El Vaticano no obvió el expediente de los derechos humanos en Bahrein
Durante su visita a Bahrein, el Papa Francisco tocó las preocupaciones de una gran capa de los ciudadanos, especialmente al hablar de la necesidad de preservar las libertades.
A pesar de todos los esfuerzos de las autoridades de Bahrein para contener la visita del Papa Francisco y sitiarla con un programa bien diseñado, el resultado fue completamente diferente.
Durante su primer discurso desde el interior del Palacio Sakhir y en presencia del rey Hamad bin Isa Al Khalifa, el pontífice evocó las características de la gran crisis de derechos humanos existente en el país.
Presentación apostólica del expediente de derechos
El Papa Francisco aterrizó en Bahrein en su viaje internacional número 39 durante su pontificado. Esta es la primera visita papal al reino, la segunda a un país del Golfo y la séptima a un país árabe.
Durante su primer discurso, Su Santidad optó por partir de los artículos 18 y 22 de la Constitución bahreiní para evocar la realidad de los derechos humanos en esa nación.
Francisco hizo referencia a las preocupaciones de un gran segmento de los ciudadanos de Bahrein, especialmente cuando habló de la necesidad de que la libertad religiosa sea completa y cada grupo o persona sea admitido con igualdad de dignidad y oportunidades.
“No debe haber discriminación ni violación de los derechos humanos básicos, sino más bien reforzarlos", subrayó.
Al referirse a la pena de muerte, el Papa llamó a respetar el derecho a la vida, y argumentó la necesidad de garantizarla siempre.
Horas después, el rey de Bahrein expresó su bienvenida al discurso del Obispo de Roma y destacó el entusiasmo del reino por “proteger y adherirse a los derechos humanos, establecer marcos para mantenerlos y aumentar la conciencia sobre ellos a nivel cultural e intelectual”.
La respuesta real fue considerada por los activistas como vaga, toda vez que no refleja una intención seria. Todo lo que hizo el rey, según los bahreiníes, fue ofrecer respuestas enlatadas, sin efecto alguno sobre el terreno.
Discurso del Papa revive la esperanza de las familias de los condenados a muerte
En las redes sociales, los activistas acogieron con beneplácito el contenido del discurso del Papa Francisco.
Las posiciones más destacadas fueron aquellas de las familias de los detenidos condenados a muerte en Bahrein por cargos con un trasfondo político.
Muchos advirtieron las declaraciones del Sumo Pontífice como un rayo de esperanza para acabar con el sufrimiento de sus hijos, expresaron críticas a la pena de muerte y exigieron la liberación de los presos políticos.
Otro grupo, en carta abierta, solicitó al jefe de Estado del Vaticano tratar el tema del encarcelamiento de los opositores.
La madre del joven detenido Hussein Marzouk, condenado a muerte, pidió la liberación de su hijo y de todos los presos políticos encarcelados.
“Es necesario terminar pronto con la nostalgia letal", declaró la progenitora de Hussein Ali Mahdi, el prisionero más joven también condenado a muerte.
El mismo deseo expresó la familia de Mohammad Radi, a la luz de los posibles beneficiados que puedan derivarse por la visita de Francisco a Bahrein.
Al reflejar el sufrimiento familiar, la esposa del detenido Mohammad Ramada declaró: “Han pasado nueve años duros, mientras mis hijos y yo esperamos por Ramada, quien es víctima de tortura".
Un movimiento político y de derechos humanos fructífero
Mucho antes de la visita del Papa a Bahrein, diversas organizaciones de derechos humanos –locales e internacionales– manifestaron la esperanza de que Su Santidad no obviara el tema de los derechos humanos en el reino.
El pasado primero de noviembre, nueve organizaciones de derechos humanos, incluida Human Rights Watch, emitieron una declaración conjunta en la que instaron al Papa a pedir públicamente y a puerta cerrada, a las autoridades de Bahrein, la conmutación de las penas de muerte y la imposición de una moratoria sobre su emisión e implementación.
Además, exigieron un decreto para prohibir todas las formas de tortura y malos tratos, y liberar a cualquier persona encarcelada por ejercer su derecho a la libertad de asociación, reunión pacífica y expresión.
En una declaración paralela, otras 130 organizaciones solicitaron al Papa instar a las autoridades bahreiníes a promover un cambio real hacia la justicia transicional, la equidad y la reparación para todas las víctimas y la liberación de todos los prisioneros de conciencia.
La oposición de Bahrein, incluida la Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq, expresó su condena a la propagación de la persecución, la ausencia de tolerancia, la falta del principio de diálogo y la convivencia.
El expediente de Yemen en el discurso del Papa
Al igual que el tema de Bahrein, el expediente de agresión contra Yemen estuvo presente en el discurso del jefe de Estado.
Según algunos observadores, la referencia del Papa en relación con el tema tiene muchas implicaciones, sobre todo porque Bahrein es uno de los países integrantes de la coalición agresora contra ese país árabe desde el año 2015.
Hasta el día de hoy, según las últimas estadísticas emitidas por la organización Por los Derechos de Mujeres y Niños, la guerra de Yemen provocó más de 13 mil víctimas entre mártires y heridos, más de seis mil civiles discapacitados. Unos cuatro mil niños y mujeres fueron víctimas de los remanentes de la agresión.
“Yemen ha sido torturado por una guerra olvidada que no conduce a ninguna victoria. Lleven sus oraciones a civiles, niños, ancianos y enfermos. Rueguen que las armas callen, y comprometámonos en todas partes y sinceramente por la paz”, dijo Francisco.
Su Santidad presentó el mismo expediente durante su visita a los Emiratos Árabes Unidos en 2019, al participar en el Encuentro de la Fraternidad Humana, donde explicó las consecuencias desastrosas de la guerra para el mundo.