El Salvador abrirá la carrera electoral en América Latina
Todo apunta, además, a que en 2024 se interrumpirá la tendencia predominante desde 2018 del voto de castigo al oficialismo.
Este 4 de febrero El Salvador dará la voz de largada de un intenso año electoral en América Latina, el cual no estará exento de sorpresas y posiblemente aún se mantenga la tendencia al voto de castigo contra candidatos lo cual alcanzó su cenit en 2018.
Serán seis las elecciones presidenciales que ocurrirán en El Salvador (febrero), Panamá y República Dominicana (mayo), México (junio), Uruguay (octubre) y Venezuela (a finales de año).
El año electoral es especialmente significativo porque supone el término del ciclo electoral iniciado en 2021. Todo apunta, además, a que en 2024 se interrumpirá la tendencia predominante desde 2018 del voto de castigo al oficialismo.
Ese voto oculto es hoy una preocupación en el llamado Pulgarcito de las Américas (El Salvador), donde las encuestas anticipan una holgada victoria del partido en el gobierno, pero la mayoría de los partidos de oposición tienen esperanza, en especial en la elección de los 60 miembros de la Asamblea Legislativa, en la que aspiran a tener representación.
Por la silla presidencial concursarán seis candidatos: Joel Sánchez de ARENA, Manuel "El Chino" Flores por el FMLN, José Renderos del partido Fuerza Solidaria, Luis Parada de Nuestro Tiempo, Marina Murillo por el partido Fraternidad Patriótica Salvadoreña y Nayib Bukele, quien busca la reelección por Nuevas Ideas.
Asimismo, se votará por diputados de la Asamblea Legislativa y el Parlamento Centroamericano (PARLACEN). Esta es la primera vez que se elegirán solo 60 asambleístas en lugar de 84, debido a la reducción de curules aprobada en junio de 2023, pese a las críticas opositoras de que es una medida que violenta la Constitución.
Los candidatos y cantidad de diputados seleccionados varían de acuerdo a los 14 departamentos del país con destaque para San Salvador, el enclave capitalino, con 16 asientos.
A partir de este 2024, el país solo tendrá 44 alcaldes o alcaldesas en lugar de 262; para esto las autoridades dividieron entre dos y seis partes cada departamento. Según la Asamblea, el resto de las ciudades operarán como distritos de las 44 administraciones edilicias.
En un escenario donde al parecer todo está decidido, aún hay voces disonantes sobre todo en partidos de oposición sobre el voto oculto o de castigo.
En declaraciones a Al Mayadeen, la miembro de la Comisión Política del Frente Farabundo Martí, Lourdes Argueta, afirmó que si existe un sufragio oculto. "Yo sí creo que hay un voto oculto, pero no solamente yo, en la Casa Presidencial lo saben y también la bancada de Nuevas Ideas lo sabe, y es por eso que hicieron de manera arbitraria y fraudulenta la reducción de 262 a 44 el número de municipios, que es donde más desgaste tiene toda la planta de alcaldes de "las Malas Ideas", dijo en referencia al partido en el gobierno.
Antes de la reducción, algunas previsiones de centros de estudios como una de la Universidad Francisco Gavidia estimaba que Nuevas Ideas perdería cerca del 30 por ciento de las alcaldías.
Agregó Argueta que también redujeron el número de diputados de 84 a 60 para tratar de mantener de manera perpetua el régimen de excepción, pues no tienen capacidad de controlar el tema de la seguridad. Pero además del régimen, aseveró hay sospecha de si no son transparentes en el gasto público necesitan mantener mayoría en la Asamblea para ejecutar la agenda que le dicta la Casa Presidencial.
Hay temor en el partido Nuevas Ideas de que una bancada con participación de la oposición le haga perder la mayoría o el control absoluto, y eso fue lo que les hizo reducir a 60 diputados."Sabemos que la gente está descontenta, y la reducción de diputados es para ponerle más difícil a la oposición y sobre todo al FMLN la posibilidad de tener una representación legislativa con mayor cantidad de diputados de los que actualmente tenemos", sostuvo la dirigente de izquierda.
Argueta manifestó que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) está en la campaña electoral de 2024 como una opción y la única fuerza de izquierda para el pueblo de El Salvador.
La también secretaria de Organización del Partido Rojo aseguró que esta no iba a ser la excepción en más de 32 años "porque no ha nacido tampoco una fuerza que represente realmente los intereses genuinos del pueblo salvadoreño de vivir con dignidad", una bandera que alza una organización en proceso de renovación.
Sabemos que hoy más que nunca el pueblo necesita también tener opciones para poder, digamos asumir una agenda. Recuperar los espacios perdidos en la función pública, y también a partir de las políticas que fueron destruidas y debilitadas por el actual gobierno, un reto que llevarán a las urnas y que puede determinar el futuro de este partido que pasó de guerrilla a organización política.
En relación con los que opinan que el FMLN debía retirarse de la liza sostuvo que si eso llega a ocurrir "abrimos espacios para que fuerzas que dentro de la oposición mantienen una agenda antirégimen, pero que en el fondo representa los mismos intereses, ocupen ese espacio.
Retomando el tema del voto de castigo, la joven abogado y dirigente de la tolda efemelenista señaló que, muchos salvadoreños se dieron cuenta de que la actual Asamblea se convirtió en "una agencia de trámite de la Casa Presidencial, la gente apreció eso, se dio cuenta que subestimaron al pueblo y cambiarán su voto".
Lo que pasará el 4 de febrero es hoy una interrogante pese a lo que dicen las encuestas a favor de Bukele y su partido.
Según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) hay registrados a más 6,1 millones de salvadoreños aptos para emitir el sufragio en 2024, pero generalmente se registra un determinado nivel de abstencionismo.
Por ejemplo, en los comicios de 2021 de un padrón electoral compuesto por 5,4 millones solo votaron 2,6 millones de ciudadanos, según el dato de votación general publicado por el TSE en su memoria de labores.
En resumen, lo que pasará este 4 de febrero solo será una decisión del voto popular. Habrá una elección histórica, con un candidato, Bukele tratando de reelegirse pese a prohibiciones constitucionales a la reelección continua, pero la última palabra la dirá el pueblo. ¿Habrá un voto de castigo?, para algunos en la presidencial No, pero en el Legislativo todo puede ocurrir.