Escalada de agresiones contra Siria: el enemigo la define como arteria de la Resistencia
El ritmo y las nuevas formas de los ataques, y la naturaleza de las tentaciones y sus nuevos detalles, cambiaron también la posición oficial de Siria o su relación con la Resistencia.
La guerra contra Siria, que comenzó en 2011, continúa desarrollándose con nuevas facetas que escalan paralelamente a cada nueva fase regional o internacional. Sin embargo, el objetivo principal que motivó esta agresión hace más de 13 años sigue vigente y constante: apartar a Siria del eje de la Resistencia y cortar sus vínculos orgánicos con los movimientos combatientes de Palestina y la región.
Dado que dicho objetivo no se ha cumplido, ya que Damasco no ha cedido ni retrocedido pese a la guerra, la destrucción y el bloqueo, Siria sigue desempeñando un papel clave en cada acción de Resistencia en la región, ya sea participando directamente en su ejecución o como blanco de las reacciones criminales y vengativas del eje de la agresión.
Desde las primeras semanas de la heroica batalla Diluvio de Al-Aqsa, y específicamente tras el inicio de la Batalla de Apoyo liderada por la Resistencia de Líbano (Hizbullah), en solidaridad con el pueblo palestino y su Resistencia en Gaza, los círculos militares y políticos de la entidad israelí comenzaron a advertir del peligro del "frente sirio" y su papel central en cualquier enfrentamiento contra la Resistencia en Líbano. Un alto responsable militar incluso calificó a Siria como "el frente más peligroso" para el régimen.
En la práctica, la dirigencia del enemigo actuó en consecuencia, intensificando los ataques en territorio sirio día tras día y diversificando sus métodos en los últimos meses. Estas agresiones incluyen el incremento de los bombardeos a zonas residenciales de la capital, Damasco, algo relativamente nuevo; los ataques a puentes, infraestructuras, vehículos y personas cerca de la frontera con Líbano; agresiones a puestos fronterizos, además de los intentos reiterados por parte del enemigo de atacar posiciones militares sirias, especialmente sistemas de defensa aérea y centros de investigación del ejército sirio. Paralelamente, han incrementado el apoyo militar, financiero y mediático a las milicias y facciones terroristas en suelo sirio.
El objetivo declarado durante la confrontación con la Resistencia en Líbano ha sido interrumpir la ruta de suministro militar de Siria hacia la Resistencia islámica en Líbano, lo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, denominó "la arteria vital" de Hizbullah. Este es un objetivo clave y de alto valor estratégico para los planificadores de la guerra de la entidad israelí.
Por otro lado, el objetivo más amplio, compartido con Estados Unidos, se basa en aumentar la presión sobre Damasco mediante una destrucción sostenida y sistemática, con el propósito de forzar su rendición por agotamiento y desesperación.
Como de costumbre, Estados Unidos deja una vía abierta, una salida que ofrece a Damasco "una rendición a través del incentivo".
Los mensajes que suelen llevar los emisarios árabes a la capital siria transitan por este camino: renuncien a la Resistencia y obtendrán lo que deseen; de lo contrario, la presión continuará siendo implacable y costosa.
Medios de comunicación en árabe, que operan al servicio de la ocupación y sus proyectos, se han hecho eco de estos planes y han comenzado a promover la idea de una "neutralidad" de Damasco en unos casos, y de su "abandono de la Resistencia " en otros.
Estos medios también desempeñan su papel en incitar y aterrorizar, llegando incluso a resucitar el discurso de una supuesta "reactivación del plan para derrocar al régimen", asegurando que ya está en marcha.
Sin embargo, a pesar de la ira latente en el pueblo sirio, nadie en el país parece sentir temor en este nivel. Es más, estos esfuerzos no han logrado generar ningún tipo de descontento social, ni siquiera de manera limitada, que sugiera un rechazo interno hacia la decisión de mantenerse firme y apoyar la Resistencia .
Por el contrario, el aumento de la brutalidad del enemigo en Palestina, Líbano y Siria, junto con las crecientes pérdidas y sacrificios en estos tres países, han reforzado la cohesión de los sirios respecto a la causa de la Resistencia y la liberación. Asimismo, fortalecen su fe en que no puede haber vida digna en esta región sin una victoria sobre este enemigo y sus aliados.
El enemigo intenta que los habitantes de Damasco, en particular, experimenten una verdadera sensación de guerra, recurriendo no solo a los bombardeos contra barrios civiles, sino también a la difusión de rumores y falsos comunicados que llaman a evacuar ciertas zonas. Estas tácticas recuerdan los métodos empleados contra la población libanesa en las áreas afines a la Resistencia .
Además, el enemigo vincula sus ataques contra civiles y sus propiedades en Damasco con la presencia de figuras relacionadas con la Resistencia en la región (iraníes o de Hizbullah), en un intento de generar miedo y rechazo hacia los combatientes y su relación con ellos. Sin embargo, al investigar los detalles de los ataques recientes contra barrios residenciales en Damasco y revisar las declaraciones del enemigo sobre presuntos objetivos de la Resistencia en esas áreas, se ha demostrado que todas las afirmaciones de la entidad israelí son completamente falsas.
Por ejemplo, durante el ataque en el que el enemigo afirmó haber alcanzado a un alto mando de Hizbullah en el barrio de Mazzeh, se confirmó que la vivienda bombardeada pertenecía a un profesor universitario yemení, quien murió junto con su familia.
En otro ataque en el mismo barrio, supuestamente dirigido contra una figura iraní, la vivienda en realidad era propiedad de un conocido médico sirio, quien perdió a su hija joven, mientras que otros miembros de su familia resultaron heridos. En un doble ataque el pasado jueves en los barrios de Mazzeh y Qudsayya, que dejó 15 civiles muertos y decenas de heridos, las fuerzas israelíes alegaron haber atacado "instalaciones militares" del movimiento palestino Yihad Islámica.
Sin embargo, los edificios alcanzados en Mazzah eran viviendas de ciudadanos sirios comunes, y en Qudsayya las bombas impactaron en una escuela palestina sin ninguna actividad militar.
Pero, ¿ha cambiado la intensidad de los ataques, las nuevas tácticas empleadas o las ofertas y presiones recientes la postura oficial de Siria o su relación con la Resistencia? En los primeros días de los ataques israelíes contra Líbano, el presidente Bashar al-Assad habló ante el nuevo gobierno para reafirmar la postura de su país: estar al lado de la Resistencia y del hermano pueblo libanés.
Además, Al-Assad colocó como prioridad principal del nuevo gabinete ofrecer ayuda a los libaneses que lleguen a Siria y garantizarles una vida digna.
El compromiso de Siria y su papel central en el eje de la Resistencia quedaron claramente reflejados en el mensaje de condolencias que el presidente Bashar al-Assad envió a la familia del mártir Sayyed Hassan Nasrallah.
Durante la cumbre árabe-islámica celebrada en Riad, la capital saudí, las palabras del presidente Al-Assad parecían venir de un mundo completamente distinto al que habitaban los líderes árabes e islámicos reunidos en aquel lugar.
Assad mostró una postura firme contra la ocupación y el eje de la agresión en general, reafirmando con determinación que Siria se encuentra, históricamente, del lado correcto: apoyando a los pueblos palestino y libanés, así como defendiendo su propia soberanía frente a las fuerzas ocupantes, asumiendo los altos costos que conlleva este camino.
Mientras exigía a los países árabes e islámicos que utilicen sus recursos y capacidades en beneficio de los derechos del pueblo palestino y su causa, el presidente ofreció una descripción precisa del régimen sionista y de las "hordas de colonos" que, con una sed de sangre enfermiza, perpetúan crímenes atroces.
Subrayó que las meras palabras de condena no son suficientes para contrarrestar tales atrocidades.
Los principios inquebrantables de Siria quedaron evidentes en el discurso de Al-Assad. Su impacto fue tan amplio que, en las redes sociales, la abrumadora respuesta popular árabe demuestra que sus palabras reflejan las esperanzas, aspiraciones y anhelos del pueblo árabe por resistir y enfrentar al enemigo hasta lograr su derrota.
En el terreno, la realidad de la relación entre Siria y la Resistencia en Líbano durante esta batalla coincide plenamente con las declaraciones firmes realizadas recientemente por el presidente.
El frenesí del enemigo, evidenciado en la intensificación de sus ataques a Siria y en las declaraciones de sus responsables militares —en particular, lo expresado hace días por el portavoz del ejército israelí respecto a las armas y proyectiles sirios utilizados por la Resistencia , y sobre la decisión de atacar lo que describió como “infraestructuras destinadas a la producción de estas armas en Siria” o cualquier intento de trasladarlas a Líbano—, confirma la decisión estratégica de Siria.
Este compromiso incluye mantenerse firme en el eje de la Resistencia , continuar enfrentándose al enemigo y proporcionar todo el apoyo posible a los movimientos de Resistencia en esta batalla, que no es solo una confrontación, sino un conflicto integral por la liberación.
Por lo tanto, no parece que las tácticas de presión, ya sean sangrientas y destructivas o mediante incentivos políticos y económicos, vayan a ofrecer resultados alentadores para las fuerzas de agresión y ocupación. Es evidente que en Damasco hay una decisión final en este sentido, basada en la convicción de que la Resistencia inevitablemente triunfará.
A pesar de las sacrificadas circunstancias actuales, cargadas de dolor y altos costos, Damasco considera que este momento traerá enormes beneficios para los pueblos de la región que anhelan su liberación.
Asimismo, los problemas que enfrenta el enemigo, causados por la Resistencia y su evolución, junto con los logros estratégicos acumulados, se intensificarán con cada golpe cualitativo que reciba, como los que actualmente están infligiendo la Resistencia en Líbano y Palestina.
Para Damasco, el camino más corto y efectivo hacia la victoria reside en la paciencia y la Resistencia durante esta durísima batalla. Cualquier debilidad o retroceso, en su opinión, ofrecería al enemigo una oportunidad histórica para reafirmar su dominio sobre toda la región durante mucho tiempo, algo que ni Siria ni sus aliados están dispuestos a permitir.