El arte del vidrio soplado surge al calor de artista de Siria
Recién declarado Patrimonio de la Humanidad, el arte soplado de vidrio es una tradición heredada por Ahmed Al-Hallaq y otros artistas de Siria.
La punta gastada de la varilla le tizna los dedos, pero el vidrio sigue claro, y cada vez le nacen más formas. El artista sirio Ahmed Al-Hallaq tiene que contar los minutos, girarse, ser paciente y, dicho sea de paso, nada lo hace más feliz.
Todos los días sigue la tradición de su padre y sus abuelos: crear una taza, una lámpara o un jarrón a través del tradicional soplado de vidrio.
Después de años de escasez de material, muestra su cansancio, pero desde el pasado diciembre, Al-Hallaq celebra la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad de su oficio y ahora busca enseñar esta herencia a los más jóvenes.
La perfección del arte
Con una sonrisa en el rostro, nos recibe en Damasco en una pequeña fábrica y exhibe las obras creadas por su familia desde antaño.
Aún recuerda las primeras lecciones del oficio enseñado por su padre a la edad de siete años y luego su primer trabajo por cuenta propia a los 12.
“Nuestra profesión es muy antigua, y tenemos el orgullo de nacer en Damasco, el primer lugar en soplar el vidrio”, afirma.
En su memoria guarda la existencia de entre 10 y 15 áreas de productores en la zona de Al Shaghur, pero muchas ya no funcionan debido al desarrollo y la entrada de la mecanización, así como el estallido de la guerra en 2011.
De pie frente al horno ardiente, Ahmed Al-Hallaq da forma a una taza y controla la forma y el tamaño con sus soplidos en una vara. Luego enfría un poco la masa y usa pinzas para terminar el diseño de su obra maestra
“Mi alegría es grande cuando logro lo que el cliente pide como él quiere y le gusta a la pieza”, asegura.
Este artista, que llegó a ser muy famoso en su país, participó en 2011 en una exposición Teherán, Irán, y allí obtuvo el primer lugar, en especial por diseñar un objeto que los otros participantes no supieron fabricar.
El soplado de vidrio en Damasco es un oficio artesanal recién declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.#Siria #Damasco #vidrio pic.twitter.com/IFdGJXhqYs
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) January 29, 2024
¿Qué puede cambiar el fuego?
La guerra, a pesar de los esfuerzos del creador por mantener viva su vocación, le destruyó muchas obras, pero no sus esperanzas.
Ahmed Al-Hallaq cerró la fábrica familiar de 150 años de historia como resultado de las operaciones militares en la región entre 2011 y 2017.
Volvió a abrirla mucho después junto a su hermano Muhammad; sin embargo, ya los precios afectaban enormemente el oficio.
“No obtenemos de las instituciones gubernamentales cantidades suficientes de diésel para operar la fábrica, pero solo el 25 por ciento de nuestras necesidades, y nos vemos obligados a comprarlo en el mercado negro a precios elevados”, precisa.
Hoy el negocio no es el mismo de hace unos años cuando recibían pedidos de todo el mundo. Bien los saben sus vendedores que solo tienen compras dentro del país o únicamente en Francia.
Pero Al-Hallaq siente cierta alegría con la nueva distinción y espera ampliar el tamaño del horno y atraer más personas.
Mientras continúa con sus labores, balbucea algunas palabras: “No puedo dejarlo. Es como una adicción y hay que seguir”.