Wael Jubarah se lo pasó en grande el 4 de mayo en el parque Al-Thawra, cerca del aeropuerto de Saná. Estaba celebrando el Eid como miles de yemeníes que se habían reunido en el parque para participar en los juegos eléctricos y disfrutar de la pintoresca vista del exuberante jardín.

"Todos los que participamos en el Eid estamos contentos por el alto el fuego, y queremos que esto sea el principio del fin de la guerra de siete años", dijo Jubarah a Al Mayadeen.

Hans Grundberg, enviado especial de la ONU a Yemen, ayudó a negociar un alto el fuego de dos meses entre Ansar Allah y la coalición de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que entró en vigor el 2 de abril.

En virtud del acuerdo, el puerto de Hodeidah se abrirá a 18 buques de combustible y el aeropuerto internacional de Saná podrá atender 16 llegadas y salidas durante los dos meses de alto el fuego.

El primer vuelo estaba previsto para el 24 de abril, pero fue cancelado por la coalición alegando que los pasaportes de los pasajeros debían ser expedidos por el gobierno formado por Arabia Saudí, y no por el Gobierno de Salvación Nacional dirigido por Ansar Allah en Saná.

El movimiento de resistencia yemení Ansar Allah registra cada día decenas de violaciones del alto el fuego por parte de la coalición saudí, incluidos los ataques aéreos en las provincias de Hodedidah y Marib.

"El primer mes del alto el fuego humanitario ha terminado sin que los países agresores permitan los vuelos al aeropuerto de Saná, lo que supone una evidente violación del acuerdo", tuiteó el jefe de la Delegación Nacional de Negociación de Yemen, Mohammad Abdul Salam. 

"Además de las continuas obstrucciones a la llegada de barcos al puerto de Hodeidah, continúan las violaciones militares, ya que un avión espía ha lanzado esta mañana dos ataques en Sirwah, en la provincia de Marib", añadió Abdul Salam.

El director general del aeropuerto internacional de Saná, Khaled Al-Shayef, dijo que se esperaba la llegada de mil 400 pasajeros y la salida de otros mil 400 cuando operaran los vuelos comerciales. 

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"Los expatriados yemeníes soñaban con visitar a sus familiares en Saná para el Eid después de haber estado separados durante diez años", dijo Al-Shayef a Al-Masirah TV.

Preguntado por su opinión sobre la negativa de la coalición a reanudar los vuelos de entrada y salida del aeropuerto de Saná, Jubarah dijo: "El compromiso de la coalición es esquivo. Nos alegramos de que el aeropuerto se abra al menos para los vuelos humanitarios, pero los días demuestran que es un enemigo de la paz y que no se toma en serio el cumplimiento de un próximo acuerdo."

Occidente no quiere la paz

El movimiento de resistencia yemení Ansar Allah registra cada día decenas de violaciones del alto el fuego por parte de la coalición saudí, incluyendo ataques aéreos en las provincias de Al-Hudaydah y Marib.

"No tienen principios para respetar el alto el fuego que firmaron", dijo Jubarah en una entrevista para Al Mayadeen. "Esto se debe a que Occidente no quiere que haya paz en Yemen".

Jubarah subrayó que la coalición de agresión considera el alto el fuego como "una etapa para reunir fuerzas para atacar de nuevo a los yemeníes."

"Ansar Allah no debe dar a la coalición la oportunidad de controlar ni un centímetro de nuestra tierra", dijo Jubarah. "Deberían responder rápida e inmediatamente cerrando los aeropuertos de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos y restringiendo sus puertos marítimos, como están haciendo con nosotros".

Ansar Allah respeta el alto el fuego

Mohammad Mujahed, un agricultor yemení de Sanaa, dijo: "La tregua nos ha complacido durante el Ramadán y el Eid".

"Gracias al alto el fuego, ya no tenemos miedo de los ataques aéreos, que siempre alcanzan objetos civiles. Ahora podemos visitar cualquier lugar. La guerra es mala", dijo Mujahed, que vive en Sanaa, a Al Mayadeen. 

"Espero que Ansar Allah respete el alto el fuego hasta el último día. Entonces responderán a las violaciones del alto el fuego con ataques selectivos, similares a su último ataque contra el depósito de petróleo de Aramco en Jeddah, el 25 de marzo", añadió Mujahed, y su amigo, a su lado, asintió.

Mohammad Ismail, jinete, dijo que el alto el fuego de dos meses era "bueno" porque había ganado mucho dinero, a diferencia de lo que ocurría antes del alto el fuego.

"Antes del alto el fuego, ganaba entre 50 mil y 70 mil yenes al día", dijo Ismail, de 17 años, a Al Mayadeen en el parque Al-Thawra.

"Durante el alto el fuego, gano entre 150 mil y 200 mil yenes al día", añadió Ismail.

Pronto se darán cuenta de su error

Un miembro de la Delegación Nacional de Negociaciones, Abdul-Malek Al-Ejjri, dijo en un tuit: "Cada día que pasa desde el alto el fuego cierra una de las ventanas para la paz."

"Queríamos utilizar el alto el fuego como una oportunidad para avanzar y resolver los problemas relacionados con el levantamiento del asedio y el fin de la guerra, pero los países agresores lo han convertido en un retroceso que ha restablecido la paz en lugares oscuros", tuiteó.

Y añadió: "Hay un error de cálculo de nuestra posición y pronto se darán cuenta de su error, pero entonces será demasiado tarde".

'También se están preparando para responder a las violaciones israelíes'

"No tengo Eid. Trabajo día y noche para vender cuadernos y bolígrafos, pero mi beneficio es muy pequeño", dijo Saad Ali Al-Dhaifi.

"Los que violan el alto el fuego son mercenarios de la coalición saudí-UAE. No les importa si los civiles están en paz o en guerra.

"Si se preocuparan por el pueblo yemení, habrían abierto el aeropuerto para los vuelos humanitarios, pero se están vendiendo al diablo estadounidense", añadió Al-Dhaifi.

Al preguntársele su opinión sobre la negativa de la coalición a abrir el aeropuerto de Saná, dijo: "La coalición quiere dinero de los estadounidenses, al igual que los mercenarios yemeníes quieren dinero de la coalición saudí porque los saudíes luchan en nombre de los estadounidenses."

"Ansar Allah no sólo responderá a las violaciones de la coalición saudí, sino que también se está preparando para responder a las violaciones israelíes, como el asalto a la mezquita de Al-Aqsa", subrayó Al-Dhaifi.