Periodistas palestinos enfrentan severas repercusiones por exponer la opresión israelí
Solo las voces palestinas pueden comunicar las emociones de las historias palestinas altamente sensibles que nunca llegan a la prensa convencional.
Los periodistas palestinos sufren por exponer la opresión israelí. Su trabajo es vital para la justicia palestina, la libertad y la cobertura mediática justa. Durante una de sus frecuentes incursiones en Cisjordania, el 19 de enero pasado, el ejército israelí detuvo a Abdul Muhsen Shalaldeh, una atrocidad más de las recientes contra la libertad de expresión.
Sin embargo, la violencia infligida a los periodistas palestinos no se limita al sufrimiento físico y material. Están además continuamente expuestos a una amenaza muy sutil pero igual de peligrosa: la continua deslegitimación de su trabajo. El año pasado, los colegas que cubrían Palestina se encontraron con escenarios terribles y mortales. Según indica un informe de Al Mayadeen, la violencia contra la prensa se da en varios países "democráticos" bajo la ocupación de "Israel", y el año 2022 presenta el mayor recuento de bajas. Fue un año de violaciones de derechos humanos, asesinatos, censura y detenciones indiscriminadas. Además, los ataques contra periodistas han aumentado en intensidad y brutalidad en los últimos años.
La tendencia es aterradora, y los equipos de prensa son blanco específico de ataques y asesinatos debido a su línea de trabajo. A pesar de ser reconocida como periodista, el ejército israelí asesinó a Shireen Abu Akleh en Cisjordania ocupada el año pasado. De manera similar, las fuerzas israelíes asesinaron en junio a Ghofran Warasna en su primer día como reportera en una estación de radio local, y luego invadieron su funeral.
Esas muertes de Shireen y Ghofran Warasna, que causaron dolor a los palestinos, no fueron incidentes aislados. RSF informa que al menos 30 periodistas han sido asesinados por personal de seguridad israelí desde el año 2000, incluidos reporteros extranjeros. Sin embargo, la mayoría de las víctimas eran palestinas. Además de los asesinatos, el gobierno israelí ha sometido con frecuencia a periodistas palestinos a varias violaciones de sus derechos humanos, incluidas detenciones, daños al equipo y agresiones físicas.
De manera similar, MADA, el Centro Palestino para el Desarrollo y la Libertad de los Medios, dijo que las infracciones contra ese gremio aumentaron en la última década. En su informe anual de 2021 , MADA identificó 368 delitos cometidos por Israel contra periodistas palestinos.
A lo largo de los años muchos han sido atacados, arrestados, intimidados y han visto su equipo dañado. En los últimos años además han aumentado las restricciones de viaje para periodistas, quizá como castigo por sus reportajes. Como informó Euro-Med, esas limitaciones aumentaron durante y después de incidentes políticos o de seguridad y en combinación con la publicación de historias, imágenes o videos en medios convencionales o sociales que registran crímenes israelíes o critican la política sionista.
Esas restricciones israelíes a viajes de periodistas palestinos se extienden más allá de los territorios ocupados. Si viajan al extranjero se les puede negar la entrada a territorios palestinos o se les puede restringir el derecho a regresar. Además, "Israel" ha forzado el cierre o la destrucción total de las organizaciones de medios de comunicación palestinas, privándolas de recursos financieros y puestos de trabajo. Esas restricciones de viaje limitan el potencial de ingresos de los periodistas, socavan su derecho al trabajo y, en ciertos casos, eliminan su capacidad para trabajar, ya que algunos medios y organizaciones de prensa prefieren trabajar con personas con total libertad de movimiento. También dificultan su labor periodistas dentro y fuera de los territorios palestinos y les impiden llegar a varios pueblos y lugares.
En particular, los periodistas pagan un alto precio por no tener acceso a una atención médica de calidad. Dado que no pueden salir del territorio palestino para recibir tratamiento médico, los periodistas que informan sobre tales circunstancias se encuentran en un dilema. Tampoco se les permite estudiar en el extranjero, incluso si tienen becas. Las restricciones de viaje les impiden aprovechar esas oportunidades.
Además, "Israel" obliga a estos periodistas a renunciar a su derecho a la libertad de expresión a cambio de permitirles ejercer otros derechos cuando se ven obligados a cesar su actividad periodística o abstenerse de discutir temas particulares a cambio del fin de su enjuiciamiento y prohibición de viajar.
A pesar de todos los esfuerzos del gobierno israelí por silenciar las voces palestinas, el periodismo es más que una profesión. La obligación de compartir la historia con el mundo existe. Aquellos que pagan el precio de su verdad siguen luchando por la libertad de informar libremente y seguir trabajando sobre el terreno. La persecución a los medios de comunicación en Palestina viola el derecho a la vida y la libertad de expresión, y estos delitos necesitan una investigación exhaustiva.
Lo más importante es que los palestinos deben estar en el centro de la narrativa palestina en todas sus manifestaciones. Solo sus voces pueden comunicar las emociones de historias altamente sensibles que nunca llegan a la prensa convencional. Incluso cuando tales informes llegan, normalmente carecen de contexto y, a menudo, ignoran a los palestinos.
Atacar a periodistas en zonas de crisis en cualquier parte del mundo es ilegal, y aquellos que intentan ocultar sus crímenes y violaciones matando o hiriendo a quienes los publican deberían enfrentarse a graves consecuencias. La comunidad internacional debe enviar un fuerte mensaje a los estados que promueven sus intereses a través de crímenes de guerra de que no disfrutarán de la impunidad y serán responsabilizados por sus crímenes de inmediato.