"Israel" entierra un poco más la paz
Después de cuatro elecciones legislativas en dos años, el cansancio se ha hecho sentir, especialmente entre la población árabe, que se aleja cada vez más de las urnas.
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"Israel" entierra un poco más la paz
Las elecciones legislativas en "Israel" se suceden y se parecen. La única diferencia es que, bajo el liderazgo del mismo primer ministro Benjamín Netanyahu, se ha producido un giro constante hacia el oscurantismo de la derecha más extrema, afirma Patrick Le Hyaric del diario francés “L'Humanité Dimanche” en su sitio en internet http:// Patrick –le-hyaric.fr.
Con sus payasadas y condenas por corrupción, el siniestro Netanyahu consiguió polarizar las elecciones y, con ello, desviar la mirada de los votantes de los grandes temas de la sociedad israelí: la cuestión social, que estalla en un país minado por las desigualdades, y, por supuesto, las relaciones con el pueblo palestino, aún encarcelado en Gaza y amurallado en Cisjordania, sostiene el analista francés.
Después de cuatro elecciones legislativas en dos años, el cansancio se ha hecho sentir, especialmente entre la población árabe, que se aleja cada vez más de las urnas. En el tedio electoral, la cuestión de un Estado palestino se ha evaporado. Y, más ampliamente, la cuestión de las relaciones que el pueblo israelí pretende mantener con los 4,5 millones de personas bajo la opresión colonial en los territorios palestinos, precisa.
Señala que la evolución de la vida política israelí se inscribe en un movimiento mundial de extrema derecha y de debilitamiento de las fuerzas de izquierda, que se han vuelto inaudibles.
La situación es tal, precisa la publicación que el partido islamista, que salió de la coalición árabe con su homofobia reivindicada como casus belli, ha venido a reforzar a la mayoría de la extrema derecha y a los sionistas religiosos.
La salida de este componente hacia la extrema derecha "del gobierno" rompió la dinámica de la única lista que llevaba la demanda de una solución de dos estados, liderada por el comunista Ayman Odeh.
Y el parlamento israelí -subraya- cuenta ahora con supremacistas judíos, ultrarracistas y reaccionarios en su seno por voluntad exclusiva de Netanyahu, que los necesitaba para consolidar su mayoría.
¿Dónde acabará la degeneración de la vida política israelí? ¿Y con qué fin? "Israel" no mantendrá impunemente a todo un pueblo bajo el dominio colonial sin consecuencias a mediano y largo plazo, puntualiza.
Porque ahora son algunas de las fuerzas más reaccionarias del mundo las que presiden el destino de un país altamente militarizado, cuyo gobierno está decidido a destruir cualquier solución pacífica con el pueblo palestino para apoderarse de su tierra, afirma.
Las fuerzas progresistas, aunque debilitadas y fragmentadas, siguen vivas en la sociedad israelí. Apoyarlos es más necesario que nunca. El reconocimiento del Estado palestino por parte de Francia contribuiría en gran medida a ello, asegura Patrick le Hyaric.