La ocupación estadounidense de Siria continuará
El consumo de los recursos limitados de Siria por parte del poder hegemónico y sus grupos delegados en la nación en problemas alentará la militancia y socavará los esfuerzos para estabilizar la región en general.
La repentina llegada sin previo aviso del alto oficial militar estadounidense, el general Mark Milley —presidente del Estado Mayor Conjunto—, a una polvorienta base de esamisma nacionalidad en el remoto noreste de Siria el viernes puede traer a la mente una cita famosa de Dick Cheney, vicepresidente durante el período de George W Bush: "El buen Dios no creyó conveniente poner petróleo y gasolina solo donde hay regímenes electos democráticamente y amigos de Estados Unidos. De vez en cuando tenemos que operar en lugares donde, en general, uno normalmente no elegiría ir. Pero vamos donde está el negocio".
Según relatos de testigos presenciales la semana pasada, el 27 de febrero, las tropas estadounidenses transportaron al menos 34 camiones cisterna llenos de petróleo sirio robado a través del cruce fronterizo ilegal de Al Mahmoudiya hasta sus bases en Irak. En la estimación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria, las pérdidas acumuladas sufridas por el sector del petróleo y el gas del país debido al robo y otras acciones de Estados Unidos ascendieron a 107 mil millones de dólares en agosto del año pasado.
El petróleo es un hidrocarburo único que anestesia el pensamiento, nubla la visión y corrompe. Pero según un informe de Reuters, la visita de Milley se trató de algo más que del petróleo, supuestamente con vistas a "evaluar los esfuerzos para prevenir un resurgimiento" del grupo militante Estado Islámico y "revisar las salvaguardias para las fuerzas estadounidenses contra los ataques, incluidos los drones de las milicias respaldadas por Irán".
Ahora, eso es exagerado por dos razones: Una, únicamente hay alrededor de 900 soldados estadounidenses en total en Siria y Milley no tiene que emprender una misión tan rutinaria; dos, en realidad no hay antecedentes de que Daesh haya atacado alguna vez a las fuerzas estadounidenses en Siria.
Por el contrario, el folclor entre los países de la región es que Estados Unidos es mentor del Daesh, brinda capacitación a los cuadros del sombrío grupo militante en la remota base estadounidense en Al-Tanf en la frontera sirio-iraquí e, incluso, brinda apoyo logístico a las operaciones del grupo en la región desértica de Siria.
No está claro si Milley se reunió con los comandantes de las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos, que han sido las principales aliadas de las fuerzas estadounidenses en el noreste de Siria.
Una explicación plausible sería que Milley llegó siguiendo instrucciones de la Casa Blanca en el contexto de una legislación para poner fin a la participación de Estados Unidos en Siria que se someterá a votación en el Congreso estadounidense esta semana. El congresista Matt Gaetz —republicano de Florida—, quien el mes pasado presentó una resolución de poderes de guerra para ordenar al presidente Joe Biden que retire a las Fuerzas Armadas estadounidenses de Siria, ha atacado frontalmente la visita de Milley.
Gaetz dijo en un comunicado el viernes: "Si el general Milley quiere tanto esta guerra, debería explicar por qué estamos luchando y por qué vale la pena el tesoro y la sangre estadounidenses. La política exterior de Estados Unidos primero exige realismo, pensamiento racional y seriedad".
Él señaló que "Siria es un pantano de pólvora. Estados Unidos no tiene un interés perceptible en seguir financiando una lucha donde las alianzas cambian más rápido que las arenas del desierto".
Pero Milley no se inmuta. Cuando los periodistas le preguntaron si creía que el despliegue en el país árabe valía la pena, Milley dijo: "Creo que es importante". También agregó: "Pienso que una derrota duradera de ISIS y continuar apoyando a nuestros amigos y aliados en la región (…) Creo que esas son tareas importantes que pueden hacerse".
El congresista Gaetz presentó el proyecto de ley luego de un comunicado de prensa del Comando Central de Estados Unidos el 17 de febrero que anunciaba que cuatro miembros del servicio fueron heridos durante un ataque con helicóptero al noreste de Siria cuando se desencadenó una explosión desde el suelo.
La conclusión es que no hay otra razón que las consideraciones geopolíticas para la continua ocupación estadounidense de alrededor de un tercio del territorio sirio. Ellas son principalmente:
.- La necesidad de mantener la presencia de Estados Unidos en el estratégico Mediterráneo oriental.
.- La relaciones problemáticas de Estados Unidos con Turquía.
.- La seguridad de Israel.
.- Las bases rusas en Siria.
.- El eje ruso-sirio-iraní y, más importante:
.- La geoestrategia para mantener a Siria débil y dividida para el futuro previsible.
Un comentario el año pasado en el China Daily, propiedad del gobierno, plasmó conmovedoramente la tragedia siria: "El presunto saqueo del petróleo sirio por parte de Estados Unidos y sus representantes solo empeorará las condiciones en el país golpeado por las "sanciones" mientras que lucha por reconstruirse años después de la guerra (…) El consumo de los recursos limitados de Siria por parte del poder hegemónico y sus grupos delegados en la nación en problemas alentará la militancia y socavará los esfuerzos para estabilizar la región en general".
El comentario citó al ministro de Relaciones Exteriores de Siria en sentido de que la presencia de las fuerzas estadounidenses en el noreste del país y el saqueo del petróleo sirio es un intento de obstruir una solución política que socava la estabilidad y la seguridad. Dijo: "La manera en la que Washington está actuando y su apoyo ilimitado a los grupos terroristas muestran la hipocresía de Estados Unidos en la región, una situación que ya no es aceptable, ni moral ni políticamente".
El proceso de normalización del gobierno de Assad con los Estados en la región del Golfo —en especial con Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Catar, así como con Egipto y Turquía— ha puesto a Estados Unidos en una situación difícil. Es particularmente irritante para ellos que Rusia esté mediando en el acercamiento turco-sirio.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Mijail Bogdanov, anunció el lunes que su país, Turquía, Irán y Siria están organizando una reunión entre sus respectivos ministros de Relaciones Exteriores: "Estamos trabajando en ello. Puedo decir que acordamos no revelar detalles por el momento, no todo es tan simple, debemos trabajar discretamente sobre los principios de la diplomacia silenciosa", agregó en referencia indirecta a los intentos retorcidos de descarrilar el proceso.
Basta con decir que a Washington le quedan cada vez menos opciones que causar problemas en Siria nuevamente y crear confusión con el fin de producir una coartada para continuar con la ocupación de Siria. El gobierno sirio ha llamado la atención sobre esto en una declaración que condena la "visita ilegal de Milley a una base militar estadounidense ilegal".
La declaración alega que "la comunidad internacional sabe muy bien que Daesh es una cría ilegítima de la inteligencia de Estados Unidos (…) Y el apoyo brindado por las fuerzas estadounidenses a las milicias terroristas y separatistas en las áreas de su ocupación es una postura estadounidense declarada, destinada a prolongar la guerra terrorista contra Siria para objetivos que ya no están ocultos para nadie".
El propio Milley ha sido sincero en cuanto a que la ocupación militar debe continuar. Dada la reputación profesional de Milley como un hombre afirmativo, quien es muy consciente del "factor viento" —como dirían los chinos— en los pasillos del poder de [Washington] D.C. en un momento dado, es completamente concebible que el presidente Biden ahora obtenga exactamente los comentarios y recomendaciones que necesita para bloquear el impulso en el Congreso para la retirada de las tropas estadounidenses de Siria.
El diario moscovita Vedmosti informó hoy, citando una fuente diplomática informada, que Al-Assad planea realizar una visita oficial a Rusia a mediados de marzo. El presidente sirio visitó Rusia por última vez en septiembre de 2021.
El periódico ruso estimó que las cuestiones humanitarias relacionadas con el reciente terremoto y la asistencia rusa podrían ser el centro de las conversaciones, pero también es "importante que las partes comparen la posición de cada una y desarrollen enfoques comunes" sobre una variedad de cuestiones políticas. Rusia, Turquía, Irán y Siria tienen una posición común que pide el fin de la ocupación estadounidense de Siria desde hace siete años.