El puerto de Haifa en la economía de guerra
Con su frente sur, el Líbano consiguió revelar todo el poder económico y su profundidad en la entidad, y “ocupar el norte” y paralizarlo económicamente antes de entrar en él militarmente.
El término economía de guerra sigue siendo uno de los títulos más difíciles adoptados por la ecuación del 7 de octubre y los tres frentes en el sur del Líbano, Bab al-Mandab y la envoltura de Gaza, a la luz de una guerra moderna y no convencional como la que el mundo no ha presenciado desde la Segunda Guerra Mundial, ni en la historia del conflicto árabe-israelí e islámico-cristiano con el sionismo global.
Con el estallido de la guerra en Gaza, la perturbación del puerto de Eilat y el importante declive del puerto de Ashdod, el puerto de Haifa se convirtió en una de las instalaciones más importantes de la economía israelí, ya que ahora constituye el 75 por ciento del ciclo económico de producción, comercio, importación y exportación, y el 80 por ciento de la seguridad alimentaria, social y médica de la entidad.
La importancia económica y militar de descubrir el puerto de Haifa radica en la naturaleza de las instalaciones incluidas en esta zona geográfica y sus efectos en la economía del enemigo israelí, ya que la zona portuaria incluye:
1- El complejo industrial militar que produce armas para la empresa israelí Rafael, que constituye el 36 por ciento de las exportaciones de armas, con ingresos que ascienden a 13 mil millones de dólares anuales. El destino de estas armas, en primer lugar, es Asia y el Océano Índico, con un 48 por ciento, y en segunda categoría, Europa, un 35 por ciento. Le siguen América Latina, 4 por ciento, y África, 1 por ciento.
2- Los almacenes de alimentación más grandes.
3- Los tanques de petróleo más grandes.
4- La mayor central eléctrica que abastece a diversas ciudades y asentamientos de la región norte.
5- Aeropuerto de Haifa.
6- Almacenes de exportación de productos electrónicos y tecnológicos.
7- Una red de transporte y ferrocarril unida a todos los territorios ocupados.
8- Importar y exportar 30 millones de toneladas de bienes anualmente, además de 10 mil oportunidades de empleo directo y 290 mil oportunidades de empleo indirecto.
En consecuencia, el Líbano, con su frente sur, pudo revelar todo el poder económico y su profundidad en la entidad, y “ocupar el norte” y paralizarlo económicamente antes de entrar militarmente.
Los proyectos que se establecieron para el puerto de Haifa antes del “Diluvio de Al-Aqsa” ya no están garantizados ni pueden invertirse en la construcción económica del “Gran Israel”. La operación del 7 de octubre, y lo que siguió en los tres frentes, obligó al enemigo a abandonar la economía del entretenimiento y volver al sistema de producción, movilización y asignación de recursos para apoyar el esfuerzo de guerra a expensas del desarrollo de inversiones.