“Israel” vive su primer éxtasis desde el 7 de octubre… pero no durará mucho
La Resistencia de Líbano recupera su fuerza, las facciones armadas en Gaza luchan a pesar de desafíos sin precedentes, y el Eje de Resistencia, en todos sus frentes,está en máxima alerta porque ya no hay otra opción que la confrontación abierta, sin límites ni condiciones.
El mes pasado, “Israel” celebró cada noticia sobre la muerte de algún dirigente o líder de la resistencia en Líbano o en Gaza, y la mayoría de estas celebraciones ocurrieron en un ambiente general y fuera del ámbito gubernamental, incluidas a figuras como Sayyed Hassan Nasrallah, Sayyed Hashem Safi Al-Din y Yahya Sinwar, jefe del Buró Político de Hamas.
En diversos lugares, colonos distribuyeron dulces, descorcharon botellas de vino y bailaron frente a sus casas y en espacios públicos, tras considerar que su ejército había logrado la victoria prometida después del 7 de octubre.
Periodistas israelíes, frente a las cámaras, participaron en este estado de euforia colectiva que invadió las calles de “Israel”, y algunos de ellos abandonaron el campo de los opositores a Netanyahu para unirse al de sus partidarios, convencidos de que el gobierno de derecha bajo su liderazgo había superado todos los desafíos y alcanzado sus metas, pisoteando las condenas internacionales.
La administración israelí no se dejó intimidar ni por la petición del fiscal de la Corte Penal Internacional de emitir órdenes de arresto contra Netanyahu y el ministro de Defensa (Guerra) Galant, ni por la postura del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en contra de la continuación de la agresión israelí sobre Gaza y la expansión del conflicto.
En psicología, el estado de euforia colectiva es descrito como una exaltación la cual puede conducir a una desconexión con la realidad, a menudo interpretado como un delirio o desvarío.
En este estado, una comunidad puede ser alimentada con mitos e ilusiones, lo cual es justamente lo que promueven los grupos religiosos extremistas en “Israel”, alimentando el espíritu de venganza y vinculando el “triunfo” a supuestas “promesas divinas”, y esta tendencia sugiere, de algún modo, que el fin de “Israel” está cerca, al sustituirse la razón por el mito.
En este contexto irracional, alimentado por seguidores de Itamar Ben Gvir del partido "Otzma Yehudit" (Poder Judío) y simpatizantes de Smotrich en el movimiento Sionismo Religioso, la sociedad israelí pasó por alto tres hechos importantes:
Primero, la Resistencia de Líbano (Hizbullah) recuperó rápidamente la iniciativa y logró sanar sus heridas tras el asesinato de su secretario general y, posteriormente, del presidente de su consejo ejecutivo.
Además, misiles impactaron masivamente en Haifa, Akka, Safed, llegaron a "Tel Aviv", paralizando el aeropuerto de Ben Gurion y forzando a más de dos millones de israelíes a refugiarse.
Incluso los drones lanzados por Hizbullah lograron infiltrarse hasta el dormitorio del primer ministro de ocupación, Benjamín Netanyahu, en su residencia en la ciudad de Cesarea, ocupada en la costa mediterránea de Palestina.
A pesar de sus propios desafíos, especialmente los internos, Hizbullah estableció durante el último mes una nueva ecuación basada en recuperar el equilibrio de disuasión y en infligir continuos y dolorosos golpes a “Israel”, sin ningún límite.
Esta estrategia fue denominada la “Ecuación de hacer sufrir al Enemigo” por Cheikh Naim Qassem, vicesecretario general de Hizbullah, en su tercer discurso desde el asesinato del mártir Sayyed Hassan.
Paralelamente, ninguna de las incursiones ejecutadas por las fuerzas de ocupación israelíes en el sur del Líbano tuvo éxito, sin que un solo grupo israelí haya logrado tomar el control de ninguna localidad, ya que Hizbullah empleó tácticas de emboscada, logrando en varias ocasiones atraer a soldados y oficiales enemigos, infligirles pérdidas y obligarlos a retirarse.
Tras cerca de un mes, la resistencia frustró el plan de Netanyahu de invadir las aldeas del sur y sometió a sus tropas a largas batallas de desgaste. La cobertura mediática israelí transmite a diario noticias de helicópteros regresando con muertos y heridos a los hospitales.
Segundo, el tema de Gaza y el mártir Sinwar. En medio de la “euforia israelí,” fue ignorado el hecho de que el asesinato del líder de Hamas y cerebro del Diluvio de Al-Aqsa solo ocurrió un año después de iniciada la guerra.
Las fuerzas de ocupación aún no pudieron recuperar a sus prisioneros israelíes ni erradicar a la resistencia, como prometieron al comienzo de la agresión.
Las emboscadas en Jabalia, el ataque a un tanque Merkava, la voladura de dos excavadoras con explosivos, el asesinato del comandante de la brigada 401 y los lanzamientos de misiles contra Sderot continuaron, a pesar del asesinato de Sinwar.
La forma en la que murió Sinwar tampoco indica ninguna habilidad particular por parte de “Israel”, ya que el líder fue abatido por casualidad en una operación no planificada.
A pesar de ello, en “Israel” algunos insisten en considerar este hecho fortuito como una muestra de su destreza en inteligencia. Incluso, el video publicado por el ejército israelí mostrando los últimos momentos de vida de Sinwar, en realidad contribuyó a convertirlo en una verdadera leyenda para los jóvenes árabes, quienes ahora lo ven como un hombre que luchó hasta el último aliento.
Incluso herido gravemente en una mano y solo en un edificio bombardeado, Sinwar conservó la serenidad y con la otra mano lanzó un bastón hacia el dron israelí.
El corto video, que fue publicado por “Israel” con el propósito de ridiculizar a Sinwar, dejó un mensaje contrario en el mundo árabe. Perdurará en la memoria de muchos niños árabes será la imagen de un héroe que resistió a la ocupación, y que murió con firmeza y valor.
Esto seguramente inspirará a nuevas generaciones dentro y fuera de Palestina a seguir su ejemplo, terminando sus vidas con esa imagen de honor. Quizás Elior Levy, analista de noticias palestinas en el canal Kan, fue uno de los pocos en "Israel" que entendió esa paradoja y advirtió sobre las consecuencias de la arrogancia israelí.
La tercera verdad es que la temeridad israelí y el ímpetu de los líderes de ocupación al tomar decisiones sucesivas para atacar a figuras clave de la resistencia, ya sea en Irán, Líbano o Palestina, y la amenaza de atacar a otros líderes en las zonas restantes, han colocado al Eje de Resistencia ante una amenaza existencial.
Hoy en día existe una percepción generalizada de que el gobierno sionista actúa siguiendo una visión estadounidense que busca erradicar este eje, que surgió en 1979 con la Revolución Islámica en Irán, la cual desde su primer día asumió la misión de resistir la hegemonía occidental y luchar por la liberación de Palestina.
El Eje de Resistencia se fortaleció en los últimos años, y sumó más frentes al apoyo del combate contra Washington y “Tel Aviv”, lo que encendió alarmas en la administración estadounidense, que se convirtió en el mayor aliado del ejército de ocupación israelí en sus batallas a lo largo del último año.
Sin duda, el gobierno de Netanyahu comprende los objetivos estadounidenses y busca lograrlos al asesinar a los líderes de la resistencia y minar la moral de sus seguidores con el objetivo de crear una oposición interna contra las opciones de resistencia en Beirut, Damasco, Saná y Teherán... pero en vano.
Los arquitectos de la política exterior estadounidense no perciben que la imprudencia y brutalidad de “Israel” obligarán a las capitales de la resistencia a enfrentar un desafío existencial de "ser o no ser".
Esto obligará a los moderados a retroceder, mientras que aquellos con el dedo en el gatillo avanzarán, ya que no queda otra opción que la confrontación.
Tal vez esto es lo que el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, quiso decir el verano pasado, cuando señaló la capacidad de Irán para producir material fisible para una bomba nuclear en una o dos semanas. También impulsó a David Albright, presidente del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional, a declarar: "Si el Eje de Resistencia no es efectivo, la disuasión nuclear podría ser la única opción".
“Israel” se envalentona en sus políticas despiadadas, desafia todos los tratados humanitarios y muestra su rostro más desafiante hacia sus adversarios.
Pero existen realidades sobre el terreno, todas contrarias a sus intereses: la resistencia libanesa recupera su fuerza, las facciones armadas en Gaza luchan a pesar de desafíos sin precedentes, y el Eje de Resistencia, en todos sus frentes, está en máxima alerta porque ya no hay otra opción que la confrontación abierta, sin límites ni condiciones.