Revelan razones del fracaso israelí el 7 de octubre
El ejército sionista confió demasiado en la seguridad de su muro en el límite con Gaza para avizorar cualquier movimiento; sus puestos fronterizos eran de alojamiento y no estaban listos para combatir, y la ubicación del cuartel de la División justo al lado de la valla le restó perspectiva y control sobre las maniobras de la Resistencia.
Los hallazgos más importantes de las investigaciones del ejército de "Israel" sobre el ataque del “Sábado Negro” (7 de octubre) mostraron el fallo causado por la ubicación del cuartel general del comando de la División de Gaza en la valla fronteriza.
De acuerdo con el sitio web del canal israelí Kan, el resumen preliminar realizado un mes después del ataque del movimiento de resistencia palestina Hamas a las zonas fronterizas, incluye el criterios de combatientes y comandantes de campo.
Los resultados, publicados por primera vez, indicaron como un fallo esencial del ejército israelí la ubicación del cuartel general de mando directo en la valla fronteriza, lo cual dañó su capacidad de mando y control, “hasta el punto de que fue neutralizado por completo durante la pelea".
Según las indagaciones, el ejército consideró colocar bases pertenecientes a la división en lugares vulnerables a un ataque como una ventaja logística, pero reconoció el riesgo de causar un defecto en el desempeño de estas bases en caso de guerra.
Además, el Ejército se dio cuenta de que sus puestos fronterizos fueron establecidos para albergar a la dirigencia, pero no estaban preparados para el combate.
El medio indicó que comenzaron a surgir críticas aquí y allá sobre el "muro de seguridad", terminado el año pasado con un costo de miles de millones de shekels israelíes.
A criterio de varios analisas, ese obstáculo provocó una reducción de la preparación combativa y les dio una sensación de seguridad, como si no pudieran asaltarles sin previo aviso.
De hecho, "cegó los ojos de los combatientes y comandantes", reflexionó la publicación.
Los funcionarios israelíes siguen intercambiando acusaciones y responsabilizan al primer ministro Benjamín Netanyahu por el fracaso que llevó al éxito de la epopeya del Diluvio de Al Aqsa.
En este contexto, la resistencia palestina continúan su ataque a las concentraciones militares de las fuerzas israelíes, y los medios hablaron del temor del Ejército por el escenario en los próximos días tras los intentos de avanzar en la Franja de Gaza y chocar desde una distancia cero.