser un activo principal contra Venezuela y las causas de izquierda en la región latinoamericana.

El pasado 4 de enero Miami fue sede de una reunión entre los directivos de las organizaciones: Directorio Democrático cubano DDC, y Freedom House, Orlando Gutiérrez y John Suarez, respectivamente, juntamente con empresarios israelíes con intereses de inversión en América Latina, con el fin de establecer una fuente de financiamiento para el accionar de estas organizaciones en Ecuador.

La cita conspirativa  fue coordinada por la excongresista cubanoamericana Ileana Ros Lethinen (una judía)y el propio director del IID, Tomas Regalado, con el propósito de sumar a ambas organizaciones subversivas al plan, para obstaculizar una probable victoria del binomio Andrés Arauz-Carlos Rabascall.

Esos grupos, entre los que está la OEA,  Freedom House, el Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales NDI,  preparan acciones e intentarán  documentar supuestas irregularidades cometidas por los partidos políticos de izquierda, en función de sustentar el supuesto fraude en caso de hacer falta, algo parecido a lo que hicieron en Bolivia.

Según la denuncia de Amesty, también se unen al esfuerzo mediático contra el binomio Arauz-Rabascall, la ONG española Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), también con sede en Miami, la cual es dirigida por el expresidente español José María Aznar.

La línea fundamental de ataque que diseñado está orientada a vincular, mediante la difusión de fake news (noticias falsas), al candidato Arauz con decisiones y proyectos donde supuestamente hubo corrupción y malos manejos, durante su etapa en el gobierno de Correa.

Como parte de estas acciones, precisó el teólogo,  suministran información falsa, proporcionada por la embajada estadounidense en Quito, a los candidatos de la derecha para que la utilicen en sus campañas, debates y declaraciones en la prensa plegada a ellos.

Todo esto evidencia que Washington no quiere la vuelta de la izquierda al poder y empleará todas las herramientas para llenar de obstáculo el camino de la dupla Arauz-Rabascall, incluso recurriendo al derramamiento de la sangre de los ecuatorianos.