¿Podría la operación israelí de los mensáfonos detener el frente de desgaste?
Hay un acalorado debate dentro de "Israel", tanto en su liderazgo como en la sociedad, sobre la decisión de ir a una guerra abierta con Líbano y aquí es donde se pueden analizar los verdaderos objetivos detrás de la detonación de los dispositivos mensáfonos de los elementos de Hizbullah.
El gabinete político y de seguridad del gobierno de ocupación israelí aprobó que el regreso de los colonos desplazados de los asentamientos en el norte de Palestina a sus hogares es uno de los objetivos de la guerra, así como también alejar a las fuerzas de Hizbullah de la frontera, especialmente a la Brigada Al-Radwan, y despojarlo de su capacidad para atacar dichos asentamientos, además de crear una barrera fronteriza moderna, reforzada con fuerzas defensivas del ejército a lo largo de la frontera con Líbano.
Esta decisión estuvo acompañada de evaluaciones de la institución militar israelí, que concluyeron que ir a la guerra contra Hizbulalh se volvió inevitable, ya que llegar a un acuerdo político sin poner fin a la guerra en Gaza es casi imposible.
Aunque Hizbullah estuvo librando una guerra contra "Israel" durante casi un año como un frente de apoyo al oprimido pueblo palestino en Gaza, la entidad sionista comenzó a sentir que el frente de apoyo libanés se convirtió en una auténtica guerra de desgaste, y que el peso del combate real debe trasladarse al frente norte, especialmente considerando que los combates en Gaza se transformaron en una guerra de guerrillas de la resistencia palestina contra el “ejército” israelí.
Esto permite a "Israel" arriesgarse a reducir sus fuerzas activas en la Franja de Gaza y trasladarlas al frente norte.
Sobre esta base, los tambores de una guerra abierta contra Líbano están sonando cada vez más fuerte dentro de "Israel".
Sin embargo, hay un acalorado debate dentro de "Israel", tanto en su liderazgo como en la sociedad, sobre la decisión de ir a una guerra abierta con Líbano. Aquí es donde se puede analizar los verdaderos objetivos detrás de la operación de seguridad masiva que se enfocó en detonar los dispositivos mensáfonos de los elementos de Hizbullah.
En "Israel" hay facciones que desean la guerra contra Líbano a cualquier precio, mientras que otras son conscientes de las grandes pérdidas y el daño que podría causar la guerra, considerando que se podría lograr el objetivo a través de un acuerdo político si se detiene la guerra en Gaza.
También hay facciones que abogan por una combinación de operaciones militares amplias con objetivos limitados y un control del terreno para evitar que las operaciones escalen a una guerra total, con el fin de cambiar las reglas del enfrentamiento con Hizbullah hasta el punto de devolver a "Israel" la ventaja en el sur del Líbano, como antes del año 2000.
Hizbullah entró en esta guerra como un frente de apoyo a Gaza, y su frente de apoyo se ha convertido en una guerra de desgaste que agobia a "Israel".
La experiencia de las fuerzas de ocupación en Gaza y la postura de la comunidad internacional y regional confirman que no hay ningún freno para que "Israel" ejerza todo su poderío y arrogancia, en un entorno libanés que, en su mayoría, no está dispuesto a la guerra.
El problema para "Israel" es que la facción que desea ir a la guerra está fuertemente representada en la toma de decisiones dentro del gobierno israelí, especialmente después de la salida de Benny Gantz y Gadi Eizenkot (del bloque oficialista) del gobierno de emergencia.
Sin embargo, "Israel" sabe que tiene dificultades para convencer tanto a la opinión interna como a la externa sobre la legitimidad de ir a una guerra abierta, como lo señaló el exjefe de la Dirección de Inteligencia Militar del “ejército”, Tamir Hayman.
Por lo tanto, el plan de "Israel" se basa en llevar a cabo una operación que obligue a Hizbullah a atacarla, lo que le otorgaría la legitimidad para iniciar la guerra. Sin embargo, al mismo tiempo, no quiere que la operación dé la impresión de que "Israel" está detrás de ella o que fue quien comenzó la guerra.
En este contexto, surge la idea de una operación de seguridad tecnológica (los mensáfonos), una operación que provoca a Hizbullah y a su base de apoyo popular, pero que es un golpe bajo.
Aunque estos golpes bajos no suelen contarse, sí duelen. Es decir, "Israel" no reconocerá su responsabilidad por dicha operación, y rápidamente presentará cualquier respuesta de Hizbullah como una agresión en su contra, lo que obligaría a Estados Unidos a defenderla, incluso si Estados Unidos no desea una guerra total.
Sin embargo, el partido demócrata, que se prepara para las elecciones presidenciales con su candidata Kamala Harris, a quien su rival Donald Trump acusa de ser incapaz de proteger a "Israel", no dudaría en brindar todo el apoyo al Estado israelí.
Por tanto, Hizbullah se encuentra en una posición delicada, y todas sus opciones son complejas y peligrosas. Es necesario que sopesen sus acciones con una estrategia calculada.
Hizbullah no debe sentirse obligado a optar por una guerra abierta contra "Israel" como respuesta al reciente ataque electrónico. Más bien, podría considerar otras opciones, siendo la principal la continuación del frente de apoyo y desgaste, que resulta más peligroso estratégicamente para "Israel", aprovechando el tiempo disponible para preparar más golpes bajos.
Tal como el servicio de seguridad general israelí anunció el descubrimiento de un plan para asesinar a una figura militar clave en el parque Yarkon en "Tel Aviv", si se logra crear las condiciones adecuadas para derrumbar toda la situación sobre la cabeza del israelí en el momento y lugar adecuados para Hizbullah y el Eje de Resistencia, este no dudaría en hacerlo.