Öcalan, Turquía y la resolución de la cuestión kurda desde Turquía hasta Siria
La iniciativa del líder kurdo Abdullah Öcalan, en colaboración con el líder del Partido Movimiento Nacional, Devlet Bahceli, y su portavoz, se basó en el temor de que los mapas de Medio Oriente cambien debido a los ataques israelíes, pues Turquía no estaría preparada para eso.
El fortalecimiento de la influencia de Turquía en Medio Oriente forma parte de la estrategia del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en Siria. Este objetivo depende de su papel, considerado crucial, en la etapa de reconstrucción y reconfiguración de la seguridad y el poder en Siria.
Turquía busca consolidar sus relaciones económicas y políticas con una "nueva Siria", lo que fortalecería su posición como una potencia regional influyente.
Asimismo, considera que el retorno de los refugiados de ese país está condicionado a la creación de un entorno estable mediante proyectos que respalden una base social y económica sólida, aseguren la sostenibilidad del retorno y prevengan futuros desplazamientos masivos.
Mientras la oposición turca aboga por el regreso de los refugiados sirios a su país, el AKP sostiene que esta cuestión implica responsabilidades políticas y de seguridad para Turquía. Incluso con el apoyo condicionado de Estados Unidos, el presidente Erdogan ha reiterado su narrativa de 2011 al intervenir en Siria, esta vez bajo la bandera de garantizar la seguridad nacional turca, impedir la división de la nación vecina y proteger sus fronteras de amenazas como el avance de "Israel".
El sistema político en Siria y las "Fuerzas Democráticas Sirias"
El sistema en Siria está tomando un giro político sin esperar a la redacción de una nueva constitución. A pesar de las afirmaciones de Ahmed al-Sharaa (Al-Golani), , líder de "Hayat Tahrir al-Sham" (HTS), sobre la necesidad de dedicar tres años a finalizar el borrador constitucional y cuatro años para convocar elecciones, en lo cual se percibe un esfuerzo por consolidar y formalizar el sistema de su fuerza en este periodo.
Las élites que dirigen Siria actualmente comparten un enfoque ideológico común. Sin embargo, los debates fundamentales se centran en el este del Éufrates, con el objetivo de integrar a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en el nuevo sistema político.
Proponían las FDS un modelo de autogobierno democrático y secular, y ahora enfrentan resistencia, porque tal propuesta es incompatible con el sistema de HTS.
Las negociaciones entre Turquía y Estados Unidos ejercen presión sobre las FDS a través de canales kurdos. Turquía busca involucrar a Abdullah Öcalan, encarcelado en la isla de Imrali, para eliminar a los cuadros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en Siria y desmantelar al PKK en Qandil.
De ese modo, Turquía pretende desmantelar las FDS y cerrar cualquier camino hacia una posible autonomía kurda.
Ankara rechazó todas las propuestas presentadas por el comandante general de las FDS, Mazlum Abdi, para detener la operación Amanecer de la Libertad, dirigida a Kobane tras los ataques a Tell Rifaat y Manbij.
Entre esas propuestas estaban el desarme de Kobane, la retirada de combatientes extranjeros (incluidos los del PKK) y la aceptación de la unidad territorial de Siria.
Abdi también ofreció incorporar a las FDS al ejército sirio en un modelo de descentralización, con consejos locales y una constitución que garantizara los derechos de los kurdos y otras minorías.
Por su parte, Estados Unidos ha disuadido a Turquía de lanzar una ofensiva militar contra las FDS, y mientras el presidente Erdogan pone su confianza en HTS y rechaza cualquier solución contraria a los intereses turcos.
El papel de HTS y la posición de Estados Unidos
En una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, Al-Golani declaró su oposición a la existencia de fuerzas armadas fuera del control estatal. De hecho, prefiere una Siria sin las FDS y busca desmantelar el modelo autónomo del este del Éufrates.
Sin embargo, Estados Unidos espera incorporar a las FDS al sistema político sirio sin mayores enfrentamientos, y Al-Golani ha expresado su disposición a aceptarlas, para recoger los beneficios de un acuerdo entre Estados Unidos y Turquía.
El líder del cambio afirmó que los kurdos son parte integral de Siria y no habrá división territorial alguna, como tampoco permitirá que su país se convierta en una base para el PKK.
A pesar de la impresión positiva dejada por al-Golani en la delegación estadounidense que visitó Damasco en las últimas semanas, Washington prorrogó las sanciones contra Siria hasta 2029, y aumentó su presencia militar de 900 a dos mil soldados.
Esto refleja su intención de mantener influencia en Damasco y moldear Siria mediante una estrategia de presión y estímulos.
Francia y Estados Unidos también han promovido iniciativas para unificar a los partidos kurdos, y enviaron una delegación conjunta a Damasco con el objetivo de elevar la cuestión kurda más allá de los intereses del Partido de la Unión Democrática (PYD) y las Unidades de Protección Popular (YPG), que Turquía considera objetivos principales.
Estas iniciativas incluyen la participación de figuras islámicas kurdas para garantizar la unidad entre sus partidos.
La iniciativa de Öcalan y el posible acercamiento turco-kurdo
La iniciativa de Abdullah Öcalan, líder del movimiento kurdo, en colaboración con el presidente del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), Devlet Bahçeli, se fundamenta en el temor a una posible reconfiguración del mapa de Medio Oriente, debido a los ataques israelíes y la falta de preparación turca para lidiar con esta dinámica en Siria.
Aunque Turquía aprovechó el colapso rápido e inesperado en Siria para aumentar su influencia, ahora enfrenta la resistencia de Estados Unidos.
¿Tiene la iniciativa de Öcalan un impacto significativo en los kurdos de Rojava? ¿Podría su llamado a abandonar las armas por parte del PKK producir resultados?
Si el Estado turco depende del liderazgo de Öcalan, el desarme del PKK podría no ser deseable desde una perspectiva estratégica, pero el objetivo principal es lograr que el PKK diga adiós a las armas.
¿Hacia una solución descentralizada?
No obstante, la resolución de la cuestión kurda va más allá del PKK. Estados Unidos desempeña un papel central.
¿Podría emerger un modelo descentralizado flexible que contemple la oficialización de la identidad y lengua kurdas como un compromiso aceptable?
El llamado de Öcalan para fortalecer la hermandad turco-kurda y su disposición a contribuir positivamente al modelo propuesto por Bahçeli y Erdogan reflejan un intento de encontrar un terreno común.
No obstante, cualquier avance dependerá de las soluciones legales que Turquía esté dispuesta a ofrecer y de cómo se desarrollen las condiciones en Siria.
Tanto Turquía como los kurdos esperan la postura de Estados Unidos bajo el liderazgo actual.
Los kurdos también buscan claridad sobre las negociaciones con HTS y su posible lugar en un nuevo gobierno, anunciado para marzo.
Por su parte, el AKP busca justificar internamente su intervención en Siria al eliminar la idea de autonomía kurda y prevenir la fragmentación del país. ¿Tendrá éxito en su estrategia?