¿Por qué el acceso a Internet mantiene la brecha de uso digital?
Científicos españoles han realizado un estudio para mejorar nuestra comprensión de cómo la utilización de las tecnologías de la información puede ser un factor de desigualdad.
Investigadores de IMDEA Networks español han dado un nuevo paso en sus estudios sobre la incidencia de la “brecha digital”, tras el trabajo publicado en enero, junto con la Universidad Carlos III de Madrid, sobre la llamada “brecha de uso”, que se refiere a cómo las personas pertenecientes a diferentes clases sociales, debido a las diversas habilidades digitales, tienen una capacidad contrastada para beneficiarse de las nuevas tecnologías y, por tanto, de los servicios que estas permiten. Se trata de una causa emergente de desigualdad social.
La publicación “Second-level Digital Divide: A Longitudinal Study of Mobile Traffic Consumption Imbalance in France”, de Sachit Mishra, Marco Fiore y Zbigniew Smoreda (Orange Labs Paris), presentada en abril de 2022 en la prestigiosa ACM Web Conference, muestra los resultados del estudio de la interacción entre el consumo de servicios digitales a través de dispositivos móviles y los niveles de urbanización en toda Francia.
Los datos demuestran, según destaca el estudio, que existe “un comportamiento emergente por el que las personas que viven en zonas urbanas cada vez más grandes y pobladas tienden a generar un mayor consumo individual de tráfico móvil que las que viven en ciudades más pequeñas”.
Aunque este patrón no es inesperado, la investigación ha permitido cuantificar por primera vez el fenómeno de forma precisa: como destaca Marco Fiore, Research Associate Professor de IMDEA Networks, “hemos demostrado, por ejemplo, que un/a habitante de una ciudad de un millón de habitantes genera, de media, aproximadamente el doble de tráfico de datos móviles que una persona de un pueblo de 10000 habitantes”.
Una conclusión fundamental del estudio es que el desequilibrio en el uso del tráfico de datos móviles per cápita entre ciudades de diferentes tamaños ha crecido de forma constante y sustancial durante el periodo 2014-2019 en un país desarrollado como Francia. “Cabría esperar que la extensión de la conectividad de banda ancha móvil 4G a las regiones menos urbanizadas hubiera contribuido a cerrar la brecha, pero nuestros datos muestran lo contrario”.
Los resultados son fruto de años de recopilación de datos y del análisis sobre una cantidad masiva de tráfico móvil, incluyendo información por servicio sobre el consumo de aplicaciones como Twitter, Instagram o Tik Tok que mostró cómo también las apps individuales se ven afectadas por la misma disparidad de uso.
“Exploramos múltiples factores de confusión potenciales, como los ingresos, la educación o la edad de las personas que residen en ciudades más grandes y más pequeñas de Francia, pero ninguno es suficiente para explicar la diferencia que observamos”, señala el Dr. Fiore.
Esta investigación allana el camino para seguir estudiando y proporciona algunas pistas para la intervención de las administraciones públicas, arrojando luz sobre la llamada “segunda brecha digital”.