La palabra o el disparo
Paralelamente a las guerras que libra en diferentes regiones del mundo y las guerras por encargo, Occidente se esfuerza actualmente en la producción de una gran cantidad de visiones e ideas que transforman y trastornan la realidad.
Paralelamente a las guerras que libra en diferentes regiones del mundo y las guerras por encargo, Occidente se esfuerza actualmente en la producción de una gran cantidad de visiones e ideas que transforman y trastornan la realidad, y transmiten al mundo imágenes muy engañosas del curso de los acontecimientos; me cuesta creer cuando leo artículos y publicaciones que hablan de nuestra región y de nuestro país, que estos dan la impresión que estuviesen hablando de una hipotética región creada por su propia imaginación, una región que nadie conoce en la geografía en la que señalan, y este no es un asunto sencillo que podemos dejar pasar con tanta ligereza; es una estrategia planificada y adoptada desde hace décadas, y había dado sus frutos para quien la diseñó y la adoptó, sin embargo, los afectados por esta estrategia, o sea refiriéndonos a los pueblos de Asia y África en primer lugar, deben detenerse ante este fenómeno y dedicarle lo que merece de atención, reflexión, y esfuerzo.
Por ejemplo, pero no limitado a esto, estaba leyendo hace unos días en el “National Interest”, un artículo publicado el 8 de agosto de 2023, titulado “El ascenso de un régimen dictatorial en el Medio Oriente”, el artículo comienza mencionando los intentos de Occidente por difundir la democracia en el mundo árabe a través de los acontecimientos de la “Primavera Árabe”, Occidente admite implícitamente que estuvo detrás de estos movimientos “democráticos” que fueron reprimidos manteniendo a los regímenes dictatoriales, y lamenta la suerte de Occidente y de sus democracias, porque La competencia entre el Occidente democrático por un lado y el Oriente dictatorial (China y Rusia) por otro lado, ha proporcionado a estos países unas relaciones y una cobertura que les permitieron sostener sus dictaduras, ya que no se vieron en la necesidad de responder a los esfuerzos de Occidente para adoptar transformaciones democráticas en sus países.
Por supuesto, el lenguaje afirma que todo el Occidente es democrático y todo el Oriente y quienquiera que busque cobijo en el mismo es dictatorial, a menos que el gobierno del país en cuestión esté subordinado a Occidente e que implemente sus políticas, y solo entonces ese gobierno oriental deja de ser un dictadura y se convierte en una democracia, no importa cuán opresivo sea.
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El autor del artículo lamenta que debido a la necesidad que tiene Europa por obtener fuentes de energía tras la ruptura con Rusia, se vea obligada a hacer de la vista gorda ante la falta de democracia y de los derechos humanos en estos países, y concluye que el papel de Occidente sería limitado en el Medio Oriente.
Mientras leo estos criterios que se imparten, siendo estos una completa tergiversación de los hechos y una alteración de la realidad, y una reacción al aumento de la conciencia en estos países y su levantamiento silencioso en contra del colonialismo occidental en todas sus formas, colonialismo que se esfuerza por atentar en contra de la democracia intentando imponer una dictadura; escucho noticias sobre el terrorismo en el noreste de Siria y del atentando en contra de un autobús del ejército árabe sirio, y por supuesto que este terrorismo funciona allí, favorecido por la base de al Tanf y del campamento de al Houl, después de recibir el patrocinio total de parte de las fuerzas estadounidenses que saquean el petróleo sirio para cubrir sus operaciones de apoyo al terrorismo con armas y recursos financieros.
Estos terroristas son los que el Occidente “democrático” ha adoptado para sembrar la destrucción y la desgracia en nuestros países y producir la "democracia" tal como le gusta y la desea Occidente, la cual le garantizaría el control de nuestros países y el saqueo de nuestras riquezas y la explotación de nuestros recursos, así como lo había hecho el colonialismo occidental en Asia y África desde hace siglos; Incluso en Túnez, según dice el autor, el gobierno comenzó democráticamente (o sea, bajo el mando del movimiento Al Nahda filial de la Hermandad Musulmana), luego la democracia declinó allí porque se volvió en contra de la Hermandad Musulmana, y esta Hermandad es, como es bien sabido, la herramientas de Occidente para difundir la “democracia” que alega.
En un momento en que leo esa visión tergiversada de lo que sucede en nuestra región, Turquía envía sus fuerzas mercenarias a la región de al Tanf ocupada por Estados Unidos, para apoyar el foco terrorista que las fuerzas estadounidenses establecieron allí hace años, y con el fin de cerrar las fronteras con Iraq y Jordania cuando lo perciban necesario; asimismo, las fuerzas estadounidenses trasladan equipo y soldados para cortar los lazos de comunicación entre Iraq y Siria, y privar a los dos pueblos de la relación social, económica, cultural e histórica importante que disfrutan y la que están dispuestos a fortalecer.
Cuando las fuerzas sirias y sus aliados estaban a punto de liberar el área de al Tanf del terrorismo, Estados Unidos usó su fuerza aérea para bombardear a nuestras fuerzas y apoyar a los terroristas en el lugar.
Hoy ha quedado claro quienes fueron los patrocinadores de la "Primavera Árabe", cuyos acontecimientos han demostrado que había sido un titular falso, detrás del cual se ocultó la guerra terrorista occidental contra los árabes; Estados Unidos y Turquía la habían financiado y se habían esforzado con ahínco para entregar las llaves de Siria, Libia y todo el mundo árabe a sus herramientas de la Hermandad Musulmana; pero cuando estas herramientas no lograron los objetivos establecidos, trajeron fuerzas estadounidenses al noreste de Siria y fuerzas turcas al noroeste, con falsos alegatos y pretextos cuyo principal objetivo fue saquear nuestra riqueza y debilitar el estado nacional, y lo mismo aplica a Iraq, y esto por sí solo explica el atrincheramiento del terrorismo en las zonas fronterizas entre Siria e Iraq durante años.
Tras los sacrificios de los sirios e iraquíes, derrotando a la mayoría de los terroristas, las fuerzas turcas y estadounidenses avanzan hoy para completar la misión que los terroristas no pudieron lograr, y es la de controlar la tierra y los pozos de petróleo e impedir la comunicación entre Iraq y Siria, esa comunicación que es una necesidad para los pueblos de los dos países, una necesidad que se ha visto interrumpida por la acción occidental que ha interrumpido esta comunicación que le ofrecía a los dos países solidez y fuerza sin precedentes.
Mientras señala el escritor en el “National Interest” que lamenta el hecho de que Occidente no haya logrado difundir su democracia, en Estados Unidos se forma un escándalo por incluir un libro de la profesora Jasper Bohr en los cursos de la Facultad de Artes de la Universidad de Princeton, que habla de los asesinatos que comete “Israel” contra los palestinos, mutilando sus cuerpos para comerciar con sus órganos, y se condena que ese libro sea usado en la enseñanza, a pesar de que “Israel” asesinó deliberadamente, solo este año, a más de doscientos jóvenes palestinos, con balas dirigidas a la cabeza o al corazón.
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La democracia permite el asesinato y el desplazamiento de árabes, pero no permite que estos crímenes sean señalados y documentados, y que sean revelados a las generaciones; solían cometer sus crímenes contra los árabes y falsificar la historia, redactándola desde su propio punto de vista, para que su imagen permaneciera impecable; pero hoy, cuando los pueblos han comenzado a entender la importancia de la palabra, la importancia de la documentación, y la importancia de registrar los hechos y no solo hacerlos, se ha iniciado una campaña enfocada en desmentir la narración de una pequeña parte de los crímenes cometidos por el enemigo sionista y sus herramientas en Palestina, los Altos del Golán, Kafr Shuba y dondequiera que se hayan asentado sus fuerzas abominables.
Al leer artículos como este, siento que necesitamos tener un ejército de escritores y profesionales de los medios que se dediquen a registrar y documentar cada evento, e invadir Occidente con nuestra propia versión de la verdad, sobre lo que está sucediendo en nuestros países y sobre nuestra evaluación de los hechos y el daño que causaron en nuestras vidas, en nuestro presente y en el futuro de nuestras generaciones.
Quizá sea eso lo que los pueblos de Asia y África deban darle hoy la máxima importancia, que es la de movilizar a las élites intelectuales para que sean portavoces de lo que sucede, en lugar de que estos pueblos hagan circular la versión tergiversada de los hechos redactada por quienes atentan históricamente en contra de nosotros, aquellos quienes deforman la terminología para invadir las mentes de los jóvenes, dejando a las personas afectadas no solo como víctimas de su ocupación y de sus ejércitos, sino también como víctimas de su falsificación de los eventos y de su redacción de la historia de estos eventos.
Occidente ha logrado saquear África y Asia durante siglos mediante el uso de intelectuales, investigadores y planificadores, esforzándose por empobrecer a los pueblos subyugados y mantenerlos sumidos en la ignorancia, por lo que no se permitió difundir el conocimiento y el pensamiento porque saben que una palabra puede ser más importante que una bala, y que escribir la historia no es menos importante que hacerla ¿Estarán nuestros pueblos conscientes de esta ecuación, y reflexionarían detenidamente ante la misma, aprendiendo de los adversarios y de los enemigos?