Dolores, el grito que llamó a la independencia de México
Una conspiración descubierta precipitó el llamado que cambiaría el rumbo de la antigua Nueva España.
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Retablo de la independencia. Foto: INAH.
Guanajuato, antigua Nueva España (actual México); 16 de septiembre de 1810.
Algo más que una madrugada comenzó a nacer en ese instante. Tal vez era el principio del fin de una larga noche de 318 años, iniciada en octubre de 1492, cuando la sombra del colonialismo se asomó en las costas del territorio hoy conocido como Las Américas.
Por lo inhabitual de la hora, el vecindario de Dolores quizás advirtió alguna luz en el llamado de la campana, que insistente repiqueteaba en la oscuridad.
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El encuentro con Hidalgo
icen que mediaron pocos minutos desde el primer campanazo hasta ver el atrio de la parroquia repleto de pueblo y de ansias.
Allí todos se encontraron con el párroco Miguel Hidalgo, quien pronunció una de esas arengas que, según afirmó el independentista cubano José Martí, “dan calor y echan chispas”.
El académico mexicano Luis Fernando Granados recuerda en su libro En el espejo haitiano: “Hidalgo logró atraer un grupo militar compacto en el centro de mayor número de indios laboríos de toda Nueva España. Si aquella era la capital mundial de la plata, los recursos humanos pobres y laboríos son lo que explican el huracán libertario que terminó siendo el grito”.
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Una fecha que marcó a México
El Grito de Dolores sorprendió al mundo desde su primer minuto. Surgió precipitado, adelantado, para esquivar las consecuencias de una delación contra la conspiración clandestina iniciada dos años antes en Querétaro.
Desde entonces, se convirtió en una de las fechas patrias más significativas de México, junto con el aniversario de la Revolución que estalló justo un siglo después, el 20 de noviembre de 1910.
Aunque la Independencia comenzó un 16 de septiembre, hacia finales del siglo XIX el dictador Porfirio Díaz dispuso que “El Grito” se celebrara el 15, día de su cumpleaños.
Con el paso del tiempo, 'El Grito' se consolidó como una celebración popular, ya que cada año miles de mexicanos colman el Zócalo para escuchar al o la presidenta y vitorear juntos a protagonistas de la Independencia.