Silvio Rodríguez: recuerdos y autocrítica de un trovador
Fundador de la influyente Nueva Trova, su obra fue la banda sonora de varias generaciones que encontraron en sus letras un eco de sus anhelos.
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Silvio Rodríguez durante su más reciente concierto en Chile
Durante una entrevista con Rolling Stone, el cantautor cubano Silvio Rodríguez repasó su vida, sus ideas políticas y su trayectoria artística, y confesó que creció “entre libros de Marx y Engels”.
Según cuenta, su padre fue “un hombre muy afín a la revolución, un gran lector de poesía”, y ese acervo intelectual se cruzó más tarde con la música y las preguntas que el joven artista se hacía durante el servicio militar.
El origen de sus canciones
Mientras estaba en el ejército —relató— su curiosidad lo empujó a leer para responderse “preguntas que me hacía y que trataba de respondérmelas leyendo, informándome, y que después resultaban en canciones.”
Aunque reconoció que no tuvo una formación académica musical extensa, admitió que a los 16 años intentó retomar el piano sin éxito: “Nunca tuve un piano en la casa, pero, además, es un instrumento muy difícil”.
Fue la guitarra la que se convirtió en su compañera de vida: “Realmente fue mi compañera, y sigue siéndolo”.
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Un aprendizaje autodidacta
Rodríguez describe su aprendizaje del instrumento como eminentemente empírico: un amigo le enseñó “dos o tres acordes” y, a partir de ahí, siguió “más o menos, desarrollando. Como suelen hacer todos los guitarreros del universo”.
De joven trabajó en historietas y prensa, experiencias que, en sus palabras, “me ayudó mucho a concebir la palabra a través de imágenes”.
Asimismo, afirmó que su admiración por la poesía lo impulsó a querer ser poeta, pues después de empezar a admirar a autores "uno se quiere convertir en uno de ellos”.
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El largo camino al primer disco
La espera por su primer disco fue larga y tortuosa; Rodríguez recuerda 1974 como el año en que finalmente pudo grabar: “Fue una tortura fue para mí”.
Explicó que en la isla solo existía una compañía discográfica y que, pese a tener “cientos de canciones compuestas” y años de carrera, le costó atraer la atención del sello.
De ese período surgió, entre otras, la canción Sueño con serpientes, compuesta con la idea explícita de armar un disco.
Cada canción, un universo propio
Sobre su estética, Silvio afirmó que buscó desde el principio que cada tema abriera “una puerta a un espacio diferente”: admirador de los Beatles, le interesaba que cada canción fuera un mundo, un instante de tu vida.
Aunque su obra fue interpretada por muchos como un vehículo del mensaje revolucionario, él insistió en que su intención fue, sobre todo, generar preguntas que incomodaran los dogmas establecidos.
El nacimiento de la Nueva Trova
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Silvio Rodríguez: recuerdos y autocrítica de un trovador
Acerca del nacimiento de la Nueva Trova, recordó que el movimiento tuvo su punto de inflexión en 1968 en la Casa de las Américas.
Relató cómo Haydée Santamaría los convocó —a Noel Nicola, Pablo Milanés y a él— para componer títulos dedicados al Moncada, y cómo la intimidad con las historias de los jóvenes caídos dio lugar a La canción del elegido:
“Nos impregnó tanto la vida de aquellos muchachos… no eran más que muchachos, jóvenes que con un ideal de bondad para su país se habían prestado a ese sacrificio.”
Influencias y conciencia popular
Silvio contextualizó la canción protesta en un mapa más amplio: reconoce influencias del folk norteamericano —Lead Belly, Woody Guthrie— y de movimientos latinoamericanos (Violeta Parra, Yupanqui).
Relató además que la campaña de alfabetización de 1961 y el nivel educativo alcanzado en Cuba fueron determinantes para el desarrollo de una canción que apelara a un público instruido: “teníamos la conciencia de que estábamos cantando para un pueblo con cierto nivel de instrucción, no era un pueblo analfabeto”.
Frente a la pregunta sobre si alguna vez se sintió desilusionado de la revolución, Silvio fue categórico: “Desilusionado de la revolución nunca me he sentido, jamás. Desilusionado de alguna gente, sí, por supuesto.”
La experiencia militar marcó también su visión sobre la defensa: recuerda sus dos experiencias con el uniforme —el servicio obligatorio y la misión en Angola— y subraya que para él vestir el uniforme en Cuba “es la defensa, es para defendernos” y no un acto de invasión.
#VIDEO 🔴 SILVIO CANTÓ PARA PALESTINA HERIDA
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⭕️ En presencia del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, el trovador Silvio Rodríguez rindió homenaje, con versos del poeta Luis Rogelio Nogueras, al pueblo palestino que hoy muere en manos sionistas y el genocidio asesino.
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Tradición trovadoresca y sonido mestizo
Musicalmente, Silvio reconoció influencias diversas, pero su raíz está en la poderosa tradición trovadoresca cubana —el filin, Marta Valdés, José Antonio Méndez, César Portillo de la Luz— y en la mixtura sonora que escuchó de niño entre Benny Moré y Elvis Presley.
De la fusión con el cine y el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica, recordó cómo sus canciones llegaron a películas y a cineastas como Pino Solanas, lo que ayudó a proyectar su música más allá de la isla.
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Revolución, autocrítica y diálogo
En la entrevista con Rolling Stone Silvio repasó, con honestidad y matices, sus certezas y sus contradicciones: “Las revoluciones no son perfectas, son necesarias”, afirmó, y añadió que la historia exige tanto reconocimiento de logros como crítica a los errores humanos que se cometen en su nombre.
Para él, la música sigue siendo un espacio de diálogo y de búsqueda: “En un mundo donde falta tanto el diálogo, el diálogo entre músicos es muy hermoso. Es empatía, es comunión”.
Al Mayadeen Español