Amenaza de invasión terrestre a Líbano: lo que implica y lo que no
Con la transformación de la guerra en una guerra de desgaste, el ejército israelí tendrá en cuenta su incapacidad para infligir una derrota a Hizbullah, como ocurrió en la guerra de julio de 2006, lo que fortalecerá al partido más de lo que era antes de esta guerra.
En paralelo con la agresión israelí a Líbano, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Noël Barrot, está de visita en Beirut para sostener conversaciones con los funcionarios de ese país y explorar la posibilidad de llegar a una solución política que ponga fin a la guerra en curso.
Por su parte, el "ejército" israelí no ha dejado de amenazar con una invasión terrestre a Líbano, a la cual se refiere como "una operación terrestre limitada en el interior del territorio libanés", en un contexto en el que todos están convencidos de que hay una gran posibilidad de que las respuestas de Líbano y el Eje de Resistencia se amplíen tras el asesinato del secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, en el suburbio sur de Beirut.
El diario Maariv citó a fuentes israelíes informadas, quienes dijeron que "la decisión sobre la operación terrestre en Líbano aún no se ha tomado, pero el ejército está preparado para ello".
También mencionó que la operación terrestre sería limitada en caso de ser aprobada.
Desde la guerra de julio de 2006, "Israel" se ha estado preparando para una guerra con Líbano, y para ello llevó a cabo grandes maniobras militares que simulan una guerra contra Líbano, en varios lugares, incluyendo Chipre.
“Israel” reforzó la retaguardia, construyó refugios, equipó hospitales y trasladó contenedores de amoníaco desde Haifa, además de fortalecer sus defensas antiaéreas.
En base del principio de guerras, que establece que debes fortalecer tu poder, tratar de debilitar a tu adversario y evitar que adquiera fuerza, “Israel” adoptó la estrategia de "la guerra entre guerras" desde 2013, es decir, después de la intervención de Hizbullah en Siria.
Posteriormente, la adoptó de manera oficial en el documento estratégico del ejército emitido en 2015, clasificado como operaciones militares por debajo del umbral de la guerra.
La estrategia de la guerra entre guerras tenía como objetivo debilitar las capacidades del partido, mediante la prevención del transporte de armas avanzadas de Teherán a Líbano, y evitar el establecimiento de una infraestructura militar sólida en el sur de Siria.
Esto buscaba debilitarlo de tal manera que lo llevara a un desgaste y le impidiera acumular capacidades en preparación para la próxima guerra, a través de la destrucción de esos envíos en Siria, y la cooperación con los estadounidenses para secar las fuentes de financiamiento (política de sanciones, seguimiento y máxima presión).
En la evaluación objetiva de la guerra entre guerras, “Israel” no ha tenido éxito en impedir que Hizbullah fortalezca su arsenal militar, ya que el número de misiles aumentó respecto a lo que era en julio de 2006.
La resistencia adquirió capacidades técnicas, desarrolló sus misiles y construyó túneles y fabricó drones.
Volviendo a la guerra terrestre que “Israel” amenaza con desatar sobre Líbano, podemos concluir que sus objetivos pueden ser los siguientes:
1- Alejar a Hizbullah de la frontera con el norte de Palestina ocupada, llegando hasta el sur del río Litani.
2- Hacer que la zona sur del Litani esté libre de armas y de la presencia militar del movimiento.
3- Devolver a los habitantes de los asentamientos al norte.
4- Otorgar a la Fuerza Interina de las Naciones Unidas para Líbano (o a otras fuerzas internacionales) la libertad para inspeccionar armas, asaltar almacenes y confiscar armamento.
5- Endurecer la vigilancia sobre el contrabando de armas a través de la frontera sirio-libanesa.
Sin embargo, la guerra terrestre israelí será costosa, y el ejército no podrá terminarla en un tiempo limitado, como amenaza y promete.
Además, debe tener en cuenta la posibilidad de que esa guerra se convierta en un conflicto prolongado y en una costosa batalla de desgaste, ya que los ejércitos regulares generalmente no pueden tener éxito en guerras asimétricas, en especial si se emplea la táctica de la guerra de guerrillas, teniendo en cuenta que la geografía juega a favor de la resistencia nativa.
Con la transformación de la guerra en una guerra de desgaste, el ejército israelí tendrá en cuenta su incapacidad para infligir una derrota a Hizbullah, como ocurrió en la guerra de julio de 2006, lo que fortalecerá al partido más de lo que era antes de esta guerra.
Además, existe la posibilidad de que todas las fuerzas de resistencia se involucren en este conflicto, abriendo múltiples frentes en los cuales “Israel” no podrá resistir.
En la mente israelí hay un historial amargo con la invasión del Líbano. En 1982, “Israel” invadió el Líbano, sitió Beirut y ocupó la primera capital árabe de la historia.
Sin embargo, tan pronto como la resistencia libanesa comenzó a llevar a cabo operaciones contra la ocupación, los israelíes se retiraron de Beirut y establecieron una zona de seguridad en el sur del Líbano.
La resistencia libanesa continuó realizando operaciones en el sur contra el ejército de ocupación hasta que lo expulsó derrotado del Líbano en el año 2000.
Entonces, la guerra terrestre, con la que amenaza "Israel", será costosa y sus resultados no están garantizados, y los israelíes la temen a pesar de sus amenazas.
Por lo tanto, los estadounidenses intentarán ejercer presión sobre Líbano, ya sea directamente o a través de los franceses, para lograr los objetivos de la guerra israelí mencionados anteriormente.
Así, los libaneses deben tener cuidado de que "Israel", a través de la política y las presiones diplomáticas, logre lo que no puede conseguir mediante la guerra.