No es exagerado afirmar que la compleja operación de inteligencia llevada a cabo por el Servicio de Inteligencia de la República Islámica de Irán constituye un terremoto estratégico que azotó a la entidad sionista.

Según lo anunciado por la televisión iraní, una enorme cantidad de información y documentos estratégicos sensibles relacionados con "Israel", incluyendo miles de documentos relacionados con los proyectos e instalaciones nucleares de la ocupación israelí, fueron obtenidos y transferidos de forma íntegra y segura a Irán.

El proceso de estudio y revisión de las imágenes y clips que los acompañan ha comenzado, lo cual llevará mucho tiempo. Fuentes iraníes bien informadas confirmaron que la operación se llevó a cabo hace tiempo, pero su anuncio se retrasó hasta que se confirmara la transferencia de este enorme volumen de documentos a Irán...

Momento y circunstancias del anuncio de la operación

El anuncio iraní de la operación se produjo en un momento delicado e importante, dos semanas después de la conclusión de la quinta ronda de negociaciones entre Teherán y Washington sobre el programa nuclear iraní y el levantamiento de las sanciones. Washington había presentado una propuesta por escrito a Teherán, a través del mediador omaní, que incluía la suspensión del enriquecimiento de uranio y el establecimiento de una unión regional de enriquecimiento fuera del territorio iraní. Si bien Teherán afirmó haber recibido la propuesta estadounidense y estar estudiándola, fuentes iraníes la calificaron de fantasiosa. Esta propuesta unilateral e inviable, a pesar de que el Líder de la Revolución, Sayyed Ali Khamenei, resolvió la situación rechazando la propuesta estadounidense, afirmando: «Abandonar el enriquecimiento de uranio es completamente contrario a los intereses y la soberanía del país».

Por otro lado, el anuncio iraní de la operación de inteligencia cualitativa se produce antes de la reunión de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que se espera que países europeos (Francia, Alemania y el Reino Unido) aprovechen para emitir una resolución contra Teherán y remitir su expediente nuclear a las Naciones Unidas.

Esto se produce tras el politizado informe del director general del AIEA, Rafael Grossi, en el que consideró incompleta la cooperación de Teherán y que poseía los componentes necesarios para fabricar armas nucleares. Teherán rechazó esta postura, alegando la parcialidad de Grossi y la politización de su informe. Lo acusó de basarse en fuentes israelíes para su elaboración y amenazó a los países europeos con una respuesta decisiva, calificando su postura de maliciosa.

En un tercer contexto, la operación de inteligencia iraní se produjo tras la escalada de amenazas israelíes y estadounidenses de atacar las instalaciones nucleares iraníes si fracasan las negociaciones sobre el programa nuclear. Esto, en parte, constituye un intento de presionar a Teherán para que acepte los términos y propuestas estadounidenses, en particular los relacionados con la detención del enriquecimiento.

Teherán también espera la llegada del presidente ruso, Vladimir Putin, quien tiene previsto visitar Irán próximamente para cerrar acuerdos conjuntos por valor de ocho mil millones de dólares. Durante su reciente conversación telefónica con el presidente estadounidense, Donald Trump, Putin se ofreció a intervenir y ayudar en las negociaciones entre Teherán y Washington sobre la cuestión nuclear, que probablemente será uno de los temas más importantes de sus conversaciones con los líderes iraníes.

Mensajes iraníes y logros esperados

Aunque existe poca información o detalles disponibles sobre el contenido de los documentos calificados por Teherán como estratégicos, la divulgación deliberada por parte de Irán de su relación con los proyectos e instalaciones nucleares de Israel, así como el momento de su anuncio, nos lleva a analizar los posibles resultados e implicaciones de esta operación, y los mensajes que Irán pretendía transmitir a sus adversarios en particular, y quizás también a sus aliados:

En primer lugar, un mensaje militar disuasorio: Irán pretendía transmitir que la posesión de documentos relacionados con las instalaciones nucleares israelíes le proporciona información suficiente para atacarlas militarmente si "Israel" y Estados Unidos insisten en llevar a cabo sus amenazas de atacar las instalaciones nucleares iraníes. Por lo tanto, Washington y Tel Aviv deben retirar la amenaza de acción militar contra Irán cuanto antes.

Segundo, un mensaje de disuasión política: Irán cuenta ahora con un amplio margen de maniobra diplomática y política en su respuesta anticipada a la propuesta estadounidense, que podría incluir las posiciones firmes necesarias que obligarían a Estados Unidos a participar de forma realista en la búsqueda de soluciones viables e implementables, sin imponer su visión, y alineándose simultáneamente con los intereses de Teherán.

Tercero: un mensaje de disuasión legal: La posesión por parte de Teherán de información detallada y precisa sobre el programa nuclear israelí, incluidas las armas nucleares, que Israel se niega a reconocer e impide la inspección del Organismo Internacional de Energía Atómica, colocaría al OIEA, a su presidente y a los Estados miembros representados en su Junta de Gobernadores en una situación legalmente comprometida. Esto los obligaría a reconsiderar sus posiciones antes de adoptar posturas politizadas contra Teherán, que ahora puede presentar detalles del programa nuclear israelí a la Junta de Gobernadores del OIEA.

Cuarto: Un mensaje disuasorio regional: La revelación de los detalles del programa nuclear israelí en la región inevitablemente llevaría a que se presentara como una amenaza para la paz regional, lo que alteraría la postura de los países de la región hacia esta entidad y les proporcionaría influencia en sus políticas al respecto.

Quinto: Un mensaje disuasorio de inteligencia tecnológica: Una operación de inteligencia de esta magnitud y con tales resultados no es menos importante ni profesional que los bombardeos con buscapersonas llevados a cabo por Israel contra la resistencia libanesa, ni la operación de red de Ucrania contra aeropuertos rusos. De hecho, se puede afirmar que la operación de inteligencia iraní supera a ambas, tanto en términos de sus resultados futuros como en cuanto a su caracterización como una operación de seguridad limpia. Esto demuestra el importante desarrollo y superioridad de Irán en el ámbito de la labor de inteligencia, no solo a nivel regional, sino también global, dado que Israel recibe apoyo de inteligencia de numerosos países.

Sexto, esta operación sin duda tendrá repercusiones dentro de Israel y en el ya vacilante gobierno de Netanyahu. Exacerbará la división vertical dentro del ejército, las agencias de inteligencia y seguridad, y la sociedad israelí. De una forma u otra, esto hará a "Israel" más vulnerable a todos los niveles, especialmente en los frentes militar y de seguridad.

En conclusión: Sin duda, una operación de inteligencia excepcional de esta magnitud y calidad representa un éxito rotundo para la labor de inteligencia de la República Islámica, en contraste con el rotundo fracaso de las agencias de inteligencia israelíes, especialmente el Mosad, que durante décadas representó un símbolo de prestigio, poder de ataque y un escudo protector para la entidad sionista antes de que su leyenda fuera destrozada por los hombres de Irán, quienes tomaron la delantera en la disputa.