Medios israelíes: La verdad a la talla del “Estado”
Los medios israelíes suelen publicar más noticias e información relacionada con los detalles antes, durante y después del ataque iraní y ello permite cuestionar la credibilidad y los objetivos de lo difundido y su impacto en las tendencias y convicciones de la opinión pública árabe, señaló el articulista Ziad Ghoson.
Los medios israelíes siguen filtrando algunos detalles relacionados con las repercusiones del ataque iraní, con decenas de drones y misiles, contra algunos objetivos y bases militares en el interior de los territorios palestinos ocupados.
Si bien estos medios de comunicación no publicaron fotografías de los primeros momentos de los drones y misiles iraníes alcanzando los cielos de “Israel” y los lugares donde cayeron con posterioridad, como lo hicieron algunos teléfonos móviles de ciudadanos árabes, su continuado foco durante el último periodo está centrado en la difusión de información relacionada con dos materias.
La primera establecer la capacidad disuasoria de “Israel” en la mente de los colonos y de la opinión pública externa, mediante su insistencia en que la fuerza aérea israelí fue capaz de derribar el 99 por ciento de los drones y misiles iraníes, en un intento desesperado de los líderes de la entidad sionista para restaurar la confianza perdida en el ejército y el sistema de seguridad después de la operación Diluvio de Al-Aqsa, y el posterior fracaso israelí a lo largo de más de 190 días de masacres, crímenes y actos de destrucción y sabotaje en la Franja de Gaza.
Lo que impulsa esta creencia es que la censura militar israelí funcionó antes, como es práctica en la agresión a Gaza y otros acontecimientos, para impedir que los medios locales y extranjeros publicaran todo lo relacionado con el ataque iraní, con excepción de lo transmitido por la autoridad de radiodifusión estatal y algunas declaraciones breves de funcionarios del gobierno, y algunas fotografías sobre daños menores" a la base aérea en el Négev. Sin embargo, parece que ya no es posible ocultar lo sucedido y algunos periódicos israelíes publican artículos que refutan la narrativa oficial.
La segunda, “Tel Aviv” intentó explotar el ataque iraní para confirmar que no está solo en enfrentamiento a Teherán, sino sus aliados en la región también lo están.
Si Estados Unidos y Reino Unido anunciaron desde los primeros momentos la participación de sus fuerzas militares para enfrentar los drones y misiles iraníes, fueron los medios israelíes los primeros en filtrar la participación francesa y jordana en el enfrentamiento al ataque iraní antes de que esos dos países lo anunciaran, ya sea desde una posición comprometida con el apoyo a “Israel”, como es el caso de Francia, o bajo el pretexto del deber soberano de los países de afrontar cualquier penetración en su espacio aéreo como justificó Jordania.
Los medios israelíes comenzaron a promocionar la existencia de una alianza cuatripartita, la cual incluye, además de “Israel”, a Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y un cuarto país que no fue mencionado e interesado en la cooperación regional para afrontar la amenaza de los drones.
Según la prensa israelí, esta coalición jugó un papel activo en el enfrentamiento a los drones iraníes lanzados contra objetivos israelíes.
La prensa en “Israel” suele publicar más noticias e información relacionada con los detalles antes, durante y después del ataque iraní. Esto nos lleva a cuestionar la credibilidad y los objetivos de lo difundido y su impacto en las tendencias y convicciones de la opinión pública árabe.
Veneno en miel
En su cobertura de acontecimientos locales y regionales relacionados con el conflicto árabe-israelí, los medios de “Tel Aviv” tienen su base en una estrategia que les hace aparecer ante sus seguidores como una fuente de información fiable y una parte objetiva en su tratamiento de los acontecimientos y cuestiones locales y regionales.
La estrategia es invertir en varios datos: El primero es beneficiarse de la brecha formada entre los medios y los pueblos en la mayoría de los países de la región.
La opinión pública árabe y regional no está acostumbrada en muchos países a que los medios filtren información descritas como confidencial o que puedan perturbar a las autoridades de esos países, o incluso dirigirlas a críticas directas.
Eso es exactamente similar a la estrategia trabajada por algunos medios de comunicación árabes durante las últimas dos décadas, los cuales resultaron ser parte de un proyecto político dirigido a los países de la región.
Y segundo, explotar las divisiones de la vida política en la entidad desde sus inicios para promover esos mismos medios como cercanos al acontecimiento y objetivos a la hora de tratarlo.
Por ejemplo, no dudan en filtrar noticias sobre las discusiones en los pasillos de las instituciones oficiales y dentro de los partidos políticos sobre algunas cuestiones importantes, incluso si ellas no redundaban en interés del gobierno, el ejército o el sistema de seguridad, o de tal o cual partido.
De hecho, pueden ir más allá al revelar, por ejemplo, la ocurrencia de algunas violaciones y crímenes cometidos contra los palestinos, y esto es lo que todos notamos, muy claramente, en la cobertura de los medios israelíes sobre la agresión a la Franja de Gaza en sus diversas formas durante los últimos meses.
Sin embargo, independientemente de la credibilidad de las informaciones, comentarios y análisis publicados, estos medios invierten todo este espacio operativo al servicio de los objetivos y la existencia del proyecto sionista, y por ello no dudan en “poner veneno en la miel” en ocasiones, y promover noticias incorrectas en otras ocasiones, y distorsionar algunas noticias de su destino y los hechos también.
Hay muchos ejemplos de esto en los archivos de estos medios de comunicación, que requirieron respuesta de algunos países, negación de otros, de organizaciones y personalidades. Estos medios encaminaron sus esfuerzos a traicionar a conocidas figuras patrióticas y nacionalistas árabes y trabajaron para sembrar la duda popular en los gobiernos árabes hostiles a la entidad sionista y niegan someterse a su hegemonía y supuesta paz, etc.
En consecuencia, abordar el contenido político, militar, económico y social publicado en los medios israelíes y recircularlo debe hacerse con extrema precaución e inteligencia, ya que lo que puede ser de interés para los palestinos y los países que hoy rechazan el proyecto sionista no lo será así mañana y, de hecho, entonces puede ser difícil refutarlo o desmentirlo a la luz de lo que se informó y circuló sobre estos medios ayer y anteayer.
Hay una diferencia entre explotar de manera selectiva lo publicado en “Israel” para lograr un objetivo específico y convertir esas publicaciones de los medios en noticias de última hora transmitidas por canales árabes por satélite sin el más mínimo escrutinio de sus antecedentes y objetivos, o al menos sometiéndolas a análisis y un enfoque basado en hechos y verdades, de lo contrario, estas citas serán como promocionar los medios de comunicación que apoyan e incitan al asesinato de miles de palestinos y árabes desde el desafortunado establecimiento de esta entidad.