Que las unidades rusas se retiren de todo el norte y noreste de Ucrania, cualquiera que sea la denominación que se le de a semejante acción, ya sea el reposicionamiento de tropas, la reorganización o la concentración de esfuerzos con el objetivo de llevar a cabo una gran operación en el Donbas, en un momento en que controlaban grandes extensiones de territorio entre el noroeste de Kiev, hasta llegar a Sumy en el noreste, en las cercanías de Chernihiv, hasta alcanzarla frontera con Bielorrusia, este asunto, se considera,por lo menos en apariencia, una retirada, o más bien una capitulación, más cuando esas unidades eran tan grandes y las columnas de vehículos mecanizados y blindados que las apoyaban perecían tener decenas de kilómetros y estaban protegidas por una eficaz red aérea de los más avanzados bombarderos y drones desde su ingreso desde el sur de Bielorrusia y el oeste de Rusia.

¿Qué tanto hay de verdad en esto? ¿Se habrían involucraron los rusos, cayendo en la trampa ucraniana colocada por la OTAN? ¿Y qué opciones poseen para lograr los objetivos que se habían propuesto para susoperaciones en Ucrania, o al menos para demostrar que aún no están derrotados y que se encuentran en la víacorrecta para lograr sus objetivos?

De hecho, no es lógico ni normal que los rusos se replieguen de esta manera tan misteriosa, dando la impresión de que ha sido una “derrota”, sin que esto implique que existe detrás de esa acción una maniobra o un plan, especialmente el repliegue desde las posiciones en el norte del territorio ucraniano y en el noreste y que no pudo ser el resultado de una presión militar notable que podría obligarlos a tomar semejante decisión. 

Además, el posicionamiento de sus unidades de combate cerca de Kiev y otras ciudades del noreste de Ucrania, especialmente Sumy y Chernihiv, no era débil ni incontrolable;por otra parte, las unidades ucranianas no estaba en condiciones que les permitía hacerles frente de una manera efectiva, si hubieran decidido entrar en aquellas ciudades que asediaban casi desde el comienzo de su operación, sobre todo porque las unidades ucranianas habían perdido la mayor parte de su potencial básico, como lo es el de un ejército compacto, y no les quedaba salvo algunas piezas de armamento letal, como misiles anti blindaje y helicópteros, que los podían utilizar para maniobrar como unidades de resistencia, después de que las unidades aéreas y misilísticas rusas destruyeran la mayor parte de sus unidades aéreas, plataformas de lanzamiento de misiles, bases terrestres, salas de operaciones y sus puntos de gestión y coordinación de batallas.

Según el periódico estadounidense Wall Street Journal, cuya información concuerda con la información de varios medios de amplia distribución, la retirada rusa del norte y noreste de Ucrania tiene como objetivo centrarse en la región de Donbas. 

Al parecer, se nota a través del seguimiento de la mayoría de las fuentes, que las unidades rusas, con la movilización de las unidades y vehículos blindados apropiados y la expansión del bombardeo aéreo y misilistíco insistente, han comenzado a prepararse seriamente para expandir su ataque por toda la región del Donbas, comenzando con una accióndecidida para lograr el control total de la ciudad de Mariupol, junto con los preparativos para completar el control del resto de las regiones de Lugansk y Donetsk, con la posibilidad de expandir su control al oeste de Kherson y al suroeste de Mykolaiv, (Nikolaev) hasta Odessa,controlando todo el frente marítimo ucraniano sobre el Mar Negro, con lo sensible que podría resultar esta última maniobra (hacia Odessa), porque está relacionado con el peligro de acercarse a las unidades de la OTAN en Rumanía por un lado, y con la importancia que tiene que Ucrania mantenga su último frente marítimo en el Mar Negro por otro lado, y las repercusiones económicas y comerciales que esto podría tener y que no seríanfáciles para Ucrania y para la  OTAN.

En efecto, el hecho de que Moscú inicie su operación para completar el control de Donbas, el resultado sería inevitablemente el éxito, existen muchas acciones militares sobre el terreno que así lo confirman, a pesar de algunas dificultades que surgieron ante las unidades rusas, especialmente con el creciente acceso de las unidades ucranianas a una amplia gama de armas letales, que sin duda tuvieron su efecto en los enfrentamientos del norte y el este del país. 

El problema ya no se limita a los misiles Javelin contra los vehículos blindados o los misiles Stingertierra aire o los aviones turcos Bayraktar, cuyas maniobras han sido asimiladas en gran medida, sino que las unidades ucranianas y los grupos occidentales que las apoyan, incluidos, por supuesto, elementos militares (europeos y estadounidenses), comenzaron a recibir los misiles británicos Star Strike que son los más modernos y efectivos contra los vehículos blindados y los helicópteros al mismo tiempo.

Mas importante y peligroso que este misil, es el hecho de que las unidades ucranianas comenzaron a recibirlos drones estadounidenses anti blindaje y anti artillería "Switchblade 600", que han demostrado su eficacia y superioridad en este tipo de combates y contra esos objetivos, y pueden constituir un obstáculo importante para el movimiento de los blindados rusos.

Por lo tanto, ante estas numerosas presiones internacionales sobre Rusia, especialmente las económicas, ya que los países que giran en la órbita de Washington se apresuran en imponerle grandes sanciones económicas, al igual que diplomáticas, ya que occidente (Europa y Estados Unidos) pronto se quedaran sin diplomático rusos después de la ola de expulsión a la que están siendo sometidos los diplomáticos rusos, y las recientes presiones relacionadas con las falsas acusaciones contra las unidades rusas, acusándolas de crímenes de lesa humanidad en Bucha, al oeste de Kiev y en otros lugares, en momentos en el que el canciller ruso Serguei Lavrov, había declarado que el “propósito de la falsa provocación” en la ciudad ucraniana de Bucha es un intento para frustrar las negociaciones entre Rusia y Ucrania, que por primera vez había anunciado que acepta ser un país neutral, y no permitir el despliegue de armas extranjeras en su territorio; esto no le deja a Moscú salvo algunas opciones limitadas que se ha visto obligada a tomar, que tienen que ver con el aumento de la presión militar, cambiando algunos elementos en su plan original y manteniendo otros, de la siguiente manera:

Completar el control sobre la región del Donbass y consolidar su conexión geográfica por tierra con Crimea y su norte, hasta Kherson y Zaporizhzhia.

Continuar con la maniobra de destruir la infraestructura militar del ejército ucraniano; hasta el momento han sido destruidos 125 aviones, 93 helicópteros, 403 aviones no tripulados, 1.981 tanques y otros vehículos blindados de combate, 854 piezas de artillería y morteros, y 1.876 unidades de vehículos militares especiales, según el portavoz del ministerio de Defensa ruso.

Impedir en lo posible que las unidades ucranianas obtengan armas occidentales letales, como las que obtuvieron en grandes cantidades, hecho que contribuyó a la obstaculización del avance de las unidades rusas y el aumento de sus pérdidas tanto en pertrecho como en soldados; este objetivo se logra cerrando por completo la frontera occidental y meridional de Ucrania con los países de la OTAN por un lado, y por otro lado, cortando su conexión con el Mar Negro, completando el control sobre todo el frente marítimo del sur, incluida la ciudad de Odessa y su región suroeste.

Actuar lejos de las ciudades, con la implementación de una amplia maniobra entre el suroeste de Kiev y Mykolaiv, para dividir Ucrania en dos partes este y oeste, aislando cada sección de la otra, incluidas las ciudades y extensiones vitales, y explotando este asunto en las negociaciones con los ucranianos.

Mantener el ritmo de estas acciones militares y de campo mientras aumenta el nivel de presión rusa sobre los europeos en materia de gas y otros productos alimenticios rusos, esenciales para Europa, y cuyo precio debe ser cancelado solo en rublos, con la objetivo de convertir en critica la relación entre Washington y los países europeos, que coordinan en contra de su voluntad con los estadounidenses en perjuicio de los rusos.