Breve aproximación histórica al más reciente drama palestino
Palestina está ocupada colonialmente desde hace 107 años sin considerar la opresión turca durante más de 450 años.
Me gustaría contextualizar lo que está sucediendo hoy en Gaza, que sacude las conciencias de algunos, exalta las más variadas emociones y profundiza en la historia humana más reciente, ante la inacción de quienes podrían estar impidiendo el genocidio en curso contra el pueblo palestino.
Hoy se está incubando en Medio Oriente el germen de la paz o el de la intensificación de las guerras abiertas por las potencias occidentales y desde hace algunos decenios por la OTAN. La multiplicidad de variables e intereses en esa región del mundo hacen complejo un análisis exhaustivo en un solo artículo, pero trataremos de sintetizar en unas pocas líneas el entramado político que se encuentra detrás de los acontecimientos que han marcado su historia.
Palestina se encuentra ocupada colonialmente desde hace 107 años sin considerar la opresión turca durante más de 450 años. Desde el Mandato Británico se abrió la puerta al ingreso de milicias sionistas y armamento facilitado por Gran Bretaña para cometer actos terroristas con miras a la expulsión y limpieza étnica de los milenarios habitantes palestinos. Fueron masacradas 500 aldeas y expulsados cerca de 800 mil palestin@s, momento desde el cual la ocupación ha cobrado más de 60 mil víctimas civiles.
El pueblo palestino nunca fue consultado, siendo su destino siempre determinado por las empresas coloniales de turno.
Las resoluciones de la Asamblea General de la ONU como sabemos no son vinculantes, de modo tal que Israel se constituyó por la fuerza militar apoyado por occidente blanco y el poder económico financiero sionista judeo- khazaro (familia Rotschild y su par Rockefeller), que desde 1914 promovió mediante ilícitos y moralmente cuestionables medios la inmigración de judíos de los pogroms rusos y posteriormente fomentando las agresiones nazis contra los judíos en Europa. Siendo su propósito el de asentar colonos para poblar Palestina mientras se vaciaba esta de su población originaria, motivo que sigue siendo el principal soporte del proyecto colonizador.
Oslo terminó por catapultar la posibilidad de un Estado Palestino, más allá de que Israel nunca respetó esos acuerdos, más bien los violó sistemáticamente. La Autoridad Palestina (AP) fue instaurada para administrar la ocupación y se desconocía a la OLP como única representante del pueblo palestino, organización que había sido derrotada militarmente en Libano por la Alianza israelo-falangista libanesa y que con Oslo se la sepultaba políticamente.
En enero de 2006, las primeras elecciones legislativas celebradas en Palestina, en las cuales tuve el privilegio de ser observador internacional, triunfó ampliamente Hamas, (partido político con una rama miliciana, atendible en un proceso de liberación contra el ocupante), imcluso en las zonas mayormente cristianas hastiadas de promesas incumplidas y la realidad objetiva de la inacción de la AP frente a los atropellos y atrocidades militares, políticas y sociales-humanitarias sionistas, que no abordaré por ser de amplio conocimiento.
El golpe de estado ideado por el imperialismo estadounidense-UE-israelí-monarquías de la península y la propia AP, terminó con la reclusión de Hamas y otras milicias de la resistencia palestina en Gaza, constituyéndose en el único territorio palestino liberado aunque criminalmente bloqueado por aire, mar y tierra, con las sabidas consecuencias para la población civil.
Hamas no surge de la nada, tampoco es un grupo paramilitar desvinculado de la base social palestina. Representa el anhelo libertario hondamente guardado por el pueblo. No parece bajo ningún punto de vista lógico cuestionar su actuación del 7/10 si previamente no se tiene la conciencia tranquila de haber condenado las sistemáticas violaciones israelíes contra los derechos humanos y el derecho internacional humanitario que amparan al pueblo palestino por mas de un siglo.
En la nueva criminal aventura colonial sionista en Gaza extendida ahora a la Margen Occidental (mal llamada Cisjordania), Israel ha sido derrotado militar, política y humanamente por el masivo apoyo mundial a la lucha palestina, encabezada por Hamas, la Jihad Islámica y el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) además de otros grupos de la Resistencia del Pueblo Palestino de oponerse por todos los medios a su alcance al ocupante.
Este último viola sistemáticamente las leyes internacionales como las resoluciones de la Asamblea General de la ONU (360 en su contra) del Consejo de Seguridad (97 resoluciones) y de la Comisión de Derechos Humanos (68 resoluciones), así como la IV Convención de Ginebra y el Tratado de Roma, entre otras. Sin embargo, aun así, se victimiza y lava su imagen con los recursos naturales robados de Palestina con los que comercia a nivel mundial contando con la complicidad de los países que establecen acuerdos con ese estado terrorista.
La lucha del pueblo palestino es la antítesis de las desquiciadas acciones sionistas. Convoca a todas las causas de los pueblos del mundo, es anticolonial, anti imperialista, pro protección de la naturaleza, defensa de los derechos de los pueblos originarios, defensa de los derechos de la niñez, de la mujer, de las diversidades, de los presos políticos y del derecho a vivir con Dignidad.
La coalición interna israelí organizada por Netanyahu, Gantz y los colonos judíos ortodoxos de extrema derecha, está enfrentando las contradicciones internas que la crisis ha sacado a flote pero, al mismo tiempo ya ha declarado abiertamente por los medios su encubierto objetivo definitivo de no permitir la creación de un Estado Palestino. Muchos ya lo señalaban y advertían de la inviabilidad de dicho Estado, mientras los cómplices Unión Europea y EE.UU. siguen con ese discurso a sabiendas de su imposibilidad como una muletilla política mientras le siguen dando tiempo a la propuesta expansión israelí desde el Nilo al Eufrates.
El hallazgo desde hace un par de decenios de los abundantes depósitos gasíferos frente a las costas de Gaza, así como el control de importantes pasos de comercio marítimos, han sido uno de los gatillantes para que bajo otros pretextos israel haya llevado a cabo sus inhumanos bombardeos contra los más de 2,3 millones de palestinos gazatíes.
Aun cuando solo la historia dirá cuándo, la única solución realista para terminar con la horrible agresión en Medio Oriente pasa por terminar con la ocupación israelí basada en asentamientos de colonos, el retiro de las tropas de ocupación, retorno de los palestinos expulsados (mal llamados refugiados), fin del régimen de apartheid y el establecimiento de un solo Estado laico y democrático en el que convivan en paz musulmanes, cristianos y judíos.
Se debe comprender sin lugar a dudas, que la solución a la cuestión palestina está vinculada a las demás luchas de liberación particularmente en el Levante, aunque más ampliamente en toda la región de Medio Oriente y, por qué no decirlo, a las del resto de la humanidad por cambiar el orden mundial creado para la dominación de unos pocos, apropiándose de las riquezas del planeta, manteniendo al resto bajo un sometimiento cada vez más injusto como indigno.