¿Determina el "ejército israelí" el futuro de las negociaciones sobre Gaza?
Ante la falta de una estrategia de salida, y tras 10 meses de combates en Gaza, informes de la prensa israelí indicaron que el ejército está dispuesto a anunciar el fin de sus operaciones tras alegar la muerte de de 17 mil combatientes de Hamas y debilitado al 75 por ciento de sus capacidades.
En una declaración conjunta entre Estados Unidos, Qatar y Egipto, concluyó la primera ronda de conversaciones en Doha, los firmantes de la declaración las calificaron de serias y constructivas y anunciaron la presentación de una nueva propuesta y una inminente reunión en El Cairo para discutir un alto el fuego.
Conforme al comunicado, Estados Unidos, con el apoyo de Qatar y Egipto, presentó a ambas partes una propuesta para reducir las brechas entre ellas y consistente con los principios fijados por el presidente Joe Biden el pasado 31 de mayo y con Resolución 2735 del Consejo de Seguridad.
La propuesta tiene su base en los puntos de acuerdo logrados y llena los vacíos restantes para una rápida implementación del arreglo, según el texto.
No hay duda de que existen puntos radicales de desacuerdo entre las dos partes, y entre los más importantes están el alto al fuego permanente, la retirada israelí del eje de Filadelfia, el cruce de Rafah y de Netzarim, el cual separa el norte de la Franja de Gaza del centro y el sur, y algunos otros detalles.
Para ser realista, hay dos problemas para poner fin a la guerra en Gaza: el destino político de Netanyahu y la falta de estrategia de salida del ejército israelí.
1- El destino político de Netanyahu
Netanyahu lucha en Gaza por su futuro político, y el continuo rechazo a todas las soluciones para detener la guerra obedece únicamente a su temor por el conflicto político interno después del final de la guerra, en especial las crecientes demandas de establecer un comité de investigación para descubrir responsabilidades por los fracasos del 7 de octubre, lo cual afectará al primer ministro y a los líderes de seguridad.
Por tanto, Netanyahu no tiene prisa por detener la guerra, siempre y cuando su continuación cuente con el apoyo de la “sociedad israelí”, ya que no ha habido manifestaciones masivas similares como las del rechazo de las enmiendas judiciales.
Además, las encuestas de opinión israelíes indican un aumento en el apoyo a Netanyahu como reveló un sondeo reciente de Maariv. El 50 por ciento lo considera el mejor para liderar el gobierno, mientras el 49 apoya a Benny Gantz.
2- La estrategia de salida del ejército israelí
Quizás uno de los mayores fracasos israelíes en la guerra de Gaza es que el ejército, junto con el nivel político, no aprobó una estrategia de salida de los combates en Gaza. ¿Cuál es la definición de victoria y si los objetivos fijados son realmente alcanzables o no?
Por lo general, los países que intervienen a nivel militar intentan desarrollar una “estrategia de salida” del conflicto sin que ello signifique pérdida y derrota, y les permita poner fin a esa guerra con la capacidad de cantar victoria, al lograr la mayoría de los objetivos declarados, y sin verse obligado a librar una batalla de desgaste a largo plazo con mermas importantes a largo plazo.
A menudo, el diseño de estrategias de salida tiene en cuenta presiones conflictivas internas, externas y sobre el terreno, de la siguiente manera:
- Cuando las presiones externas o internas son aceptables y moderadas, el Estado hace lo posible por proyectar una imagen de “sin pérdidas” en el campo y en el ejército, por lo cual persigue una estrategia de “salida a largo plazo” basada en un acuerdo negociado previo a la retirada militar con pérdidas materiales y morales limitadas.
- Cuando las presiones son muy grandes es probable que el Estado aplique una estrategia de salida rápida, a pesar de sus importantes costos y consecuencias para su reputación y prestigio.
Ante la falta de una estrategia de salida, y tras 10 meses de combates en Gaza, informes de la prensa israelí indicaron la disposición del ejército israelí a anunciar el fin de sus operaciones tras alegar la aniquilación de 17 mil combatientes de Hamas y debilitado al 75 por ciento de sus capacidades.
Según otros reportes, también informaron al nivel político no tener objeción a retirarse del eje de Filadelfia y del cruce de Rafah (y los reunidos en Doha anunciaron una solución relacionada al cruce de Netzarim).
Si estos informes son ciertos, esto puede constituir una vergüenza para Netanyahu y su gobierno de derecha, a la luz de su insistencia en negarse a poner fin a la guerra y la negativa a retirarse de la frontera de Gaza con Egipto y entregar los cruces hacia la Autoridad Palestina.
Por lo tanto, como las presiones externas sobre “Israel” todavía están por debajo del nivel de presión real y los rangos político y público aún mantienen su apoyo a la guerra, esto significa que la posición sionista respecto a las negociaciones en Gaza están vinculadas a la posición del ejército y a las advertidas respuestas de Irán y Hizbullah, las cuales pueden conducir al estallido de una guerra regional.