El mundo global es también el mundo de la diferencia. Las culturas se trenzan hoy día entre el pluralismo y la homogenización. Pero, ¿cómo hacemos para convertir ese proceso en una globalización de fraternidad, espiritualidad y justicia? En el último capítulo de la serie propuesta por Al Mayadeen Español sobre la peregrinación a La Meca, Cheikh Abdul Karim Paz habla acerca de estas tensiones y del nuevo despertar islámico.

Related News

Arzobispo Atallah Hanna llama a detener genocidio en Palestina

Situación regional requiere unidad del pueblo de Egipto

"Yo pienso que estamos en un momento bisagra, en un momento de cambio, y el despertar islámico unido al de los católicos, ortodoxos, evangélicos y judíos (que no están a favor, ni apoyan la opresión sobre el pueblo palestino) augura un momento de fuerza espiritual muy grande. Eso es lo que ha carecido la cultura occidental dominante en los últimos años", comenta el profesor. 

Además, hace referencia a la estrategia del poder actual que no suele reprimir u homogeneizar la diversidad, sino controlarla. Consecuentemente, advierte que una nación puede ser altruista y solidaria, pero también puede tornarse en un poder imperial que impone su propia identidad sobre cualquier otra. 

Por eso, si bien la globalización por un lado aplana y por otro facilita el pluralismo, los descentramientos implícitos permanecen bajo el control de centros, que a la vez brindan un flanco crítico aprovechable. "Y en lo nuevo ─reafirma Karim Paz─ debe tener un rol importante la espiritualidad. El islam, en ese sentido, tiene la obligación de dar todo de sí para este mundo mejor".