Aprueban resolución de condena contra actos de odio religioso
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas llevó el tema a debate y votación, a raíz del incidente de junio en Estocolmo, Suecia, cuando un extremista vinculado al Mossad de "Israel" quemó en público una copia del Noble Corán.
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas adoptó una resolución de condena contra los actos de odio religioso, como la quema del Sagrado Corán.
La resolución responde a una discusión de emergencia solicitada por Pakistán, en nombre de varios países de la Organización de Cooperación Islámica, luego del inicidente de la quema pública de una copia del Noble Corán en Estocolmo, Suecia, el mes pasado.
La organización pidió la condena internacional de esos ataques contra el texto sagrado del Islam, describiéndolos como "actos de odio religioso".
La resolución fue aprobada por 28 de los 47 miembros del Consejo, incluidos China, Ucrania y la mayoría de los países africanos. Siete miembros se abstuvieron y 12 votaron en contra, entre ellos Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos.
The @UN🇺🇳 Human Rights Council adopted a resolution in which it condemned & strongly rejected any advocacy & manifestation of religious hatred, including the recent public & premeditated acts of desecration of the Holy Quran.
— United Nations Human Rights Council 📍 #HRC53 (@UN_HRC) July 12, 2023
WATCH the adoption of the resolution at #HRC53⤵️ pic.twitter.com/hnNBEzISu4
Algunos países latinoamericanos, como México y Honduras, eligieron la abstención en la votación, porque consideran necesario dedicar más tiempo a la negociación y llegar a un consenso.
Por su parte, la embajadora estadounidense, Michelle Taylor, lamentó votar en contra de la redacción de la medida por considerarla "desequilibrada", en tanto contradice las posiciones de su país a favor de la libertad de expresión.
La nueva resolución condena cualquier muestra de odio religioso, incluidas las actividades públicas y deliberadas que en fechas recientes llevaron a la desantificación del Sagrado Corán, y pide a los estados adoptar leyes con las cuales exigir responsabilidad a quienes incurran en esos hechos.
También pide a las Naciones Unidas identificar a los países donde no existe ese tipo de legislación y organizar una mesa redonda de expertos para discutir el tema.
El embajador de Pakistán, Khalil Hashemi, consideró el documento una redacción equilibrada, y además no señala con el dedo a ningún país.
Según reveló días atrás el Ministerio de Seguridad de Irán, el joven de origen iraquí Salwan Momika, quien profanó el Noble Corán en Suecia en junio pasado, trabajó al servicio del Mossad israelí en 2019.
En esa etapa transfirió información sobre las facciones de la resistencia en Irak a la inteligencia sionista, en el marco del proyecto de división de esa nación árabe.
Al trasladarse a Suecia, según la seguridad iraní, continuó sus misiones en beneficio de la entidad sionista, según sus nuevas circunstancias.
En ese vínculo se enmarca la traicion a su cultura al quemar una copia del texto religioso, un ominoso objetivo diseñado e implementado para crear una ola mediática dominante y marginar las noticias de los crímenes horribles y generalizados de la ocupación israelí en Cisjordania, sobre todo en el campo oprimido y resistente de Yenín.
De acuerdo con analistas de inteligencia iraní, es notable el paralelismo entre cada masacre de la entidad sionista y algún otro hecho relevante, diseñado con el fin de desviar la atención de sus pasos satánicos en territorio ocupado.
Según aseveró el comunicado iraní, en un futuro cercano podrán publicar documentos para avalar esta investigación.
El incidente provocado por el extremista en Estocolmo, el primer día de las celebraciones musulmadas de Eid al-Adha, provocó una campaña de condena generalizada en los países islámicos y naciones respetuosas de la diversidad cultural.