¿Se repetirá el escenario de la Espada de Jerusalén?
El pueblo palestino, donde quiera que esté, está convencido de su resistencia y de que es capaz de lograr la gran batalla por la libertad.
Los acontecimientos sobre el terrero en los territorios palestinos ocupados comenzaron con una serie de operaciones heroicas individuales llevadas a cabo por los jóvenes en diferentes localidades; Beersheba, Hadera y Tel Aviv, dichas operaciones causaron gran choque y confusión en la seguridad y los militares israelíes.
Dichos sucesos han venido acompañados de inestabilidad política en la estructura del gobierno de la coalición israelí liderado por Naftali Bennett, especialmente después de la retirada de la líder del partido sionista Yamina, Idit Silman, que hace que esté al borde del colapso en cualquier momento.
El escenario palestino que hace semanas ha ido escalando gradualmente comenzó a adquirir formas más calientes y fuertes, con el creciente estado de incitación sistemática israelí contra los lugares sagrados islámicos, especialmente hacia la Mezquita de Al-Aqsa, y el anuncio de los grupos del Templo de su intención de degollar sacrificios en los patios de la mencionada mezquita en un paso destinado a imponer una nueva realidad, en preparación para la demolición de la Mezquita de Al-Aqsa y la construcción del supuesto templo.
La unidad de los grupos de la resistencia palestina política y militarmente y, sobre el terreno, con el lenguaje amenazante que lanzó desde la Franja de Gaza, hizo que la oficina del primer ministro Naftali Bennett, emitiera un comunicado negando la intención de los grupos del Templo de realizar sus actos de sacrificio durante los próximos siete días de la llamada “Pascua judía”, lo que explica el temor de "Israel" de que se repita el escenario de la batalla de la Espada de Jerusalén, cuyo recuerdo aún aterroriza a la ocupación y a su liderazgo, que sufrió un gran fracaso frente la capacidad de la resistencia y firmeza en la defensa de la Mezquita de Al-Aqsa el año pasado.
La enorme brutalidad en la reacción ante lo que está sucediendo, que no es menos que una verdadera y masiva revolución en todas las localidades palestinas, refleja un estado de histeria, conmoción e intensa confusión en los círculos oficiales israelíes. Para entender esta crisis, es necesario comprender un conjunto de premisas, ya que el estado de perturbación no es causado por una falla israelí en las herramientas militares y de seguridad para enfrentar la revolución del pueblo palestino, sino por la erosión de los planes y el fracaso de las teorías y políticas que se aplicaron y por las que apostó durante varios períodos en los últimos años.
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Hay etapas consecutivas, la primera de las cuales es la llamada operación Muralla Protectora llevada a cabo por el ocupante israelí en el campamento de Jenin en 2002, luego la del estallido de la Intifada de Al-Aqsa y sus acontecimientos, después la división palestina y el recrudecimiento del férreo control de seguridad sobre la resistencia en 2007, llegando a la que se vive ahora, que se considera la más importante, ya que la ciudad de Jenin vuelve a estar al frente de la escena de la resistencia como punto de partida para las operaciones militares palestinas contra la ocupación israelí.
Si hablamos de la ciudad de Jenin, o retrocedemos en la memoria, encontraremos que esta ciudad ha tenido una gran peculiaridad en los últimos años. Anteriormente, delegaciones internacionales y personalidades británicas y estadounidenses, como la secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condoleezza Rice, Tony Blair y el general estadounidense Keith Dayton, trataron de someter dicha ciudad y el resto de las localidades controladas por la Autoridad Palestina y contenerlas para crear una nueva realidad.
Declararon públicamente en ese momento que Jenin sería la ciudad modelo palestina que produciría la nueva generación palestina a la que no le importaría el cumplimiento de su deber hacia su patria y sus lugares sagrados, tampoco pensaría en enfrentarse a la ocupación israelí.
En esta etapa, “Israel” atraviesa un grave estado sin precedentes de amenazas internas y operaciones liberadas en su contra desde los territorios ocupados en 1948 y la ciudad de Jenin, más lo que está sucediendo en Jerusalén y en la mezquita al-Aqsa, e invocando la resistencia de la Franja de Gaza, y los parámetros y ecuaciones que impuso por un lado, y por otro lado, su comportamiento en Cisjordania, el cual se nota como si fuera el reflejo de un estado de confusión en la toma de decisiones para hacer frente a la escalada del estado revolucionario y el aumento del nivel de las operaciones guerrilleras por parte de los palestinos.
“Israel” cree que es capaz de desmantelar tal estado revolucionario que le sorprendió en su carrera contra el tiempo y la realización de operaciones objetivas o limitadas en las afueras de las ciudades de Cisjordania, en un intento de aniquilar cualquier espíritu patriótico y de resistencia, mediante arrestos y asaltos limitados.
En realidad; su conducta refleja el estado de declive y fracaso, después de que se volvió incapaz de llevar a cabo operaciones de asedio en las ciudades de Cisjordania y efectuar grandes o amplias incursiones y operaciones militares en la ciudad de Jenin y otras ciudades, similar a lo que hizo en 2002, debido a su gran comprensión de que tales pasos reforzarían más el estado de lucha de la resistencia en Cisjordania, y las llamas de Cisjordania quemarían a "Israel" por todos lados, por no hablar de los otros cálculos que se impusieron, al declarar que la resistencia palestina en la Franja de Gaza no permitiría que la ocupación israelí monopolizara de la ciudad de Jenin ni ninguna de sus las ciudades palestinas en Cisjordania o Jerusalén ocupada, y esto significa que la resistencia palestina en la Franja de Gaza, que pudo imponer la ecuación de "Jerusalén-Gaza" el año pasado, ha logrado este año imponer una nueva ecuación, que es la de "Gaza-Jerusalén-Jenin".
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Las estadísticas especializadas publicadas recientemente confirmaron la escalada y el aumento de la acción de resistencia palestina en Cisjordania y Jerusalén, e incluso en los territorios ocupados en 1948. Tal estado revolucionario es acorde con las condiciones políticas, de seguridad y sociales en Cisjordania y Jerusalén ocupada.
Volviendo al curso de los acontecimientos, la batalla de la Espada de Jerusalén estuvo precedida por el surgimiento de varios factores similares que están presentes sobre el terreno estos días, los cuales aún presagian el estallido del enfrentamiento, como sucedió el año pasado, Jerusalén vuelve a ser el foco del conflicto y el título del enfrentamiento más destacado con "Israel", y ocupa todos los acontecimientos, y esto se debe a su importancia religiosa, política, cultural y social.
Jerusalén ocupa la vanguardia de la escena palestina en la lucha contra la ocupación y representa la palanca principal para la acción de la resistencia en el entorno palestino, asimismo; la resistencia palestina en la Franja de Gaza representa el eje más importante en el conflicto con "Israel". . Una resistencia que su silencio da miedo, y en su revolución se ha vuelto aterradora y una amenaza para "Israel", cuando anunció, como primer paso, el estado de alerta y movilización popular general en preparación ante cualquier conducta israelí contra la Mezquita de Al-Aqsa o que conduzca a la realización de lo que los grupos extremistas del Templo están planeando.
La escena en la ciudad de Jerusalén ha llegado a su auge durante el sagrado mes de Ramadán, gracias a la voluntad del pueblo palestino, que decidió prepararse para proteger y defender los lugares sagrados, mientras observaba el comportamiento de la ocupación y sus colonos, y en cuanto al escenario; seguirá siendo tenso y abierto a cualquier perspectiva, y la resistencia podrá repetir la batalla de la Espada de Jerusalén y su heroísmo en caso de que los grupos del Templo israelí se atrevan a imponer una nueva realidad que allane para la demolición de la Mezquita Al-Aqsa y la construcción de su supuesto templo.
El pueblo palestino está demostrando día tras día que es capaz de acabar con la ocupación, y se percata de que el tiempo ya no está, en absoluto, a favor de "Israel", y que cada precio que paga en su lucha contra la ocupación le hace avanzar pasos, y la voluntad palestina se está fortaleciendo.
La gran victoria sobre el ocupante se ha vuelto más cierta que nunca, más bien; el pueblo palestino, donde quiera que esté y gracias a su resistencia es capaz de lograr la gran batalla de la liberación y expulsar a la ocupación de todo el territorio palestino.