Destacan decisión de Biden de salir de la guerra en Yemen
El 80 por ciento de los yemenitas necesitan algún tipo de ayuda humanitaria para sobrevivir a diario.
Después de seis años de respaldar a Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes Unidos en su brutal e incompetente desventura militar en Yemen, el presidente Biden ha decidido finalmente hacer lo más inteligente, salir de esa guerra, destaca el diario Washington Examiner.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, anunció el jueves que Washington pondría fin a su apoyo militar ofensivo a la coalición liderada por Arabia Saudí que lucha contra los rebeldes Houthi en Yemen, señala un artículo suscrito por Daniel DePetris, miembro de Defense Priorities.
La decisión de intervenir en la guerra civil de Yemen se produjo bajo la mirada del presidente Barack Obama tras un escaso debate entre agencias; pero un conflicto que el príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman afirmó que terminaría en unas semanas, se prolongó durante años.
Subraya el analista que se subestimó sistemáticamente la voluntad de los Houthis y, gracias a los iraníes, su capacidad para resistir la campaña aérea saudí.
Cada mes que pasa, surgen más pruebas de los crímenes de guerra saudíes, lo que hace que la ayuda de Estados Unidos a Riad sea aún más difícil de justificar, subrayó.
La guerra empeoró bajo la administración de Trump, ya que se vendieron a los saudíes miles de millones de dólares en armas ofensivas adicionales de Estados Unidos, incluidas las municiones aire-tierra, con muy poca atención a cómo Riad utilizaría esas armas, valora DePetris.
De hecho, afirmó, la estrategia parecía notablemente ausente en este caso. Siempre estuvo poco claro cómo el vertido de más armas en el conflicto serviría a la política oficial de Washington: fomentar un final negociado de la guerra.
DePetris enumera como la agresión acusó muchos males a una nación y su pueblo ya de por si empobrecidos. La guerra, precisó, acabó prácticamente con las infraestructuras que tenía Yemen antes de que comenzara el conflicto. Aproximadamente la mitad de sus hospitales están inutilizados, muchos de ellos destruidos por los ataques aéreos saudíes.
Asimismo, más de 20,1 millones de personas se enfrentarían a la inanición si no fuera por la ayuda alimentaria internacional.
El 80 por ciento de los yemenitas necesitan algún tipo de ayuda humanitaria para sobrevivir a diario.
La implicación de Washington en el conflicto no sólo funcionó a contracorriente de los intereses de Estados Unidos, sino que también violó gravemente los propios valores estadounidenses.
Asegura el articulista que el gobierno de Biden ha adoptado una serie de decisiones inteligentes sobre Yemen desde el principio, incluyendo la adopción de una exención de un mes que anula la designación de Trump de los Houthis como organización terrorista extranjera.
Esa exención tiene menos que ver con la simpatía por los Houthis y más con asegurar que la ayuda alimentaria pueda seguir siendo entregada al grueso de la población de Yemen. El nombramiento del funcionario del servicio exterior Tim Lenderking como enviado especial de Estados Unidos a Yemen es también una señal de que la administración Biden intentará al menos actuar como parte neutral en la guerra, sostiene.
Sin embargo, considera DePetris, la línea principal es clara: Estados Unidos no puede salir de Yemen lo suficientemente rápido.