Los medios de comunicación corporativos en Puerto Rico han querido proyectar la unidad de los sectores principales de la Alianza de País 2024, de manera sectaria, para minimizar su potencial.

Pretenden dejar fuera de la Alianza, a los combativos Movimientos Sociales y limitarlo a la unidad en la acción, entre el emergente Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) —la tercera fuerza política y primera en la capital— y el tradicional Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), ahora rejuvenecido y fortalecido.

Esos negocios multi-millonarios privados de las comunicaciones y sus dueños mayormente estadounidenses, tienen muy claros sus objetivos mediáticos, pues representan los intereses de la clase política colonial, neoliberal y corrupta.

Históricamente, estos negocios han sido burdamente manipulados, a base de pautar millones de dólares en anuncios comerciales, a través de los gobiernos de centro derecha y de sus partidos políticos. Crear en el imaginario del pueblo, que sólo se trata de un junte electoral de “dos fuerzas políticas minoritarias” y nada más, es la clave comunicacional.

De esa manera, planifican sembrar más fácil, el miedo al cambio, que saben ya está en camino por las continuas protestas callejeras multitudinarias, que se reflejaron en la elección 2020, con el triunfo de varios legisladores del MVC y el PIP, así como en la Alcaldía de San Juan.

Estas dos colectividades juntas se hubieran acercado mucho a ganar las elecciones con un 28%, frente a un 33% del partido anexionista y un 32% del partido colonial.

Además, como siempre, los medios corporativos, intentan invisibilizar al liderato del MVC y el PIP e inculcar que se trata de una alianza “comunista, terrorista, independentista y subversiva”, recurriendo a su arma principal que ha sido el miedo. Esa táctica demagógica y malsana, les resulta cada vez menos efectiva, ante la radicalización sobretodo de la juventud y los adultos mayores pensionados.

También por el impacto de las redes sociales, en un contexto histórico de empobrecimiento de la población, que a su vez provoca el éxodo masivo hacia USA. En el fondo, es la antigua estrategia manipuladora de sembrar la desconfianza en el pueblo, hacia las entidades que fomentan un proceso de justicia social y de descolonización.

A eso se han dedicado, bajo la tutela de las agencias de inteligencia de USA, desde la invasión militar del 25 de julio de 1898. Solo así los intereses privados que controlan esos medios de comunicación masivos, pueden seguir beneficiándose económicamente de los gobiernos entreguistas e intermediarios del gran capital estadounidense.

Se trata de las fuerzas políticas que han vivido de robarle al erario público y que se han organizado a través de dos partidos de mayoría neoliberales y corruptos. Uno es de orientación anexionista (Partido Nuevo Progresista) y el otro defensor del colonialismo (Partido Popular Democrático).

En verdad, sus nombres son todo lo contrario de lo que representan para el país, pues se dedican al robo del presupuesto gubernamental, privatizando los servicios públicos y manejando para su beneficio, los fondos federales de USA. En Puerto Rico, la vieja política es un gran negocio. No hay ningún compromiso social de servir, sino de servirse.

Por eso, esas dos colectividades ya muy desprestigiadas, han reducido su nivel de apoyo electoral de manera dramática en las últimas dos décadas. En la actualidad, continúan su pérdida de credibilidad, ante las centenares de condenas de cárcel por corrupción, que son recurrentes desde la década del 1990.

A lo que más le temen los vividores del sistema colonial, son a los sectores Sindicales, Asociaciones de Empleados Públicos, Cooperativas, Coaliciones Ecuménicas y Religiosas, Grupos Comunitarios Ambientales, Derechos Humanos, Feministas, Estudiantes, Jóvenes y LGTTBQ+, entre otros, que ya han cobrado consciencia de la necesidad de derrotar al bi-partidismo tradicional.

Esos son los principales Movimientos Sociales que junto al MVC y el PIP, harán la diferencia en el 2024, como antes obligaron a renunciar al gobernador colonial en el verano del 2019, ante su falta de respeto y decoro.

Nunca antes, las movilizaciones populares habían sido tan masivas y contundentes, desde la victoriosa lucha por sacar a la Marina de USA, logrando la paz de nuestro municipio de Vieques en el 2000.

La tarea a corto plazo en Puerto Rico es constituir este verano la Alianza de País 2024, con la participación protagónica de los Movimientos Sociales, junto al MVC y el PIP.

Nuestro objetivo, contrario a la desinformación que intentan los medios de comunicación corporativos, es unir a todo un pueblo hastiado de la camisa de fuerza del colonialismo, la corrupción y las políticas neoliberales.