Los cuerpos de los habitantes de Gaza son vaporizados y sus venas y tejidos cortados
La ocupación israelí emplea materiales incendiarios y altamente peligrosos dentro de sus misiles con el objetivo de derretir los cuerpos de los fallecidos y ocultar cualquier rasgo.
La ocupación israelí y su ejército utilizan armas secretas y prohibidas a escala internacional y materiales peligrosos en la guerra de exterminio contra los residentes palestinos de la Franja de Gaza desde hace 10 meses.
El número de mártires cuyos cuerpos fueron carbonizados o sufrieron graves quemaduras, las cuales provocaron desfiguraciones en sus rostros y cuerpos, representa un fuerte indicio de que la ocupación israelí emplea materiales incendiarios y altamente peligrosos dentro de sus misiles con el objetivo de derretir los cuerpos de los fallecidos y ocultar cualquier rasgo.
Los supervivientes de productos vivirán con cicatrices y quemaduras en el cuerpo y en el corazón, y tras el final de las guerras más brutales, contarán detalles extremadamente dolorosos vividos como resultado de la masacre de la ocupación israelí.
A su vez, la mayor parte de esos misiles, con sustancias incendiarias desconocidos, impactaron los lugares donde miles de personas buscaron refugio para escapar de la brutalidad de la ocupación.
“Israel” destruyó casas sobre las cabezas de los residentes, provocó la quema de cientos de cadáveres e hizo difícil el trabajo de los equipos médicos o de las familias de los mártires para identificarlos.
La última de estas masacres tuvo lugar en el interior de la escuela Al-Tabaeen en la ciudad de Gaza, donde más de 100 personas fallecieron y decenas resultaron heridas.
Según la oficina de medios del gobierno en Gaza, la ocupación utilizó bombas incendiarias estadounidenses para carbonizar los cuerpos.
El portavoz del Ministerio de Salud en Gaza, Khalil Al-Dakran, notificó el aumento en el número de personas con quemaduras graves tras los violentos bombardeos del ejército en varias zonas de la Franja de Gaza.
La naturaleza de las quemaduras es muy grave, la piel de los heridos está derretida por completo y, en algunos casos las víctimas tienen la carne quemada y los huesos fragmentados, lo cual confirma la necesidad de la presencia de expertos internacionales para revelar la naturaleza de estos materiales empleados.
Conforme a un funcionario médico, “Israel” aprovecha la ausencia de organizaciones internacionales para profundizar sus crímenes contra los residentes de la Franja de Gaza, convertida en un campo de pruebas para sus armas y las estadounidenses.
Este asunto requiere acción internacional para responsabilizar a los líderes de la ocupación.
Las quemaduras provocadas por los misiles israelíes causan deformidades externas e internas, y destruyen tejidos y músculos. Además, son una de las principales razones del acrecentamiento del número de mártires, ya que disuelven completamente sus cuerpos.
A su vez, las armas peligrosas dificultaron el tratamiento de los heridos en los hospitales de la Franja de Gaza, y es probable que contengan fósforo blanco, napalm y otros componentes cuyo uso plantea un peligro muy grande.
La guerra de exterminio librada por la ocupación israelí contra la población de la Franja de Gaza provocó el martirio y la pérdida de unas 50 mil personas, el 70 por ciento de las cuales eran mujeres y niños, mientras existen cerca de 100 mil heridos de diversa consideración, pero no hay organismos internacionales para documentar los crímenes de la ocupación y las armas utilizadas por ella.
El director de suministros y equipos de la Defensa Civil en Gaza, Mohammad Al-Mughair, acusó al ejército sionista de utilizar armas y misiles para provocar la evaporación de los cadáveres y la quema de los cuerpos de los heridos. También emplea ácido con el fin de derretir a las víctimas.
La ocupación usa en su guerra muchos materiales y metales pesados que penetran en el cuerpo humano y contribuyen a su desintegración desde el interior, ya que la persona herida no sufre daños exteriores, sino que las venas, arterias y tejidos son cortados desde el interior por estas armas, añadió.
De acuerdo con Al-Mughir, parte del armamento contiene algunos fragmentos, como monedas de diez centavos, un metal pesado que penetra en los cuerpos de los ciudadanos.